¡Escuchame que te quiero putear!. Ramón Fonticiella

01.11.2025

Si cree que me salgo de lenguaje correcto en el título, no es tan así. Utilizo la palabra “putear”, contenida en la página 458 del “Diccionario del español del Uruguay”, elaborado por la ACADEMIA NACIONAL DE LETRAS, editado por Banda Oriental en 2011.

 

En ese trabajo, muy útil para todo uruguayo que quiera escribir de su gente para su población, hubo decenas de profesores, escritores, académicos de todos los rincones del país, que aportaron voces del español que habla el Uruguay, para que la Academia con rigor técnico pusiera a disposición popular con sus significados y ortografía. Apenas impreso el diccionario, pregunté al querido académico fallecido don José Obaldía, si las voces allí alojadas eran de uso libre...El maestro, tranquilamente me dijo: "Usted sabrá en cada caso..." En éste, y dados los giros deleznables que ha tomado el idioma (poner casa con K, por ejemplo) me siento santificado: no pretendo ofender, menospreciar el léxico popular, ni difundir malas ideas.

Me permito poner el título (imaginariamente), en boca de algunos referentes del anterior gobierno nacional, con relación a la posición del Poder Ejecutivo nacional que comanda (y lo hace en serio) el presidente Yamandú Orsi.

Figuras representativas del gobierno de Lacalle Pou han montado en cólera, al conocer la denuncia de Orsi  sobre la carencia de garantía "de fiel cumplimiento" del contrato de construcción de las lanchas. Reclaman diálogo (el propio Lacalle habría llamado a Orsi), pero los contenidos de sus mensajes y comentarios públicos equivalen a una puteada (también página 458 del Diccionario, primera y última acepciones). ¿Para qué piden diálogo, si vociferan que al presidente lo arrastraron y que el gobierno no quiere defender nuestro mar de los delincuentes? Parecen esos familiares o adversarios entre quienes se oye "escuchame estúpido, entendeme imbécil", reclamando atención con insultos. En todo caso, para ser pragmáticos y que popularmente sean mejor entendidos, echen mano al Diccionario de la Academia Nacional de Letras; podrán hacerse un festín de palabras y palabrotas, sin ir a ninguna tribuna de fútbol ni a ninguna academia de la lengua... Los más de nueve mil vocablos y catorce mil acepciones, muestran cómo hablamos los orientales, con nuestras palabras sin edulcorantes ni hieles: limpitas.

Naveguemos otro poco.

Tomo un ejemplo de esta última semana de octubre: el senador García, ex ministro de Defensa, reporteado en radio Sarandí (guardando la compostura de tono como si fuera un caballero) hizo fuerte ataque a quien defendió al estado nacional: el gobierno de Orsi. Reclamó de tal manera, que uno de los periodistas le preguntó porqué defendía tanto a la empresa Cardama... Realmente me preocupó de verdad la posición del médico nacionalista: llegó a repetir que este gobierno no quiere cuidar el mar del Uruguay y por eso no quiere las lanchas patrulleras. ¡Si eso no es un insulto (una puteada), que me lo expliquen! Según el Dr. Javier García todos ¡mienten! Pero sus fundamentos de que son mentiras, terminan en que se entrega el mar a los narcotraficantes y a los delincuentes (no habló nada de pasaportes).

No me la agarro con García, que no la está sacando barata, pero es a quien he escuchado con más dedicación y además es el gran comprador de aviones, motores de lanchas y embarcaciones. Me ha parecido muy poco serio (y decididamente demagógico), que haya entreverado (mal) al ministro Oddone en la cuestión. Uno de sus nuevos argumentos, para restar importancia a la falta de garantía de Cardama, es que Oddone habría dicho que se trata de un "contrato accesorio". Agradecido estoy a la periodista que co conducía el reportaje, que hizo aclaraciones fruto de su estudio. Señaló que voces jurídicas le habían aclarado que la calidad de "accesorio" del contrato que quedó sin garantía, obedece a que va junto con el principal, el cual no tiene validez si "el accesorio" no está completo. No tengo porqué dudar de la palabra de la periodista, quien obviamente se documentó antes de hablar. No se considera "accesorio" porque no tener importancia sino al contrario, porque no puede faltar para estar completa la contratación. Digo yo: una rueda es un accesorio de un auto, pero si falta no hay autoMOVIL. Posiblemente estas simplezas las entiendo porque no soy médico, sino que estudié para enseñar a los que todavía no saben: soy maestro.

Confío en que el gobierno nacional, integrado por personas responsables y conducido por un profesor (con título) seguirá firme en el trillo elegido, buscando el único objetivo de dotar al país de instrumentos para cuidar su soberanía. Es lo que se está haciendo. Todo lo que se oye de quienes entregaron pasaportes a narco, recibieron pescado de países árabes y gastaron millones de dólares en ocupar la casa presidencial cual palacio real, hay que tomarlo como un simple "jetear" ( Diccionario del Español del Uruguay, página 318, primer artículo, acepciones 1 y 2); propio de "jetones" (idem, segundo artículo).

Ramón Fonticiella es Maestro,  periodista, circunstancialmente y por decisión popular: edil, diputado, senador e intendente de Salto. Siempre militante


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2025-11-01T05:49:00

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