Manos a la obra. Graciela Barrera
10.11.2025
El movimiento se demuestra andando y en eso estoy luego de la preciosa actividad que tuvimos en el primer conversatorio del ciclo de Charlas Parlamentarias "Trabajo, un puente para la inclusión", que realizamos el pasado 23 de octubre en el Palacio Legislativo con la presencia del presidente Yamandú Orsi.
Por estas horas estamos poniendo en marcha una iniciativa que mejore los baños públicos de los accesos a la Unidad Nº 4 de Santiago Vázquez -proyecto que impulsamos con la invaluable colaboración de Juan Salgado y la empresa CUTCSA- se acompaña con la instalación de una plaza de juegos infantiles y la construcción de una parada o refugio que oficie de mini terminal de los servicios de transporte que tienen por destino el centro de reclusión.
Una mañana gris y algo fresca nos llevó hasta el ex ComCar para visitar las instalaciones del Polo Industrial y mantener una reunión con los delegados privados de libertad de los diferentes módulos que forman parte del complejo penitenciario más poblado del país.
La sorpresa fue muy grata cuando llegamos a las instalaciones donde se concentran los emprendimientos productivos de lo que fue el Polo Industrial, al que habíamos apreciado totalmente deprimido en nuestra última visita. Hoy, fue todo lo contrario y, desde los accesos mismos a los diferentes galpones que forman parte del sector aludido, apreciamos un notorio y positivo cambio con mucha actividad de internos abocados a la mejora del lugar. Un precioso recibimiento para quien añora ver recuperado aquel ritmo fabril que supo ostentar ese espacio cuando fue creado durante la administración de Eduardo Bonomi.
La fachada y los galpones principales pintados; los jardines de acceso con su césped cortado y canteros libres de hierbas, empiezan a recuperar el aspecto original de un lugar que nunca debió perder aquella imagen ni el clima laboral que lo caracterizó desde su origen.
Aquella deprimente imagen que tuvimos en nuestra anterior visita fue superada de forma notoria con la mejor impresión que pudimos ver en un espacio donde se multiplicaron los internos en actividades de limpieza, pintura y refacción, así como también en los diferentes emprendimientos que empiezan a cobrar vida.
Junto al empresario Rody Raymúndez -que lleva adelante un taller de porteras de grandes dimensiones que se fabrican en el lugar- pudimos recorrer las carpinterías de madera y aluminio, también la herrería donde se producen las ollas que formarán parte de los útiles necesarios para las nuevas cocinas que se construirán en breve como parte de la batería de medidas dispuestas como intervención tras los episodios de muertes violentas sucedidas meses atrás en dicho establecimiento.
La jornada tuvo la particularidad de la disputa de un partido entre internos de la Unidad Nº 1 y la Nº 4 que se llevaba a cabo mientras transcurrió nuestra visita. Junto a la misma, el tránsito de grupos de internos en tareas de limpieza o mantenimiento hacían parte del ritmo habitual que ha impuesto la dirección del establecimiento y que permite apreciar un cambio sustancial de los distintos espacios que hacen parte del establecimiento más poblado del sistema penitenciario nacional.
Los diferentes galpones que alojan los emprendimientos que visitamos tenían la misma particularidad: orden y limpieza en unos ambientes bien iluminados que contrastan notoriamente con la triste impresión de nuestra anterior visita.
La actividad de los talleres es otra buena imagen que nos dejó esta recorrida y nos alienta a seguir promoviendo iniciativas como esta.
El empresariado nacional tiene que acercarse y animarse a dar el paso para que sus emprendimientos permitan ofrecer oportunidades laborales a las personas privadas de libertad que quieren aprender oficios y esperan una oportunidad que les permita soñar con una forma de vida alejada del delito. Nuestra idea es que existan Polos Industriales en cada establecimiento penitenciario, porque el trabajo dignifica, enseña y rehabilita.
Es con todos o no es
Las obras en el acceso al ex ComCar tienen a CUTCSA como principal protagonista junto con la Intendencia de Montevideo, las autoridades del INR y los propios internos. Porque serán ellos los que tendrán la responsabilidad de que sus familiares usen responsablemente los servicios que se acondicionarán para hacer digna y más llevadera las largas esperas que soportan los días de visita.
La batería de baños que hoy se encuentran en mal estado, rotos y sucios, serán totalmente reacondicionados junto con la construcción de una plaza con juegos infantiles que permita que los niños que acuden a visitar a sus familiares transcurran las esperas en un lugar donde puedan disfrutar y divertirse de forma segura.
Como paso previo nos propusimos reunirnos con los delegados de los diferentes módulos para interiorizarlos de las obras proyectadas y sean ellos mismos quienes transmitan a sus compañeros la iniciativa y estos puedan ir compartiéndola con las familias que -también- tendrán la oportunidad de conocer el proyecto en instancias posteriores que pensamos mantener oportunamente.
Es imprescindible que sepan que los servicios están pensados para ellos y que de ellos también dependerá el buen uso que se haga de los mismos. Servicios dignos para personas que no merecen padecer gabinetes higiénicos en mal estado, rotos o sucios.
La reunión con los delegados fue un espacio donde el intercambio nos permitió conocer sus reclamos al tiempo que pudimos expresarles nuestra proyectada obra pensada para que sus familias tengan una espera con servicios públicos en condiciones y un espacio lúdico para que sus hijos disfruten mientras se organiza el ingreso al establecimiento.
Asimismo, fue una ocasión para contextualizar nuestra presencia informándoles de la iniciativa de propiciar la instalación de emprendimientos productivos en los establecimientos penitenciarios de todo el país, y particularmente, la reactivación del Polo Industrial de esa unidad que ya está en marcha.
El diálogo prosperó tratando de inculcarles que la sociedad es toda una y si no lo hacemos entre todos, nada va a salir bien.
Empatía, solidaridad palabras que tanta falta nos hacen en nuestro lenguaje para aprender, para enseñar...
La jornada nos dejó un sabor muy dulce porque pudimos apreciar un cambio significativo en un lugar que empieza a recuperar la imagen que nunca debió perder. También nos alegró mucho el intercambio con los delegados ya que pudimos conocer algunas de sus inquietudes e iniciativas que seguramente podremos ayudar a concretar en el futuro próximo.
El camino se demuestra andando y en eso estamos...poniendo manos a la obra.
Graciela Barrera. DiputadaMPP - Espacio 609 - Frente Amplio
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias