VERSIÓN PARA IMPRESIÓN
03/07/25

Para que supieras

Ismael Blanco

Tenía una pequeña grabadora a cassette. Mi madre apareció con ella. La había adquirido cuando no sé por qué,  pero por alguna razón que era más que simple novelería,  la había adquirido en el Centro de Buenos Aires.

Por aquellos años vivíamos por Villa Bonich, cerca de Caseros. Como los cambios de lugar eran constantes entre 1978 y 1979 puedo ubicar la locación en el tiempo. En dos años, 4 lugares, 4 casas, 4 escuelas, 4 barra de amigos y sumados desarraigos.

 Aquel aparato que era una joya tecnológica para mi y supongo que también lo sería  para muchos, me atrajo maravillado y quizá  por esa razón se me hizo familiar rápidamente. Por aquel "lujo" de la técnica surgía la voz de Nino Bravo; Elvis; Los Beatles, recuerdo también a Jorge Cafrune,  fallecido "misteriosamente" por esos años y no mucho más. El objetivo principal de aquel aparato era escuchar las voces que nos animaban a resistir, la de los queridos nuestros.

Estoy seguro que por allí escuche a mi abuela, una vieja luchadora, herrerista de origen por lo que tengo sabido y que abrazo al Frente en el ´71, convirtiéndose en ferviente militante. Dicen que le ofrecieron el carnet "del partido", aunque era tan roja que no lo necesitaba. Su casa desde los ´60 se había convertido en una embajada. Por allí llegaban huidos, maltratados de golpizas y torturas en comisarias y cuarteles. Su refugio casi era una consigna: Santiago de Chile 908.

Recuerdo también, una voz de particular acento surgiendo del aparato, que al escucharla  se le sumaba una solemnidad extraordinaria, motivo de reunión de mis padres con sus camaradas, se trataba de  Arismendi y su particular gorjeo en la voz. Mas lo que me impacto, lo que quedo eterno en mi recuerdo fue la voz grave,  profunda, esas que sólo emiten ciertas almas: la de Zitarrosa con su "Canción y el poema", esa que es de él y de Idea.

Nada sabía por ese entonces de Idea Vilariño. Ayer y casi por casualidad, me enteré que fue el cantor, quien una noche de verano acudió a su casa en Las Toscas a solicitarle su poesía y esta se la dio. El cantor de esa forma se fusionaba con la poetisa para siempre.

 

"Hoy que el tiempo ya pasó", hoy que ya pasó la vida" ...

No se por qué, vaya a saber, pero con 11 o con 12 de edad, la voz de aquel hombre profunda, dramática y conmovedora me llegaban al alma. De él sabía algo o lo suficiente. Anécdotas de Palermo donde vivía, más bien frente al Cementerio Central, donde nace el Barrio Sur; o de su oficio de locutor, o de los particulares cigarrillos "para dejar de fumar", que le compraba a mi padre en un pequeño salón que tenían con mi madre, allá por donde Gonzalo Ramírez tiene la empinada. En ese lugar compartían espacio, con un gallego, de oficio peluquero y que según me dicen, me bautizó con mi primer corte.   

 

"Hoy que río si pienso, hoy que olvide aquellos días" ...

Subsistíamos intentando hacer la "normalidad" que permite el fascismo. A veces pienso que las "infancias clandestinas" de mi generación hacían natural o corriente lo impensado hoy ... al menos por ahora. Digo "por ahora" por que es cierto,  estoy convencido que el fascismo nunca se termino de ir. Que en una de esas podía estar adormecido, o haber pasado a la defensiva,  haberse replegado, pero el fascismo sobrevive como una ponzoña intensa y latente. Creo que sólo le hace falta una cuota de chauvinismo, o la suficiente amplificación del discurso de la cuestión criminal en la sociedad para hacerse ver y fustigar sobre la carne sensible de los cándidos, de los indiferentes y de los buscones oportunistas irresponsables a consciencia.

 

"No se por qué me despierto algunas noches vacías..."

Con los años y con el tiempo dicen que nos atrapa el insomnio. Quiero suponer que al acercarse la muerte puede tratarse de una manera de "resistencia" y que de paso aprendemos a aprovechar ese tiempo a cuenta del sueño, para nuestras cavilaciones.

Hace días que percibo crecientemente el tufo de los fascistas por donde ando.

Por voluntad popular y en marco de las reglas del "mercado" electoral, los nostálgicos de la dictadura vinieron a ocupar los lugares de quienes los enfrentaron a idea y mano limpia. Y es entonces que al mirar el recinto de las leyes , en lugar de Zelmar está sentado un tal Domenech; en lugar de Gutierrez Ruiz un tal Lust que se dice escribano; que en donde estaba el zapatero Enrique ahora hay un coronel que pide impunidad para quienes cometieron terrorismo de Estado y se llama Raúl Lozano, y un poco más acá por donde  se ubica el general Manini -el mismo que aún debe responder ante la justicia democrática- se ubicaba Wilson, aquel que en la misma noche del Golpe del ´73 "se declaraba el más radical e irreconciliable enemigo" de los tiranos.

 

"Oyendo una voz que canta y que tal vez es la mía" ...

La naturaleza humana está hecha de muchas cosas, pero elijo dos: memoria y rebeldía. No sé si alcanzan para sobrevivir,  pero estoy convencido que servirán para intentar  salvarnos. Entiendo y me convenzo cada vez más que  al menos con estas dos razones defenderemos la dignidad, esa que se necesita para existir.

Estaba visto  y es cierto que nada es para siempre, que la memoria es frágil, que damos por sentado que lo que alcanzamos ya es nuestro y que por eso no lo perderemos, que los discursos pueden ser dulces y engañosos;  que pudo ser mejor, mas los procesos se envician, se corrompen y a veces se extravían. Que podemos ser jodidos;  que "el pueblo" es una bella palabra pero también en ella se esconde mucha cosa... porque es en el pueblo donde habita el abnegado,  el crédulo, el  limpio, el confiado, el inocente, el sencillo y también el rufián, el abyecto, el alcahuete, el traidor y los infaltables oportunistas.

Que los pueblos no son el problema, pero  en democracia  tampoco son inocentes. Es que al Reichstag lo incendió la bestia parda y aun así, después de este inmenso disparate, una de las sociedades más avanzadas y cultas de Europa les creyó abriéndoles las puertas a la peor locura humana.     

Dr. Ismael Blanco



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