Sobre el Presupuesto Universitario y el régimen de Dedicación Total
Héctor Musto
En esta nota, que intentaré sea breve, me quiero dedicar a un aspecto de lo que pide la Universidad de la República (Udelar), y no nos van a otorgar (de acuerdo a lo que envía el Poder Ejecutivo), pero centrándome solamente en un aspecto: el régimen de Dedicación Total (DT).
Empecemos por el principio. Los docentes universitarios accedemos a nuestros cargos, siempre, por llamados abiertos. Y concursamos para acceder a los mismos. En la Udelar, existen cinco grados: grado 1 (Ayudante), grado 2 (Asistente), grado 3 (Profesor Adjunto), grado 4 (Profesor Agregado) y grado 5 (Profesor Titular, llamado a veces, catedrático). Siempre los cargos se llaman en forma abierta y se pueden presentar a los mismos tanto uruguayos como extranjeros. Y para acceder a los mismos, se nombra un Tribunal (o Comisión Asesora) que juzgan los méritos de los aspirantes, y a veces (obligatoriamente para los grados 1 y 2) para acceder en forma efectiva a los cargos, hay que pasar por una instancia de oposición. En muchas oportunidades, para los cargos de grado 3, 4 o 5, si uno o más aspirantes tienen méritos razonablemente equivalentes, también hay una instancia de oposición. O sea, siendo breve y simplificando, cualquiera se puede presentar para cualquier cargo, y depende de los méritos (y si es necesario, de una instancia de oposición) para "entrar" a la carrera docente. Con los defectos que pueda tener (nada es perfecto en la vida) creo que no hay insitutución estatal en que tanto el ingreso como el acceso a cargos superiores sea más transparente que en la Udelar. Aclaro además, por si fuese poco, que cuando hay oposición, las exposiciones de los postulantes son públicas, o sea, cualquiera puede ir y escuchar lo que dice cada postulante, lo que vuelve aún más transparente el proceso.
Dicho esto, digo que además, los cargos se llaman con diferentes cargas horarias. O sea, se puede postular, digamos a un grado 3 con 20 hrs. semanales, con 30 hrs. semanales o con 10. Depende de cada Facultad, y de cada llamado.
Otro aspecto es que las obligaciones que tiene cada docente dependen de su grado. Por ir a los extremos y "al medio", se asume que un grado 1 es un cargo de formación (muchas veces estos cargos son ocupados por estudiantes avanzados) y su obligación es colaborar con las tareas docentes del sitio en el que tiene el cargo, pero siempre teniendo en cuenta que es alguien en formación. Un grado 3 es el primer cargo que lleva el título de Profesor, y se asume que quien llega a este nivel ya es alguien formado en el área a la que se postuló (muchas veces se requiere nivel de Doctorado -o formación equivalente-, puede ser responsable de cursos, y se encamina a ser un investigador independiente (aunque no es obligatorio), y debe formar recursos humanos, o sea, ser responsable de la formación de los grados 1 y 2 (y de estudiantes de grado que se empiecen a formar). El grado 5, Profesor Titular, como cargo máximo, debe necesariamente ser responsable de un grupo, tener una línea de investigación propia, y además, por ser extremadamente breve, se tienen responsabilidades de administración y cogobierno. A título de ejemplo, la Ley Orgánica establece que en cada consejo de cada Facultad, de los cinco delegados docentes al menos tres deben ser grados 5; para ser Decano/a hay que ser grado 5 de la Facultad correspondiente, y para ser Rector/a, hay que ser (o haber sido) grado 5 de alguna institución universitaria. Naturalmente, esto que dije es un resumen, y hay más complicaciones, pero no quiero ser demasiado largo y no voy a entrar en detalles que no le hacen al fondo de lo que quiero ir.
Decía más arriba que los docentes, en cualquier grado, pueden tener distinta obligación horaria semanal. Pero un aspecto importante, es que cada docente, más allá de su carga horaria y de su grado, tiene tres tareas mínimas que cumplir. Estas son docencia (no hay que explicarla por obvia), extensión (que implica, por ser muy simple, la vinculación de la Udelar con la sociedad) y la investigación, o sea, la generación de conocimiento nuevo, de calidad (sea en el área que sea). Naturalmente, la obligación de cumplirlas va aumentando de acuerdo al grado.
Para cumplir con estas tres tareas, existe un régimen especial, llamado de dedicación total (DT). ¿Qué es este régimen, qué implica y cómo se accede al mismo? Simplificando, pueden aspirar al mismo los docentes de grado 2 para arriba. Se paga a quienes acceden al mismo 60 horas semanales; y no se puede tener otra fuente de ingresos. O sea, un docente en régimen de DT no puede trabajar por fuera de la Udelar... Por ejemplo, un docente Ingeniero o Médico en régimen de DT, no puede ejercer la Ingeniería o la Medicina en forma particular o tener otro empleo. Tiene que trabajar exclusivamente para la Udelar.
Establecido lo anterior, vayamos un poco a las tareas de investigación. Es indudable, y esta pandemia lo dejó muy claro, que es necesario tener cuadros formados capaces no solamente de generar conocimientos originales (eso es la investigación) sino de responder a situaciones complejas. Eso, la experiencia internacional (y la nacional) demuestra claramente que solamente que quienes tienen la cabeza puesta solamente en las tareas inherentes a la Udelar lo pueden hacer. Más aún, no se puede investigar, en forma seria, trabajando 15 o 20 horas por semana. Se necesita ser DT. Y digo más: en la mayor parte de las Universidades del mundo (incluyendo las mejores) los docentes son de entrada, sin solicitarlo, dedicación total. En cambio nosotros, lamentablemente, tenemos que seguir un proceso muy lento... una vez que llegamos al menos al grado 2, solicitamos ser DT. Nos estudia una comisión en la Facultad respectiva. En base a nuestros méritos (que tuvimos que generarlos sin ser dedicación exclusiva, lo que implica "haberlo sido" pero sin la retribución económica) y teniendo en cuenta un proyecto de investigación (que es cuidadosamente evaluado), dictaminan si lo merecemos al régimen o no. Si dicen que si, el Consejo de la Facultad eleva la solicitud a una comisión central de toda la Udelar. Si esta dice que si, que merecemos el régimen, pasamos a una lista de espera. Y en la medida en que haya recursos, se va otorgando el régimen. Todo ese filtro previo asegura que los que llegan a obtener la DT son de muy buenos para arriba. (Y digo esto entre paréntesis: a los DT, se los juzga en el régimen cada 5 años, de nuevo por la comisión de la facultad, el consejo, la comisión central, etc. O sea, que no es algo que se dé de por vida. Una vez que se llega, hay que producir ciencia de calidad).
Todo lo que dije, muestra lo difícil que es acceder a ese régimen. Hay que pasar muchos filtros académicos. Podrá estar bien o mal, pero es así. Pero hay algo que no se puede discutir. La aplastante mayoría de la producción científica de la Udelar está en mano de los docentes DT. Y a su vez, la producción de la Udelar es algo así como el 80% de la producción científica del país. O dicho de otra forma, si no hay más docentes DT en la Udelar, la producción científica nacional va a decaer en forma notoria, con todo el daño que eso representa.
Y hoy tenemos varias decenas de colegas que han pasado todos esos "filtros" y están esperando que haya recursos para acceder al régimen de DT, y, en particular, muchos son jóvenes que quieren dar su mejor esfuerzo por el país. Y claro, más allá de cualquier discusión, vaya si los docentes DT de la Udelar demostraron no solamente su formación, sino su vocación por el país... la pandemia lo mostró.
Y me indigna ver que a la Udelar no se le aumente el presupuesto, cuando al mismo tiempo se la requiere para combatir la pandemia. El examen, lo pasamos. Pero al mismo tiempo, mientras se nos consulta, se nos impide darle entrada al régimen de DT a tantos colegas que están dispuestos a dar todo por la ciencia, en su sentido más amplio. Sin más presupuesto, no habrá más DT. Solamente entrarán aquellos para los que haya fondos generados por los que por razones de edad se jubilen. En la mejor hipótesis, con el proyecto del ejecutivo, el número de docentes en régimen de dedicación exclusiva se mantendrá, cuando habría que multiplicarlo.
Espero que el Poder Legislativo modifique esta situación. El futuro del país está en juego... y reitero: la situación actual lo demostró: financiar investigadores con dedicación total no es un lujo, es una necesidad. Podría escribir sobre otras necesidades de la Udelar también impostergables y que están siendo dejadas de lado al no aceptar el Poder Ejecutivo la propuesta elevada por la Udelar. Quizás lo escriba en otra oportunidad. Hoy me limito a esto tan obvio que cae por su propio peso: necesitamos más docentes dedicados exclusivamente a la actividad académica. Si no se modifica esto, no hay futuro independiente para nuestro país. Espero que los legisladores, de todos los partidos, lo entiendan. Hay demasiado en juego. No es un lujo tener investigadores dedicados a tiempo completo, es una necesidad impostergable. Espero que los legisladores, todos los legisladores, estén a la altura. Ojalá no me equivoque.
Héctor Musto
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias
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