VERSIÓN PARA IMPRESIÓN
02/07/25

¿Qué pasaría al día siguiente de triunfar el plebiscito Uruguay soberano?

Marcelo Marchese

1- Caería el Contrato ROU UPM y todos los extraordinarios e inéditos privilegios otorgados a la empresa finlandesa.

Entre los cuales, la exoneración de impuestos, la compra de toda su energía eléctrica sobrante (1500 millones de dólares) su intromisión en la planificación de la Enseñanza Pública, los gratuitos 116 millones de litros diarios de agua que nos obligamos a brindarle incluso si hubiera sequía, la prioridad en el uso de la vía del tren las 24 horas del día los 365 días del año, el precio a pagar por el uso de la vía, la incapacidad de nuestra República de dictar leyes acerca de la actividad de UPM por cincuenta años y el privilegio de acudir a un tribunal del Banco Mundial situado en Washington, escapando de los tribunales de nuestra República, en los casos que hubiera demandas por daños ocasionados por la empresa finlandesa.

 

2- Las plantas de celulosa número 4 y número 5 que están planeadas para nuestro País, no podrían pactar contratos en secreto, sino que sus contratos deberán ser aprobados por ley con una mayoría especial de 3/5 de la cámara de diputados y de la cámara de senadores, siempre que pretendan privilegios como los otorgados en el contrato con UPM2, a saber: la posibilidad de acudir a tribunales extranacionales; la garantía de que no legislemos en áreas que no les convengan; y que un gobierno se obligue a cosas en beneficio de la empresa extranjera por un lapso de tiempo mayor al de su mandato constitucional y que involucre, por lo tanto, a posteriores gobiernos.

Así como las plantas de celulosa 4 y 5, toda otra mega inversión extranjera que busque beneficios extraordinarios que no se otorgan a las empresas nacionales, deberán cumplir estos requisitos.

 

3- Actualmente, un 10% del electorado puede llamar a un plebiscito para reformar la Constitución, que es la ley fundamental del País, pero, curiosamente, para derogar una ley cualquiera se precisa de un 25% del electorado, una cifra casi imposible de alcanzar. La REFORMA URUGUAY SOBERANO reduce de un 25% a un 10% el porcentaje del padrón electoral que pueda llamar a un referéndum para derogar una ley, por ejemplo, una ley que otorgue ventajas inadmisibles a una empresa extranjera.

 

4- Este punto es crucial, y, precisamente por su carácter crucial, difícil de visualizar, pues refiere a nuestra capacidad de ver el futuro. Todo hombre mira al pasado desde su presente, lo que lleva a que la historia, como disciplina, está en constante elaboración y no son pocos, diría que más bien son norma, los casos de "anacronismo", que significa que el historiador traslada la mentalidad y sensibilidad del presente, al pasado, adscribiéndole a los hombres del pasado, la forma de ser del presente. Otra forma de anacronismo, pero con muy peores consecuencias, sucede con nuestras proyecciones al futuro al no poder imaginar todos los cambios que ocurrirían si cambiara una cosa específica.

Al día siguiente del triunfo del PLEBISCITO URUGUAY SOBERANO, hubiéramos generado un debate nacional sobre temas medulares de la política nacional: cómo utilizar los recursos del Estado y quién debe resolver qué cosas hacer con los recursos del Estado, lo que refiere a una palabra fundamental de nuestro Movimiento, la palabra "soberanía". Actualmente, las grandes decisiones se toman con prescindencia de la opinión de los ciudadanos y con excesiva atención a las ordenes que vienen de afuera, y en ese futuro posible, la ciudadanía hubiera vivido una experiencia inédita: hubiera logrado imponer su voluntad a través de un prolongado debate sobre los temas fundamentales del País.

Al mismo tiempo, nuestro Movimiento ciudadano UPM2 NO, que pacientemente viene tejiendo una red en toda la República, habría logrado un triunfo elocuente y habría anudado de forma más firme los puntos de su red. Tendríamos más confianza en nuestras propias fuerzas y seríamos un movimiento de ideas que permeara a todos los partidos políticos y movimientos sociales, habida cuenta que las ideas de nuestro Movimiento los trascienden e incluye a personas de todos los partidos y movimientos sociales.

La Reforma incidiría tanto en las elecciones legislativas de octubre de 2024 como en las presidenciales de noviembre, si hubiera segunda vuelta, pues si más de la mitad del electorado apoyara nuestra REFORMA, obligaría a tomar posición a unas cuantas listas de candidatos a representantes y de candidatos a presidente.

 

En suma, se abriría un nuevo tiempo, con una ciudadanía más preparada, mejor organizada y más activa, y sobre todo, con la certeza de que las cosas pueden cambiar por obra de nuestra voluntad, con lo que le asestaríamos un duro golpe a la cultura de la derrota, sin la cual no podría concretarse la entrega de nuestros recursos y la asfixia de nuestra democracia.

Nadie puede prever con absoluta certeza el futuro, pero uno puede imaginarlo a grandes rasgos. No sólo nuestros recursos se entregan y nuestra democracia se asfixia, nuestra imaginación también está sufriendo los embates de la globalización, y quien ignora el poder de la imaginación, lo ignora todo.

Marcelo Marchese

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias



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