BIENVENIDO 2018
Aspiraciones por alcanzar en la Gestión de Bosques y el Sector Forestal del Perú
31.12.2017
HUÁNUCO (Uypress/Carlos Manuel Cabrejos Bobadilla)- Perú tiene, al 2016, un área boscosa de 73.973.000 has de bosques naturales. Ocupando el noveno lugar de los países con mayor extensión de bosques del planeta.
Hemos padecido en el 2016, una tasa anual de pérdida de bosques, que asciende a 164,662 has. Es preocupante, porque dicha tasa de deforestación:
a- Implica un patrón de incremento de las tasas anuales por encima de los 165,000 has desde el año 2014. La tasa anual de pérdida de bosques registrada en el año 2014 asciende a 177,566 has, en el 2015 llega a 156,462 has y en el año 2016 alcanza los 164,662 has. Asimismo, debemos prestar atención que en el 2006, en que se suscribe el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, la tasa anual de deforestación era de 74,499 has, pasando en el 2016 a una tasa de deforestación de 164,662 has, es decir, asciende 221.03%.
b- No existe un tratamiento a las conductas o actividades que son las causas directas de deforestación. El cambio de uso con fines agrícolas (agroindustria y migración agrícola -cocalera entre otros) y ganaderos, aportan en un 93.80% a la formación de la tasa anual de deforestación; y, adicionalmente el desbosque para fines de minería ilegal, infraestructura y otros concentran el 6.10%. Ello, conforme se puede corroborar del Cuadro 08 titulado "Causas Directas e Indirectas de la Deforestación de los Bosques Amazónicos" de la Estrategia Nacional de Conservación de Bosques y Cambio Climático, página 57. Lo cual resulta por demás interesante, en tanto, que las normas de persecución penal o administrativa, no han priorizado el control, supervisión, fiscalización y sanción de estas conductas o actividades, sino solo se ha priorizado la conductas o actividades que están vinculadas al aprovechamiento forestal maderable, en especial las que se ejercen al amparo de títulos habilitantes. Así, se ha definido la tala ilegal, como la actividad y en especial la realizada a partir de títulos habilitantes y planes de manejo. Sobre ese absurda definición, se construyen las normas de persecución penal y administrativa; se diseña y crean las instituciones (caso OSINFOR que se vincula única mente a supervisar y fiscalizar los títulos habilitantes que practican el aprovechamiento a partir de panes de manejo) y se perfila la estrategia de lucha contra la tala ilegal. Dejando en absoluta impunidad las conductas o actividades que se constituyen en las principales causas de deforestación.
Un indicador que advierte este proceder, es el rango de probabilidad de detección de estas infracciones que tiene la Autoridad Forestal. En el trabajo titulado "PROPUESTA DE LINEAMIENTOS PARA EL DESARROLLO DE LOS CRITERIOS DE GRADUALIDAD PARA LA APLICACIÓN DE LA SANCIÓN PECUNIARIA", presentado por SERFOR en diciembre del 2017, para justificar la evaluación de la gradualidad de sanciones, se evaluaron 972 casos de detección de infracciones, correspondientes a los años 2015 y 2016, encontrando 37 tipos de infracción, de las cuales, la infracción prevista en el artículo 207 literal 207.3.c del Reglamento Para la Gestión Forestal aprobado por Decreto Supremo N° 018-2015-MINAGRI, que es el cambio de uso sin autorización, tiene una posibilidad de detección BAJA o MEDIA y no tiene posibilidad detección ALTA. Situación contraria a como aparece en el Cuadro 08 titulado "Causas Directas e Indirectas de la Deforestación de los Bosques Amazónicos" de la Estrategia Nacional de Conservación de Bosques y Cambio Climático, en el cual se registra que el cambio de uso sin autorización, aporta en un 98.30% como causa directa a la tasa anual de deforestación de nuestros bosques.
Los bosques que se tumba con fines de cambio de uso, el producto forestal y la biodiversidad, hoy por hoy se queman y pierden para dar paso a las chacras o a la ganadería. Ello, agrava el problema, en tanto, que no solo tienes la afectación al bosque y la pérdida de biodiversidad sino además la emisión de gases de efecto invernadero.
Si se hace el ejercicio de tratar de cuantificar la pérdida económica en virtud de la tasa anual de deforestación promedio de los 3 últimos años que arriba a los 165,000 has, tomando como referente el producto forestal maderable, a un promedio de 12 metros cúbicos por hectárea, podemos señalar que se estarían quemando anualmente 1,980,000 m3, que equivaldrían a 435,600,000.00 pt y a un precio promedio de S/. 1 estimaríamos que se queman S/. 435,600,000.00. Adicionando a la pérdida que estas tierras (165.000 has promedio al año), en un porcentaje, van al sembrío de coca, que tienen como fin la pasta básica de cocaína o el clorhidrato de cocaína, que termina envenenando los ríos, por el uso de los combustibles y ácidos que se desechan en el mismo bosque. Y, por último la destrucción de la base familiar, porque se impone una cultura del narcotráfico, prostitución (trata de blancas), y demás conductas que van en desmedro de nuestro patrimonio natural y nuestra población.
A este flagelo, el titular de título habilitante viene haciendo frente, sin que de ello se percate o comprenda los entes rectores del sector forestal, pese a que esta conducta ya se va reflejando en los cuadros de pérdida de bosques por categoría de técnica u ordenamiento del Informe Nacional o la Estrategia Nacional de Conservación de Bosques, estimándose que en dichas áreas de manejo se afecta en un 15.12%.
Pese a ello, no se ha estructurado en forma debida las normas administrativas y penales, así como la institucionalidad, para controlar, supervisar, fiscalizar y sancionar las conductas o actividades que se constituyen en las principales causas de deforestación, todo se concentra en la cadena de valor forestal.
Bajo esta premisa podemos decir, que así desarrollemos cada mes una operación Amazonas (acción multi institucional para controlar la exportación de productos forestales maderables que tienen origen controversial) con el fin de restringir y reducir a cero la actividad informal o ilegal vinculada al aprovechamiento de los recursos forestales. Ello, no aminorará la destrucción del bosque, porque se va produciendo en virtud al incremento de la tasa anual de deforestación, que descansa en conductas y actividades ajenas al manejo y aprovechamiento de los recursos forestales (cadena de valor forestal).
Es menester, comprender el rol de socio estratégico del sector forestal cuando desarrolla el manejo y aprovechamiento sostenible de los recursos forestales y a partir de ello contribuye a la conservación del bosque. Debiendo redirigirse la atención y preocupación para que a partir de esa sociedad estratégica, se logre el control de las conductas y actividades que devienen en causas principales de la deforestación.
En cuanto a la balanza comercial forestal del país, lo resaltante, es el tránsito de superávit a déficit en la misma, la cual tiene como fecha de quiebre la firma del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Conforme a las evidencias que pasamos a reseñar:
1- La información oficial del Ministerio de Agricultura y Riego, advierte que balanza comercial forestal del Perú entre el 2000 al 2006, era positiva, teníamos superavit, pero no solo eso, sino que este superávit era creciente, llegando a un incremento del 181% al pasar de exportaciones por US$ 68,000,000.00 a US$ 191,000,000.00, manteniéndose las importaciones en este mismo periodo de tiempo de US$ 20,000,000.00. Gestando un superávit creciente de 340% a 955%.
2-La balanza comercial forestal en el 2015, es negativa, las importaciones de productos forestales alcanzaron la suma de US$ 1,104,834,139.00 y nuestras exportaciones alcanzaron la suma de US$ 336,364,308.00. Es decir, tenemos un déficit para el Perú de 328.46%.
Conforme a una publicación de PROCHILE "El mercado de la madera para la agroindustria en el Perú" de noviembre del 2016, han identificado que la demanda de productos forestales maderables para la agroindustria en el Perú para el 2020, será de 2,000 millones de dólares americanos. Igualmente tienen estudiado el mercado de construcción. Habiendo desarrollado una actividad de prospección y de apertura de mercado entre el 14 al 18 de noviembre del 2017 en la ciudad de Ica, ello mientras en Perú en la Mesa Ejecutiva de Desarrollo Forestal, tratábamos de que las entidades del Estado entiendan cuál era su rol a partir de la exposición de estas actividades que practica el gobierno chileno en favor de su sector forestal para intervenir en el mercado peruano.
Tenemos una contracción de las exportaciones a partir del mayor control del aprovechamiento forestal, en especial el maderable; y, un incremento de las importaciones en cuanto a nuestra balanza comercial forestal de 328.46%. Pero, en dicho periodo de tiempo, tenemos el incremento de la tasa anual de deforestación del 2006 al 2016, hasta en un 221.03%.
Lo que nos puede ayudar a deducir, que no existe una relación entre la suscripción del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Chile por ejemplo, con la conservar bosques o la biodiversidad, a partir de:
Incrementar a raja tabla, el control, supervisión y sanción (administrativo y penal) del manejo y aprovechamiento forestal formal.
Atacar las exportaciones de productos forestales que provienen del manejo forestal.
Facilitar absolutamente las importaciones de productos forestales de Estados Unidos y Chile.
Ello, en razón que cuanto más presiono las premisas i), ii) y libero la iii), me generó un media histórica de incremento de la tasa anual de deforestación del 221.03%.
La tarea que nos deja el análisis es buscar el cierre de la brecha que tenemos en balanza comercial, pero asimismo cubrir la brecha que existe en la demanda interna de madera para la agroindustria, la cual se prevé que llegue en el año 2020 a los 2,000 millones de dólares. El cierre de estas brechas, va a mejorar la economía del sector forestal peruano. Además, que el buen manejo forestal tiene una relación directa con la conservación productiva de bosques. Pero el objetivo de incrementar la balanza comercial, bajo una estrategia de orientar, promover y consolidar el paso del buen manejador forestal y de fauna silvestre al mercado nacional o internacional, por ser quien puede acreditar el origen legal y la trazabilidad de sus recursos, productos o sub productos.
En cuanto al área de bosque ordenado, sometido a títulos habilitante, manejo forestal y custodia, advertimos lo siguiente:
Zonificación y ordenamiento forestal, se aprobó la nueva Ley Forestal con la puesta en vigencia de los reglamentos, se aprobó las normas complementarias (guía metodológica), pero es un proceso que no se inicia ni promueve. Solo se tiene el ordenamiento creado y aprobado al amparo de la Ley N° 27308 Ley Forestal y de Fauna Silvestre y la Ley de Áreas Naturales Protegidas.
En cuanto al otorgamiento de títulos habilitantes, aquí debemos advertir:
Al amparo de la Ley N° 27308 Ley Forestal y de Fauna Silvestre derogada, se otorgaron 9´176,668.26 has de bosques, en concesiones forestales maderables y no maderables.
Este dato es interesante, en tanto, que existe una relación entre conservación de bosques (evitar avance de deforestación) y puesta en valor a través de los títulos habilitantes otorgados al amparo de la Ley N° 27308 Ley Forestal y de Fauna Silvestre y las áreas naturales protegidas -ANPs.
La evidencia que usamos para sustentar esta afirmación, es el "Cuadro N° 2 Deforestación Acumulada (2001-2014), según categoría de uso de tipo de tenencia", página 59 a 61 del Informe Nacional de Conservación de Bosques 2016 del Ministerio del Ambiente, en el análisis del porcentaje de distribución de la deforestación por categoría, se advierte que la pérdida de bosques en las categorías títulos habilitantes otorgados al amparo de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre (concesiones forestales), soporta sólo el 14.87%, mientras que en las áreas libres (no ordenadas), ordenadas pero no asignadas en derechos (BPP libres), en los predios privados y las comunidades nativas y campesinas, acumulan una tasa de presión de deforestación del 85.72%.
Ello nos permite interpretar, que la custodia del bosque y el control del avance de la deforestación, tiene mejor funcionamiento o resultado, en las áreas sujetas a títulos habilitantes otorgados al amparo de la Ley Forestal.
Las áreas sujetas a la custodia del Estado (los bosques no ordenados y los ordenados pero no asignados en derecho), tienen el mayor porcentaje de presión o sea el Estado no es un buen custodio.
Se debe prestar atención, a las áreas de bosques, donde se otorgan derechos, vinculadas a una visión agrícola (propiedad privada en predios rurales, comunidad nativa o campesina), en tanto, que se titula las tierras con capacidad de uso mayor de la tierra - CUM, para cultivo en limpio "a", cultivo permanente "c" y pastores "p". En las que partes del supuesto de acreditar actos posesorios agrícolas en el bosque (normalmente conversión y cambio de uso para desarrollo de sembríos y ganadería) para que se te otorgue el derecho agrícola de propiedad o comunal. Estas áreas de bosques, como se observa en el cuadro, padecen un elevado porcentaje de deforestación.
Bajo la premisa, que el privado cumple una mejor custodia de los bosques naturales, a través de los títulos habilitantes otorgados por Ley Forestal, bajo un enfoque de manejo y aprovechamiento sostenible de los recursos forestales, es que impulsamos la puesta en valor de nuestros bosques, vía el otorgamiento de los títulos habilitantes.
La puesta en valor, entendíamos, que no requerían de la puesta en vigencia de una nueva Ley Forestal, en tanto, que se necesitaban ajustes a la derogada Ley 27308 LFFS, en cuanto:
A la no necesidad de tener como requisito para acceder al título habilitante, el otorgamiento del derecho agrícola (propiedad o posesión por la Autoridad Agraria Regional por ejemplo), cuando podía la misma autoridad forestal reconocer y otorgar el acceso a la tierra que detentaba bosques o su uso era forestal o de protección.
Simplificación del procedimiento para el acceso al título habilitante, marcada por la actuación de oficio del Estado.
Dotarles de mejores atributos al derecho forestal para asemejarlo o equipararlo al derecho de propiedad agrícola (disposición y reivindicación por ejemplo, que permitiese asociaciones estratégicas y mercado de derecho ágil sin mayor intervención del Estado).
Que el manejo forestal no responda a la cultura del papel, el escritorio y la corrupción, sino del acompañamiento por la autoridad e implementación en campo. No queremos ingenieros, en los escritorios de las oficinas en la capital del Perú, en sus oficinas exclusivas ubicadas en La Rinconada Baja de la Molina (SERFOR) o de Magdalena (OSINFOR), para pedir el DNI u otro requisito procedimental al viviente, sino queremos que esos ingenieros forestales, biólogos o botánicos, vayan a campo, para acompañar la formalización y la implementación de manera preventiva del manejo forestal y de fauna silvestre en el bosque.
Con ello se debió formalizar la ocupación del área boscosa, sin que se requiera acreditar el otorgamiento del derecho de propiedad agrícola para luego solicitar y obtener el título habilitante. Esta perversión ha hecho que se limite de manera innecesaria la puesta en valor y formalización de la ocupación del bosque con una visión forestal, sin la dependencia del derecho agrario para la puesta en valor o la ocupación del bosque.
Una sub categoría que merece atención, son las unidades de aprovechamiento que luego de ser concesionadas, fueron objeto de supervisión, fiscalización y caducidad por OSINFOR, las cuales, pasan a ser áreas libres y disparan el porcentaje de presión por deforestación del 14.87% al 85.72%. Ello aunado al espacio de tiempo de demora tanto:
En ponerse en valor nuevamente, nos permite preguntar que pretende el Estado si es mal custodio, priorizar por priorizar la función supervisora persecutora o la de conservación del bosque.
La demora del procedimiento de supervisión, fiscalización y sanción a cargo de OSINFOR, se encuentra relacionado con la perdida de bosques por deforestación, que debe impulsar repensar los procedimientos administrativos únicos para volverlos más técnicos, oportunos y menos legalistas inoportunos, tomando en consideración el fin último que es la conservación de bosques.
En el periodo de vigencia de la Ley N° 29763 Ley Forestal y de Fauna Silvestre, identificamos tres títulos habilitantes que podían servir para poner en valor el bosque con inmediatez:
Procedimientos abreviados para otorgamiento de concesiones forestales maderables, en unidades no otorgadas en dos concursos públicos y las revertidas.
La cesión en uso, aun con sus deficiencias en cuanto a cesiones en uso para sistemas agroforestales y silvopastoriles (artículo 63 de la Ley N° 29763 LFFS), respecto a la cesión en uso para acceso a bosques residuales (artículo 64 de la Ley N° 29763 LFFS), podían en su dimensión y limitación a ayudar a formalizar la ocupación y la actividad de un gran número de ciudadanos que se vinculan al patrimonio forestal de la Nación.
Bosques locales, que tenía la posibilidad de ayudar a formalizar la actividad a partir de los bosques locales, para que accedan los vivientes de determinadas jurisdicciones de la Amazonía.
Fue así, que impulsamos como parte de la agenda de la Confederación Nacional Forestal del Perú en la Mesa Ejecutiva de Desarrollo Forestal, la aprobación de los lineamientos de procedimiento abreviado, la cesión en uso y los bosques locales.
Diremos también, que la transición jurídica, a partir de la puesta en vigencia la Ley N° 29763 LFFS, con la aprobación de sus reglamentos, los cuales se hacen depender de sus lineamientos (normas complementarias), trae a nivel nacional que se suspendan procedimientos a cargo de los Gobiernos Regionales y Administraciones Técnicas Forestales, afectando a gran parte de la población formal del sector forestal, por la no atención de sus procedimientos administrativos. Surgen las quejas y reclamos de comunidades, caseríos, pobladores individuales, etc. Situación que la gestión saliente de SERFOR y el gobierno nacional saliente (Ollanta Humala), entendemos no pudo administrar en forma debida.
En el segundo trimestre del 2017, se aprueban los lineamientos del procedimiento abreviado para otorgamiento de concesiones forestales maderables, luego de ello, se impulsó la implementación con la generación de los mapas por parte de los gobiernos regionales y la publicación de los mismos para dar inicio a la puesta en valor por esta vía.
Así se logra someter al procedimiento abreviado 2 millones de hectáreas de bosque de producción permanente: i) 1,200,000.00 has en Loreto; ii) 800,000.00 has en Ucayali. De ellas se han suscrito contratos de concesión forestal con fines maderables por 543,000 has que entran a custodia y aprovechamiento sostenible en este 2018. Además resulta interesante, porque ingresa esta cantidad de área al 15.82% de presión por deforestación dejando el 85.72%.
En cuanto a los bosques locales se han establecido hasta la fecha 4 boques locales.
En materia de cesión en uso, no se conoce título algún que se haya otorgado.
Otro gran problema que identificamos y que viene socavando de nuestro sector foresta nacional y la imagen del país, es el del origen legal de los productos forestales maderables que provienen de nuestros títulos habilitantes y se someten al mercado nacional e internacional.
El modelo hasta hoy llevado a cabo para acreditar el origen legal y la trazabilidad por parte del Estado, es el de control preventivo para especies CITES a cargo de SERFOR y gobiernos regionales; y, como regla general la supervisión o fiscalización posterior al aprovechamiento. Una diferenciación en materia de supervisión, es que luego de las operaciones Amazonas 2014 y 2015, OSINFOR informa a los titulares de títulos habilitantes que podían requerir mediante carta que los supervisen los planes de manejo que tenían especies para exportar.
Esta forma de trabajo mantuvo al Perú con tasa de inexistencia de árboles declarados en los planes de manejo y supervisados por OSINFOR de 24% desde el 2010 al 2016, conforme a la información que se publica en el reporte 5 del SIGO OSINFOR.
Desde nuestra tribuna impulsamos incluyendo en la agenda que expone la Confederación Nacional Forestal del Perú, desde finales del 2015 en las distintas reuniones y luego en la Mesa Nacional (Ejecutiva) de Desarrollo Forestal, que el modelo de supervisión y control, debía ser preventivo, a través de las supervisiones por parte de OSINFOR:
Previa a la aprobación del plan operativo.
Durante la corta.
Al final de la corta.
Ello con la finalidad:
Que se consiga la acreditación del origen legal y la trazabilidad del producto forestal.
Que OSINFOR cambie la filosofía de ser un órgano persecutor, a ser un órgano del Estado que acompañe el buen manejo forestal y de fauna silvestre en campo. Si el ciudadano tenía errores en la presentación de su plan de manejo, con las visita de campo, se le debía orientar a corregir. Lo mismo durante la corta y con posterioridad a la misma, buscando desarrollar, acompañar y acreditando con ello el buen manejo forestal en campo.
Este mensaje lo hemos llevado a los distintos rincones de la Patria, a los vivientes, a los titulares de títulos habilitantes, tratando de formar consciencia que el buen manejo forestal y de fauna silvestre, es el camino a seguir.
En las reuniones de la Mesa Ejecutiva de Desarrollo Forestal, OSINFOR señaló que su norma de creación (Decreto Legislativo N° 1085), no le permitía ejercer este modelo de supervisión, requiriendo un informe por SERFOR como ente rector. SERFOR, emite con la demora respectiva el informe señalando que OSINFOR podía participar acompañando al gobierno regional; y, sobre este informe el 24 de noviembre del 2017, OSINFOR aprueba su Directiva para la supervisión previa a la aprobación de planes operativos.
Pero este modelo, impulsado desde las bases sociales quienes soportan el modelo de manejo y aprovechamiento sostenible de los recursos forestales, este año 2017, gestó la reversión del indicador de inexistencia del histórico 24.71% a 9.84%. Es decir, los manejadores de bosques del Perú, tienen un indicador de existencia de árboles supervisados por OSINFOR del 90.17%.
Este indicador es importantísimo, en tanto, que debe marcar la pauta para que con las supervisiones durante corta y posterior, se acredite el origen legal y la trazabilidad de manera plena al 100%, con ello formemos la oferta para comercializar a nivel nacional o internacional, levantar la imagen país y posicionarla en el mercado. Brindándole oxígeno y vida al sector forestal nacional.
Presumimos, que si SERFOR y OSINFOR hubieran entendido la dimensión de este razonamiento y hubieren cumplido su función en la oportunidad requerida, implementando este modelo de supervisiones y control previo, que fuera presentado por CONAFOR PERÚ hacia fines del 2015 en las primeras reuniones de trabajo; aplicando este modelo desde el 2016 y el 2017, el Perú, hubiere conseguido obtener el 100% de tasa de existencia de árboles declarados en los planes operativos supervisados por OSINFOR y ya hubiéremos accedido al 100% de origen legal y trazabilidad. Pero, entendemos que quienes estuvieron a cargo de los entidades tutelares del sector forestal, tenían otra agenda, otros intereses, que nos llevaron a mantener en el 2015 y 2016, la tasa de inexistencia en un 24%. Por lo que se impone que se designen autoridades que estén a cargo de las autoridades tutelares del sector forestal, que prioricen y actúen con la oportunidad debida a los pedidos de la población organizada, para alcanzar los objetivos y el proyecto país que merecemos. No necesitamos autoridades con intereses subalternos que buscan el deterioro del sector forestal peruano y el desarrollo del sector forestal de otro país a partir de nuestro consumo interno.
Es decir, no solo se afianza la custodia del bosque natural a través de los títulos habilitantes, que soportan un porcentaje de deforestación de 14.12%, sino que además incrementó la tasa de existencia de árboles declarados supervisados por OSINFOR al 90.17%.
Nuestra aspiración para este año 2018, que la hemos trasladado a todos los manejadores de bosques y vivientes vinculados al patrimonio forestal, que son parte de la Confederación Nacional Forestal del Perú, que lo hemos expuesto ante la Mesa Ejecutiva de Desarrollo Forestal:
Es llegar al 100% la tasa de existencia de árboles declarados supervisados por OSINFOR. Bajo el modelo de supervisión que hoy ya se tiene aprobado, que es el de supervisión previa a la aprobación de los planes operativos, durante corta y posterior a corta, lleguemos al 100% de origen legal y trazabilidad del producto forestal maderable que sale de nuestras áreas de manejo forestal del Perú.
Ello nos permitirá cumplir las normas Fletgh o la Lacey Act y cualquier norma que se requiera a efecto de levantar la imagen del país y permitir que nuestros productos forestales accedan a cualquier mercado del mundo. Que las maderas finas de nuestro bosque tropical, tengan la importancia y el debido trato en cualquier mercado.
Siempre tendremos los que van a seguir hablando de la operación Amazonas, sobre el porcentaje que no tiene sustento sobre tala ilegal y un gran etc, que coincidentemente se realiza en tiempos de COPs, donde las ONGs van por millones para sus proyectos o cuando el gobierno peruano va a realizar compras públicas millonarias y salen ganadores por coincidencia el sector forestal de otro país, que es nuestra inmediata competencia (Estados Unidos o Chile).
Rolando Navarro (ex Presidente Ejecutivo de OSINFOR), en un twitt, señaló que debía esperar a la conclusión del año 2017, para ver si la tasa de existencia de árboles declarados en los planes operativos supervisados por OSINFOR se consolidaba. Bueno estas líneas las escribo en un rincón de la Patria (las que camino para contrastar si se aplica o si sirven o no las normas forestales), casi al 31 de diciembre del 2017, viendo al SIGO OSINFOR (reporte 5) y advierto que la tasa de existencia de árboles declarados en los planes operativos supervisados por OSINFOR se consolidó y cierra sobre el 90%. Lo que me ratifica en señalar que el modelo que tuvo OSINFOR hasta la salida de Rolando Navarro (2016), tuvo grandes errores de concepción, mantuvo y promocionó los indicadores negativos en materia de manejo forestal. Dichos indicadores se van revirtiendo con los cambios que se han gestado a partir de nuestras reflexiones que sirven a la agenda CONAFOR PERÚ, la cual se va exponiendo en la Mesa Ejecutiva De Desarrollo Forestal, hoy a cargo del Ministerio de Economía y Finanzas, en tanto que no buscamos destruir sino construir el afianzamiento del proyecto país en materia forestal.
Aspiramos promover la transición de manejador forestal a comercializador nacional o exportador. En tanto, que si es él, es el que se esfuerza por acreditar el origen legal y trazabilidad de sus productos que aprovecha en su área de manejo; entonces, debe tener la capacidad de vincularse al mercado nacional e internacional posicionando al país. Además que la diferencia en el precio a obtener (de precio de troza en bosque a precio FOB), le servirá a él, al manejo forestal y a la custodia de su bosque.
Aspiramos poner en valor la mayor cantidad de bosques posible, entendiendo que tenemos entre áreas no categorizadas y categorizadas y no otorgados en títulos habilitantes 26´859,923 has. Entendiendo además, que el procedimiento abreviado llevado a cabo en el Gobierno Regional de Loreto, tuvo una duración aproximada de 382 días entre la publicación de mapas y la suscripción de contratos por 543,000 has (media de 382 días por 543,000 has).
Ello a efectos de que pasen de la inexistente custodia del Estado que causa que soporten el 85.72% de presión por deforestación por ser áreas libres, a ser custodiadas por el titular y soporte el 15.82% siendo título habilitante.
Asimismo, aspiramos reducir el porcentaje del 15.82% de presión por deforestación (a partir del cambio de uso, desbosques que se realizan por invasores) dentro de áreas de manejo o títulos habilitantes. Ello a partir del desarrollo de una estrategia de mayor y mejor atención del titular del título habilitante para controlar los actos de terceros de usurpación, invasión y cambio de uso o desbosque.
Lo expuesto y los indicadores positivos que vamos logrando y aspiramos se afiancen, me da pie a señalar que no somos un país de taladores ilegales, como se generaliza a partir de casos concretos, en las publicaciones de USTR, de CIEL, en la de GLOBAL. Somos un país de ciudadanos que soportan un Estado ausente del bosque; en su ausencia, vamos organizando a la población en sus organizaciones de base las cuales proponen vía diálogo social en las Mesa Ejecutiva de Desarrollo Forestal, las reglas que nos ayuden a superar nuestros problemas en manejo y conservación de bosques, logrando de a pocos y entendiendo los tiempos en que camina el Estado, de manera conjunta resultados positivos.
Estas propuestas no le cuestan un sol, dólar o euro al presupuesto público o a la cooperación internacional. A contrario sensu, son millones de soles, dólares o euros, que va gastando sin resultados alguno, proveniente de presupuesto público o cooperación internacional. Son 90 millones de dólares que Estados Unidos gasta en Perú, a través de sus agencias, programas y proyectos desde el 2009, en que se viene implementando el Tratado de Libre Comercio y su Anexo Forestal. Así también, son millones de euros provenientes de los países de la Unión Europea. Siendo sus resultados: i) el crecimiento de deforestación hasta casi el 200% desde el 2006; ii) las áreas del ordenamiento forestal y las áreas de títulos habilitantes, se reduzcan al igual que la industria forestal.
A este modelo, de proyectos, programas y consultorías vanas con resultados negativos, se encuentran asociados las ONGs, empresas consultoras y consultores de siempre, que pululan entre el Ministerio de Agricultura, Ministerio del Ambiente, Gobiernos Regionales, Embajadas y otros, logrando presupuestos, cuyos informes de ejecución normalmente no dan cuenta de los reales indicadores en los que se mueve el sector forestal.
Por nuestro lado, estamos ayudando a organizar a los ciudadanos de nuestra Patria en su Confederación Nacional Forestal del Perú - CONAFOR PERÚ, que ayuda a gestar la reflexión crítica y propositiva para revertir los indicadores negativos, mejorar la imagen país, ganar la confianza del mercado nacional e internacional, posicionar a nuestro sector forestal y lograr con ello la recuperación del tiempo y terreno perdido, gestado en el marco de Tratados de Libre Comercio y Anexos Forestales que han ayudado a mejorar las posiciones en nuestro mercado nacional del sector forestal chileno y de Estados Unidos, en desmedro de nuestro sector forestal y de nuestros bosques (conforme lo pueden corroborar de nuestra Balanza Comercial Forestal negativa y los Datos Oficiales de Bosques y Pérdida de la Cobertura de Bosques Húmedos); así como la generación de conflictos sociales que nos legaron nuestros muertos en el Baguazo (parte del pueblo peruano policial y comunero). Lo cual debe y merece ser cambiado.
Bienvenido 2018, serás un espacio de tiempo, para seguir trabajando, aportando y consiguiendo lo cambios, lograr nuestros indicadores positivos y conseguir el objetivo de posicionar nuestro proyecto país que lleve al desarrollo sostenible a nuestra gente. Esta aspiración la tenemos y proponemos como pueblo forestal peruano organizado en la CONAFOR PERÚ.
Carlos Manuel cabrejos Bobadilla es asociado a CONAFOR Perú
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias