ETIQUETADO DE ALIMENTOS
Polémica sobre el etiquetado de alimentos
10.07.2018
MONTEVIDEO (Uypress) – El proyecto de decreto de etiquetado de alimentos viene siendo elaborado desde el 2016. Este fue redactado por un equipo interministerial con asesoría de la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y Unicef, a instancias del Ministerio de Industria, Energía y Minería.
Los criterios que definen los excesos de sodio, azúcares, grasas o grasas saturadas y en los que el equipo de basó para redactar el proyecto, surgen del “Modelo de Perfil de Nutrientes” de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), afirma Gastón Ares, ingeniero alimentario y doctor en Química, integrante del equipo.
La Cámara Industrial de Alimentos (Ciali) planteó el año pasado que de aprobarse el decreto, el 95% de los alimentos tendrían advertencias. "Desde la industria estamos a favor de informar al consumidor más y mejor, pero no concordamos en tres puntos básicos", dijo Pache, presidente de Ciali a Montevideo Portal.
El rotulado similar a un cartel de Pare estigmatizaría y generaría temor, más que educación. Ciali propone el modelo inglés, de estilo semáforo.
"Por otro lado, no concordamos en que no termine siendo consensuado en el Mercosur, ya que nuestra realidad es que importamos de Brasil y Argentina, y es difícil que hagan un packaging especialmente para Uruguay", dijo Pache. Argentina y Brasil van rumbo al estilo del semáforo policromático, según indicó.
El tercer punto para Pache es que el nivel de información que nuestro país establece respecto a los alimentos y sus componentes de grasa, sodio y azúcares, es extremadamente exigente, y plantean otro tipo de graduación a nivel de nutrientes. "Si fuéramos hacia el camino de lo que Uruguay tiene previsto, habría un 95 % de alimentos que deberían estar rotulados de alguna manera", dijo.
Pache explicó que la industria ya tiene que lidiar con rotulados nuevos aprobados por la IM y el Ministerio de Industria y que los costos económicos de un packaging con tantos rotulados generará que se discontinúen algunos productos.
A las críticas de Ciali se sumaron las del departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Facultad de Química, el que realizó un informe sobre el proyecto cuestionando muchos de los criterios y conceptos usados. En él, el departamento aclara que comparte la preocupación por el incremento de la obesidad y la incidencia de enfermedades no transmisibles (ENT) en Uruguay y en el resto del mundo, así como la aplicación de medidas que busquen combatirlas "modificando los hábitos de consumo de los uruguayos o mejorando la calidad nutricional de los alimentos que se elaboran en nuestro país".
El departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Facultad de Química plantea que "el proyecto asume una relación directa entre el consumo de alimentos procesados y el desarrollo de la obesidad y otras ENT", y "no toma en cuenta que en dicho tipo de enfermedades inciden múltiples factores como preferencias de consumo, educación nutricional, actividad física, factores ambientales, etcétera".
"El procesamiento de alimentos, que ha salvado de hambre a la humanidad durante cientos de años, no puede ser condenado ni catalogado como causante directo de obesidad ni de ENT", afirma.
Además, los químicos consideran que "el principal factor que puede resultar perjudicial para la salud no es el consumo de alimentos con excesivas cantidades de grasa, grasa saturada, azúcar o sodio (como consecuencia del agregado durante su elaboración), sino el consumo excesivo de alimentos con incorporación de estos nutrientes".
Además, "agregar dichos compuestos en niveles catalogados como excesivos a un alimento particular no constituye en sí mismo un problema, ya que dependerá de la frecuencia de consumo del mismo por parte de los individuos, algo que el proyecto de decreto no contempla". "¿Se puede condenar a un alimento ancestral como el yogur, con múltiples beneficios comprobados para la salud, por contener azúcar en cantidades tales que resulte placentero para el consumidor? ¿Qué alternativas se proponen? ¿Sustituir azúcares por edulcorantes no calóricos? ¿Es realmente un problema que un niño o un adulto consuma un yogur por día con azúcar como ingrediente? ¿Qué ocurrirá cuando se sustituyan las grasas por sustancias equivalentes desde el punto de vista de la funcionalidad de los productos, pero sin un aporte nutricional definido?", se preguntan.
Gastón Ares respondió a "varios errores conceptuales" de sus colegas.
"Los beneficios del yogurt no son cuando la industria le agrega azúcar en forma excesiva”. “Esa organización estimó los porcentajes de cada uno de estos nutrientes que debería tener un alimento para ser considerado poco saludable, que salen de las recomendaciones nutricionales de cuánto deberíamos consumir de cada uno de estos nutrientes en nuestra dieta total. Una de las características de este sistema es que en realidad no lo hace de forma absoluta sino que dice ‘de todas las calorías que voy a sacar de este alimento, tienen que estar distribuidas de esta forma para que sea saludable’”, dijo Ares a Montevideo Portal.
Para Ares, hay varios "errores conceptuales" en el informe crítico del departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos. El primero tiene que ver con su visión del espíritu del decreto, que según el químico "no es demonizar alimentos ni que la gente no consuma más alimentos con estos rótulos, sino solamente informar que existen algunos alimentos que, desde el punto de vista nutricional, son desbalanceados, porque tienen excesiva cantidad de azúcar, de grasa o de sodio". Por lo tanto, se tienen que consumir con baja frecuencia. El objetivo es "facilitar la toma de decisiones", dijo.
La última versión del decreto establece que hay evidencia científica para establecer que el consumo excesivo de grasa, azúcar o sal se asocia con la obesidad y enfermedades no transmisibles pero "por supuesto que no es la única causa, pero sí es una y cada vez se reconoce más", apuntó.
Como ejemplo de las críticas, tomó las declaraciones sobre el yogurt, al que en el informe definen como un alimento con muchos beneficios. "Es verdad, pero cuando no tiene un exceso de azúcar", dijo.
Ares se refirió a lo difícil que es acostumbrarse a consumir cosas muy dulces, sobre todo, en niños pequeños, lo que orienta las preferencias hacia consumo de alimentos de este tipo.
Dijo que si bien es cierto que los rótulos para los productos light o reducidos en grasa pueden parecer incoherentes, "hay que tener en cuenta cómo se define un producto light o reducido en grasa", ya que muchas veces el nombre se le da en comparación con la formulación original de la empresa de ese producto. Es decir, "desarrolló un alimento con mucho contenido de grasa, luego lo rebaja y por eso es reducido en grasas, pero no quiere decir que sea saludable". Ares aclaró que esas alegaciones de la industria "muchas veces confunden a los consumidores, que piensan que están comprando un alimento saludable, aunque sigue teniendo mucha cantidad de grasa, azúcar o sal".
Lo que plantea el decreto es que "todos los alimentos tengan una misma base de comparación". Una mermelada tendrá mucha cantidad de azúcar "independientemente de si es light o no", dice el ingeniero, que aclara que en esos casos "vas a consumir azúcar y tenés que saberlo, pero no es para asustar sino para que las personas tengan información".
Además, señaló que se acataron lineamientos internacionales pero se los flexibilizaron, sabiendo que los límites impuestos por la OPS iban a generar discordia. El principio que usa la OPS para llegar a esos límites es teniendo en cuenta si se consume todo el tiempo alimentos con cantidades excedidas. "Hoy en día, por ejemplo, las recomendaciones son para una persona adulta, con determinado tipo de actividad. Para un niño no es lo mismo. Por eso la OPS busca criterios aplicables a todos, independientemente de cuánta energía tenés que consumir", aclara Ares.
Asimismo, reconoció que es verdad que los límites de la OPS son muy estrictos, exigentes, y es difícil que algunos productos lleguen a cumplirlos, pero por eso "Uruguay planteó flexibilizarlo y tener criterios que se basan en esos principios pero que son más permisivos, para que el número de productos con rótulos sea menor".
Ares aseguró también que no hay contradicciones con las reglas del Mercosur, como indica el departamento de Ciencia y Tecnología, porque recientemente se acordaron lineamientos para la rotulación de los países del Mercosur, que establecen que habrá rótulos de advertencia y que los parámetros serán los de la OPS.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias