Cardama: Tres jefes del astillero enfrentan 3 años de cárcel y 600.000 euros de indemnización por muerte de un obrero
25.11.2025
VIGO (Uypress)- Tres jefes de los astilleros Cardama, en Vigo, afrontan tres años de cárcel por la muerte de un obrero de una empresa auxiliar del naval que fue aplastado por una pieza de siete toneladas en el 2022. La Fiscalía reclama el pago de 600.000 euros para indemnizar a la familia del fallecido: su hijo de 13 años, su pareja de hecho, los padres y un hermano, según informa La Voz de Galicia.
Los tres acusados son el responsable del departamento de seguridad y salud y de I+D, el jefe de equipo y el jefe de buque.
El operario, Iván Costas Comesaña, de 42 años, esperaba en la puerta del astillero mientras un camión llegó transportando una pieza de gran tonelaje, colocada de forma vertical, que iba a ensamblarse en un buque en construcción. El vehículo, al entrar en las instalaciones, rodó sobre un cable grueso que, supuestamente, nadie había retirado por descuido, la carga se desequilibró, volcó y cayó encima del obrero. Este falleció en el acto.
El fallecido trabajaba para Tunafer, una empresa auxiliar del naval dedicada al montaje y mantenimiento de tuberías.
El triste suceso provocó una rápida respuesta por parte de los sindicatos. Se convocaron manifestaciones al día siguiente que incluían a los trabajadores de Cardama, pero también a los de Metalships, Freire, Armón, Ría de Vigo (antigua Barreras) y empresas auxiliares. El objetivo era reclamar mayores medidas de seguridad.
El accidente fue el 24 de noviembre del 2022, a las once de la mañana en la avenida de Beiramar. La víctima estaba en las instalaciones como empleado de una subcontrata. Según la Fiscalía, unos trabajadores del astillero Francisco Cardama SA se disponían a mover la pieza de un buque, "polín", con un peso de unas siete toneladas. Debido a sus dimensiones y peso, el transporte de la pieza desde el lugar de su fabricación hasta el buque en el que debía ser ensamblada debía realizarse por el exterior de las instalaciones. Para ello se contrató a una empresa de grúas y transportes para que trasladase la pieza de una parte a otra del astillero circulando por la avenida Beiramar.
Unos trabajadores cargaron la pieza sobre un camión y la situaron de forma vertical, lo que la hacía inestable al vuelco. Una vez depositada sobre la caja del camión, uno de los acusados desenganchó la pieza del puente grúa y se dirigió a cortar el tráfico de la avenida Beiramar.
El accidentado y un compañero estaban en la zona de la puerta por donde debía de entrar el camión, esperando para realizar la descarga de otro vehículo pesado.
El acusado pidió al compañero que lo ayudase para cortar el tráfico, por lo que este abandonó la zona de la puerta por la que debía entrar el camión quedando allí Iván.
Cuando el camión se dispuso a entrar marcha atrás por la puerta del astillero, pasó por una zona, no del todo llana, y por encima de un cable de acero de cinco cm de diámetro. Al no entrar de forma perpendicular a la puerta, primero pasó con las ruedas de un lado y luego con las de otro, se generó una especie de «bamboleo» del camión que provocó que la carga se desestabilizase y se cayese por uno de los laterales rompiendo la baldera del mismo. Al caer la carga al suelo, aplastó a Iván.
El cable que estaba en el suelo es empleado para mover los barcos en las operaciones de varada del astillero, sacar el barco del agua y subirlo a la grada y volverlo a introducir en ella. En el momento de los hechos, el cable se encontraba en el suelo ya que fue empleado el día anterior y, como la maniobra de retirada del mismo conlleva un día de trabajo y paralizar la actividad durante ese tiempo de la zona afectada, se decidió dejarlo allí hasta el fin de semana.
Foto: Imagen del día del siniestro mortal en el astillero Cardama de Vigo / Oscar Vázquez / La Voz de Galicia
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