JUGADOR
El mejor lateral de todos los tiempos
28.11.2012
MONTEVIDEO (Uypress) - Nilton Santos fue bicampeón mundial y marcó un modo de entender el fútbol brasileño. Su apodo lo definió siempre: le decían Enciclopedia, por sus notables conocimientos. Ahora, una enfermedad le está robando aquellos recuerdos.
En el Estadio Olímpico Joao Havelange, en uno de sus accesos, está ahí parado, dueño de la historia que cuenta su bronce. La estatua es un homenaje que se renueva cada partido: los abuelos y algunos padres que lo vieron, y los hijos y los nietos que escucharon su leyenda le ofrendan sonrisas cada vez que caminan por allí para ver al Botafogo, en cualquier cita del Brasileirão o del Carioca.
'¿Enciclopedia? O maior do mundo', cuentan algunos al pasar con cierta grandilocuencia, pero sin exageración. Enciclopedia -el apodo nació por sus profusos conocimientos futbolísticos- es considerado por muchos el mejor lateral de todos los tiempos. Fue bicampeón Mundial (en 1958 y 1962), top 10 según IFFHS entre los mejores futbolistas brasileños de todos los tiempos, elegido como el mejor en su puesto en el Mundial de Suecia, integrante del FIFA 100.
El periodista Manolo Epelbaum -argentino, que vive en Brasil- suele contar una anécdota que describe al futbolista: "En aquel tiempo a Brasil lo dirigía Vicente Feola, en un partido contra Austria en plena Copa del Mundo, Nilton Santos se iba al ataque, y Feota le gritaba 'volvéééé, volvéééé'. Pero Nilton Santos siguió yendo y la pasó y siguió y fue gol. Al volver, Feola le dijo lo único que podía decirle: 'Buena, buena'". Desde su debut en el Fogão hasta su retiro con la misma camiseta y en todo su recorrido por el seleccionado Brasilero fue el mismo: un futbolista capaz de refundar una función, de convertirse en paradigma.
La FIFA, lo ubica en su Salón de la Fama, lo retrata desde aquella jugada icónica: 'Resulta difícil contextualizar con precisión lo que significó aquella jugada que hoy parece tan trivial. Habían transcurrido cuatro minutos del segundo tiempo, y Brasil iba ganando 1-0 a Austria en su estreno en la Copa Mundial de 1958. Fue entonces cuando el lateral izquierdo Nilton Santos recuperó un balón en defensa y avanzó. Llegó al mediocampo y se lo pasó a José Altafini. Entonces, ocurrió: en lugar de regresar a su puesto en la retaguardia tras haber asistido al atacante, continuó avanzando, y pidiendo la pelota. Hasta que la recibió y marcó, de un disparo preciso, el segundo tanto de la victoria por 3-0 de los suyos'. Aquella aparición osada resultó un hito en la ida de los laterales brasileños. Fue una celebración que luego heredaron tantos otros, como Junior o Roberto Carlos, por la izquierda; o como Cafú o Dani Alves, por la derecha. En definitiva, representa también un modo de entender el fútbol. Ahora lo sabe todo Brasil: la final del Mundial de 1950 se comenzó a perder con la decisión del técnico Flavio Costa de dejarlo a Nilton Santos fuera de los titulares.
Nilton Santos es hijo de un pescador y de una portera de escuela, desde la niñez Nilton tenía condiciones para ser futbolista. Le gustaba jugar de delantero. A los 19 años, entró en la Aeronáutica al tiempo fue a probarse al Fluminense, le dijeron que no. La tristeza no lo venció. Un tal Bento Ribeiro -tío del coronel que lo tenía a cargo- lo llevó a Botafogo.El club en el que jugó toda su vida fue una suerte de determinismo en su recorrido profesional
Armando Nogueira -destacado periodista y escritor- alguna vez le dedicó un poema que decía mucho en un puñado de palabras: 'Tu, em campo, / parecias tantos, / E, no entanto, / que encanto! / Eras um só; / Nílton Santos'. (Tú, en el campo / parecías tantos / Y, aún / qué encanto! / Eras uno solo / Nilton Santos). Generaba y genera ese tipo de adhesiones.
En estos días difíciles para Nilton que esta pasando por una enfermedad e internación en una clínica del sur de Río de Janeiro, su amigo Damásio Desidério puso a la venta esas reliquias que se guardan para siempre para darle lo donado y ofrecerle una mejor calidad de vida al lateral de la historia. En 2002, Nilton Santos le había regalado botines, premios, pantalones y hasta las dos camisetas que utilizó en sus dos finales del mundo. El inmenso gesto de gratitud tenía un sentido: Damásio, director de una escola de samba, lo había hecho emocionar con un homenaje que le preparó entonces.
Desde hace cinco años el avance del Mal de Alzheimer fue deteriorando su memoria lúcida. Sin embargo, su esposa María Célia contó que cuando algún viejo amigo o admirador le cuenta alguna historia de sus tiempos del Botafogo, Nilton Santos sonríe. Nadie le pregunta por qué. Todos saben de qué se trata. En ese momento breve, aquel crack vuelve a ser Enciclopedia.
r.c.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias