CHINA
Gays son sometidos a tratamientos médicos para ser 'curados'
30.06.2011
PEKIN, 30 Jun (UYPRESS) - En China, los homosexuales son considerados enfermos mentales y son sometidos tratamientos con medicamentos.
"No se puede decir que curemos al cien por cien a la gente. En teoría es así, pero nadie nos creería si lo dijéramos así", señala una de estas clínicas en conversación telefónica en el documental "Tratamientos que curan", dirigido por el cineasta y actor gay Xiaogang Wei y disponible en la página web Queercomrades.com.
"Algunos de estos tratamientos usan la psicoterapia, también medicamentos, algunos antidepresivos. En el pasado incluso se usaban descargas eléctricas para controlar las fantasías sexuales con personas del mismo sexo del paciente", comentaron al director.
Los gays chinos, considerados enfermos mentales hasta hace una década, son hoy víctimas de tratamientos que supuestamente "curan" su orientación sexual en forma de terapias y medicamentos, considerados una estafa tanto por el colectivo como por los sexólogos.
A pesar de la apertura de China en varios tópicos, los homosexuales ocultan su condición a familiares y amigos, llegando a contraer matrimonio con personas de otro sexo para que no se les tilde de tales; siendo sus esposas las primeras en realizar las solicitudes de los tratamientos.
"Los tratamientos por una hora pueden costar unos 300 yuanes (aproximadamente 50 dólares) sólo por charlar", explica Wei, quien recuerda que un hospital de la ciudad oriental de Nankín (Nanjing) se jactaba de haber "curado a más de 300 gays".
Uno de los casos más dramáticos develados por el documental, es el del fotógrafo A Wen: "Estaba muy enamorado de un compañero de mi pueblo, en Chongqing. Sufría muchísimo. Un día me tomé medio litro de licor, porque no podía con la depresión. Lloraba muchísimo. Dejé de ir a clase y el profesor habló con mis padres. Esa fue la primera vez que me enviaron a una institución mental. Lloraba y les decía que no me pasaba nada, pero los doctores no me escuchaban. Nunca les dije que bebía porque me gustaban los hombres", señaló.
Hasta el año 2001, en el país oriental, la homosexualidad se consideró como una enfermedad mental, apareciendo clínicas privadas para realizar el "tratamiento" para abandonar esa condición.
Con la llamada Revolución Cultural en China (1966-1976), las personas de orientación homosexual recibieron persecución implacable, al igual que los artistas, intelectuales y religiosos. Los gays recibieron el tratamiento de forma voluntaria, para no terminar tras las rejas.
Desde la década de 1950, estas "terapias" consistían en usar descargas eléctricas para frenar las fantasías sexuales, en inyectar hormonas y en otro tipo de torturas, pero "nada de esto funcionó", asegura Wei.
En China, existen algo más de treinta millones de homosexuales, de los cuales el 80% se encuentran en estado de depresión y pánico debido a su condición, integrando un conglomerado amplísimo para los "tratamientos" de las llamadas "cápsulas médicas para curar la homosexualidad". Si bien el principal objetivo es monetario, su fundamento original es erróneo, ya que una persona no cambia su condición sexual por medio de sustancias químicas.
China ha avanzado mucho en el tema de los homosexuales: de un problema moral (al igual que la prostitución y la droga), se transformó en una enfermedad. En la actualidad los homosexuales poseen páginas en internet.
"Algunos de estos tratamientos usan la psicoterapia, también medicamentos, algunos antidepresivos. En el pasado incluso se usaban descargas eléctricas para controlar las fantasías sexuales con personas del mismo sexo del paciente", comentaron al director.
Los gays chinos, considerados enfermos mentales hasta hace una década, son hoy víctimas de tratamientos que supuestamente "curan" su orientación sexual en forma de terapias y medicamentos, considerados una estafa tanto por el colectivo como por los sexólogos.
A pesar de la apertura de China en varios tópicos, los homosexuales ocultan su condición a familiares y amigos, llegando a contraer matrimonio con personas de otro sexo para que no se les tilde de tales; siendo sus esposas las primeras en realizar las solicitudes de los tratamientos.
"Los tratamientos por una hora pueden costar unos 300 yuanes (aproximadamente 50 dólares) sólo por charlar", explica Wei, quien recuerda que un hospital de la ciudad oriental de Nankín (Nanjing) se jactaba de haber "curado a más de 300 gays".
Uno de los casos más dramáticos develados por el documental, es el del fotógrafo A Wen: "Estaba muy enamorado de un compañero de mi pueblo, en Chongqing. Sufría muchísimo. Un día me tomé medio litro de licor, porque no podía con la depresión. Lloraba muchísimo. Dejé de ir a clase y el profesor habló con mis padres. Esa fue la primera vez que me enviaron a una institución mental. Lloraba y les decía que no me pasaba nada, pero los doctores no me escuchaban. Nunca les dije que bebía porque me gustaban los hombres", señaló.
Hasta el año 2001, en el país oriental, la homosexualidad se consideró como una enfermedad mental, apareciendo clínicas privadas para realizar el "tratamiento" para abandonar esa condición.
Con la llamada Revolución Cultural en China (1966-1976), las personas de orientación homosexual recibieron persecución implacable, al igual que los artistas, intelectuales y religiosos. Los gays recibieron el tratamiento de forma voluntaria, para no terminar tras las rejas.
Desde la década de 1950, estas "terapias" consistían en usar descargas eléctricas para frenar las fantasías sexuales, en inyectar hormonas y en otro tipo de torturas, pero "nada de esto funcionó", asegura Wei.
En China, existen algo más de treinta millones de homosexuales, de los cuales el 80% se encuentran en estado de depresión y pánico debido a su condición, integrando un conglomerado amplísimo para los "tratamientos" de las llamadas "cápsulas médicas para curar la homosexualidad". Si bien el principal objetivo es monetario, su fundamento original es erróneo, ya que una persona no cambia su condición sexual por medio de sustancias químicas.
China ha avanzado mucho en el tema de los homosexuales: de un problema moral (al igual que la prostitución y la droga), se transformó en una enfermedad. En la actualidad los homosexuales poseen páginas en internet.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias