PRIMER HOLOCAUSTO DEL SIGLO XX

La marcha por el genocidio armenio también es uruguaya

03.05.2018

MONTEVIDEO (Uypress)- Hoy, sobre las 18:30 horas, nuestra principal avenida, 18 de Julio, se vestirá con los colores armenios: azul, rojo y anaranjado, para recordar el primer holocausto del SXX, la masacre de 1.500.000 armenios, y que solo 22 Estados en el mundo condenan, siendo Uruguay el “pionero”, ya que fue el primero que reconoció esta masacre.

 

Según consigna La República, la colectividad armenia afirma que esta conmemoración también es uruguaya.

"El primer eco que tuvieron las demandas de la comunidad fue por parte de Uruguay en 1965. Por tanto, vivimos nuestra doble identidad, la uruguaya como la armenia, como una cuestión muy sencilla ya que Uruguay nos permite expresar nuestras particularidades culturales sin ninguna clase de conflicto. Eso es parte del agradecimiento que siente nuestra comunidad hacia Uruguay y es por esta razón que la conmemoración armenia no es sólo de la comunidad, sino que también es uruguaya y eso es un motivo de agradecimiento y de orgullo," declaró Federico Waneskashian, integrante del Consejo Causa Armenia del Uruguay.

"La colectividad armenia tiene una relación de hermandad con Uruguay. Estamos muy orgullosos de nuestra doble identidad. Armenia tiene un gran afecto por Uruguay, ya que fue el primer país en reconocer el genocidio mediante un proyecto de ley parlamentario. A partir de eso Uruguay fue pionero y ejemplo para lograr luego otros reconocimientos internacionales. Nosotros nos sentimos muy contentos y orgullosos de la forma en que Uruguay acogió a nuestros abuelos y les dio la oportunidad de continuar y desarrollarse", declaró a Ari Chamlian, integrante del colectivo Jóvenes Armenios del Uruguay.

Waneskashian declaró que "los reconocimientos sobre el genocidio han ido avanzando de forma lenta, por la existencia de presiones muy fuertes por parte de Turquía, quien ha reforzado el aparato negacionista con el que pretende eludir su responsabilidad de este crimen. Los turcos hacen una lucha constante día a día por ignorar lo que hicieron. Hay un esfuerzo sistemático y presupuestado dentro de la diplomacia turca para negar una realidad que es constatable para cualquiera. Por tanto, la negación es una política de Estado, que ha no variado sustancialmente en los últimos 90 años".

Explicó que la campaña turca implica conferencias en las distintas universidades del mundo. Señaló que el hecho más reciente pasó en Argentina, en donde se intentó realizar conferencias negacionistas en algunas universidades capitalinas, pero las mismas, al conocer el contenido, finalmente las rechazaron.

"Existen publicaciones, cátedras financiadas con este destino, un aparato diplomático completo destinado a la negación y eso implica el desarrollo de películas, documentales y la financiación de autores que niegan la existencia del genocidio armenio. Incluso hay esfuerzos diplomáticos de embajadores y cónsules que realizan reuniones con los diputados que votan el reconocimiento del genocidio armenio. Hay cartas de intimidación a los parlamentos y todo eso implica un costo estatal enorme".

Dijo que existen testimonios que muestran que durante las revueltas en Egipto, algunos funcionarios turcos financiaron la destrucción de los documentos sobre el genocidio armenio. "Incluso Turquía ha financiado a algunos grupos radicales en Siria para que atacaran continuamente a la población armenia y para que destruyeran el memorial de los altos mártires, lo que es como si en Alemania se destruyera un campo de concentración. Repito, fue destruido por fuerzas rebeldes sirias con el respaldo de Turquía".

Chamlian consideró que el negacionismo es una "política oficial" del Estado turco, que no sólo se mantiene dentro del país sino que a nivel internacional. Señaló que dentro del Código Penal turco hay un artículo que penaliza cualquier mención que se pueda hacer del genocidio armenio. Además, señaló que mediante el aparato diplomático siempre se lleva adelante una política en contra del reconocimiento internacional y de la nación armenia.

"Ellos no hablan de genocidio porque es un crimen tipificado, que tendría implicaciones legales y los turcos no quieren tomar responsabilidad. Desde los acuerdos comerciales y el juego en el plano geopolítico, los turcos han estado históricamente ubicados en un lugar estratégico: siempre han estado entre Occidente y Oriente y eso les ha brindado una coraza de impunidad", reflexionó.

Por su parte, Waneskashian reflexionó que el proceso de reconocimiento ha sido producto de distintos factores. Dijo que durante los años siguientes del genocidio no existía ninguna duda de lo que había sucedido debido a la enrome cantidad de documentación que existía: habían testimonios fotográficos y una cobertura periodística muy detallada de lo que aconteció durante la Primera Guerra Mundial en Turquía. Sin embargo, explicó que en esa primera etapa lo que primó fue el duelo que realizaron los sobrevivientes y sobre todo su búsqueda por volver a integrarse, lo que hizo que el camino de la reivindicación internacional empezara varias décadas después.

El genocidio ocurrió entre 1915 y 1923 y el Imperio Turco-Otomano fue su ejecutor. Fue el primero del siglo XX. Pero... ¿cómo se define exactamente un genocidio? Es un exterminio sistemático de un grupo social motivado por cuestiones de raza, política, religión, etnia o nacionalidad. El 24 de abril de 1915 es la fecha conocida como el comienzo del genocidio ya que en ella se arrestó y asesinaron a cientos de personas, intelectuales, artistas y representantes de los armenios.

En su libro "1915-2015 Memoria. Miradas sobre la identidad armenia", el antropólogo Eduardo Álvarez Pedrosian describe el suceso: "Esta forma de exterminio, conocida luego jurídicamente como genocidio, fue el desencadenante de la discriminación de los armenios por el mundo. Lo importante es tener en cuenta que si bien las hostilidades entre armenios y turcos habían tenido varios estallidos a lo largo de la historia del Imperio Otomano, fundado por los segundos e incluyendo a la gran mayoría de los primeros, no es hasta el siglo XX, frente a una Turquía que miraba con admiración a las potencias modernas europeas, que intentaba copiar los esquemas occidentales de vida, que la situación desencadena en una sangrienta limpieza étnica. Junto con la asunción de las ideas del estado-nación, es que el genocidio se entiende como una racionalidad instrumental".

Waneskashian señaló que las nuevas generaciones están comprometidas y sienten fuertemente la responsabilidad de no olvidar lo ocurrido. "Son conscientes de que tienen que seguir transmitiendo de generación en generación lo que sucedió. Los jóvenes asumen esta labor con mucha responsabilidad. Si uno observa cómo cada año la marcha amplía la cantidad de participantes, se dará cuenta que ese trabajo se cumple cabalmente".

Actualidad
2018-05-03T08:11:00