SIEMPRE ESTUVO CERCA
Mientras Messi se consagra en el mundo, sus abuelos viven con sencillez en el barrio que lo vio nacer
19.12.2011
ROSARIO, 19 de Dic (UYPRESS) – Don Eusebio a sus 86 años sigue levantándose cada amanecer para atender el modesto negocio de venta de pan y facturas que instaló en su casa, en lo que fuera una habitación.
Rosa y Eusebio, los abuelos de uno de los mejores jugadores del mundo, viven con total humildad y sencillez en el barrio Las Heras de Rosario. Él a sus 86 años sigue levantándose cada amanecer para atender el modesto negocio de venta de pan y facturas que instaló en su casa, en lo que fuera una habitación. “Si alquilara, debería cerrar”, confiesa cuando se le pregunta sobre la marcha del negocio, y se lamenta por la competencia que presentan los nuevos supermercados, que absorben a la clientela que solía tener. “Antes esa heladera exhibidora estaba llena de productos”, dice. En el living y en el negocio no hay posters ni grandes fotos de Messi, que hagan alarde de que son parientes muy cercanos del crack del Barcelona F.C.
Messi nació en esa casa y podría convertirse en un centro de referencia turística si prospera una propuesta gubernamental, según una crónica de Perfil com. En Las Heras todavía viven los amigos a quienes Messi visita religiosamente cada vez que regresa a Rosario para disfrutar de unas vacaciones que son siempre fugaces.
El periodista Leonardo Faccio explica en un libro que Eusebio “trabajó de albañil, de transportista, y compró el terreno donde él mismo construiría su casa y también la casa del futbolista y sus tres hermanos”. La crónica de Perfil.com dice que su mujer pensaba que, al ser su nieto una celebridad en Barcelona, algún día tendría la fortuna de poder viajar a la tierra de sus ancestros catalanes, para conocerlos. Sin embargo, admite que eso no será posible porque los parientes de su esposa ya fallecieron. “Hay cosas que en la vida no esperan”, dice. Y además ella no puede tolerar viajes extensos porque su salud no atraviesa el mejor momento: en el último año y medio se sometió a diez operaciones y no puede estar mucho tiempo de pie porque se cansa. Don Eusebio reconoce que no podría cambiar de vida y que, a pesar de la celebridad de su nieto y prosperidad familiar, él seguirá cada día abriendo al alba su humilde negocio de venta de pan y facturas. “Nos ayudan, no nos podemos quejar”, dice.
Ya siendo una figura consagrada, en una visita al barrio, Messi volvió una tarde a su escuela para ver a su primo Bruno Biancucchi. “Llegó de sorpresa, con su timidez habitual, prácticamente colgado del cuello de su tía Marcela, muerto de vergüenza”, recuerda la directora Graciela Riboldi, un día antes de jubilarse. Pero no le costó demasiado conectarse con los chicos: recorrió cada una de las aulas, firmó autógrafos y se tomó fotos.
(P.T.)
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias