Rusia despliega un arma sin igual en la OTAN que puede destruir escuadrones aéreos completos
24.05.2025
MOSCÚ (Uypress)- El Ministerio de Defensa ruso afirma tener operativo el misil R-37M en su caza Su-35S, un misil aire-aire único armado con una ojiva nuclear. Es un arma sin equivalente conocido en los arsenales occidentales, diseñada para destruir formaciones enteras de aviones enemigos con una carga atómica, según informa portal El Confidencial.
Según el blog de defensa The War Zone, el misil puede representar un cambio doctrinal en la defensa rusa. "No está claro exactamente por qué las Fuerzas Aeroespaciales Rusas están eligiendo integrar el R-37M con el Su-35S en este momento," afirman. Es probable que se deba al cambio de rol del MiG-31 Foxhound, que está pasando a ser un avión de ataque anti-satélite y terrestre.
Un extraño misil nuclear con objetivos estratégicos
El R-37M -designado por la OTAN como AA-13 Axehead- mide 4 metros, pesa 510 kg y está impulsado por un motor de doble pulso, un sistema de propulsión que divide la combustión en dos fases para mantener el empuje durante todo el vuelo. Esto le permite alcanzar blancos a 200 kilómetros de distancia, según datos del fabricante Vympel, superando ampliamente los 160 km estimados del AIM-120D estadounidense, el misil aire-aire con más alcance de la OTAN, y los 100 kilómetros del Meteor europeo. Pero su verdadero poder disruptivo radica en su versatilidad: puede equiparse con una ojiva termonuclear de 50 kilotones -tres veces la potencia de la bomba de Hiroshima- para aniquilar grupos de aviones enemigos en un solo impacto. Si lo que afirma Rusia es cierto, es un arma única, destinada a neutralizar objetivos críticos como aviones de alerta temprana, drones estratégicos o incluso escuadrones completos de cazas y bombarderos.
Hasta hace meses, el R-37M era un misil exclusivo del interceptor MiG-31 Foxhound, un antiguo avión de los años 80 especializado en defensa aérea de largo alcance. Sin embargo, los nuevos roles asignados al MiG-31 -como el ataque a satélites con misiles hipersónicos (proyectiles que superan cinco veces la velocidad del sonido) o el lanzamiento de armas contra objetivos terrestres- habrían obligado a Rusia a redistribuir capacidades. El Su-35S, más numeroso y moderno que el Foxhound, asumiría así misiones de interceptación aérea extrema. Junto al R-37M, Rusia afirma tener otros dos proyectos significativos. El primero es el K-77M, una versión modernizada del misil R-77 (AA-12 Adder) diseñada para el caza furtivo Su-57. Con un motor de doble pulso y aletas aerodinámicas (en lugar de las rejillas traseras del modelo original), este proyectil alcanzaría 160 kilómetros. El segundo es el Izdeliye 180-PD, un misil experimental mostrado en vídeos recientes en el Su-57 Felón.
Sin respuesta a la vista en Occidente
La OTAN carece de un sistema equivalente al R-37M. El único proyecto en desarrollo, el AIM-260 JATM estadounidense, no estará operativo hasta 2026 y su alcance se estima en 200 km, similar al R-37M. Pero a diferencia del misil ruso, no se ha confirmado que pueda portar cabezas nucleares. Esta asimetría colocaría a Moscú en una posición de ventaja táctica en un conflicto con las fuerzas occidentales. Si funciona, el R-37M permitiría eliminar aviones nodriza, sistemas de alerta temprana o drones de reconocimiento enemigos antes de que estos detecten a los cazas rusos, alterando el equilibrio en los primeros minutos de un enfrentamiento. Hay muchas preguntas sobre el significado de estos movimientos rusos. Lo único claro es que, con este misil, Rusia ha conseguido algo que Occidente ni siquiera ha intentado: fusionar la destrucción nuclear táctica con la guerra aérea de largo alcance. Un salto que, de confirmarse, podría ser decisivo en caso de conflicto militar entre las fuerzas de Vladimir Putin y las democracias occidentales.
Foto: Military Report
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias