Federico Filippo
Torta de Manzana
BUENOS AIRES, 6 dic (UYPRESS/Federico Filippo)- La Torta de Manzanas es mi postre preferido. No sabría determinar si fue así desde siempre o si en realidad fue producto de acontecimientos que se nos van dando a lo largo de la vida. Había llegado a Valencia hacía 2 meses. La situación no era sencilla, aún me interrogaba si estaba haciendo lo correcto. Atrás había quedado mi trabajo, el desafío era hacer mi Doctorado con una beca. Pero eso no era lo importante. Extrañaba a mis 2 niños, Adrián ya tenía 3 años
A la espera de que saliera otra beca para así poder traerlos había que cuidar cada peseta. Pero ese día era algo especial, ameritaba una pequeña celebración, era enero en Europa, hacía frío y era mi cumpleaños. Me fui a la Plaza del Ayuntamiento, uno de los lugares más concurridos de la ciudad, necesitaba gente para sentirme en compañía. En una esquina aún sigue funcionando un local de sándwiches, de bocatas, como le dicen en España y así se llama esta cadena de comidas rápidas. Entré y recuerdo que me acerqué al mostrador, observé las fotos, siempre hay fotos, solo así un fast food restaurant puede seducirnos. Pedí el sándwich más suculento que pude imaginarme. En las promociones de ese día había Torta de Manzana. La pedí. De las fotos pasaron a mi bandeja, todo descartable. Recuerdo que mientras pagaba estuve tentado de comentarle a la vendedora que ese día era mi cumpleaños, no lo hice, se notaba que ella repetía su aprendido monologo y lo mío se salía obviamente de su libreto.
Me senté junto a la ventana, se podía ver el movimiento de la plaza, la fuente en el medio y una parte del edificio del Ayuntamiento de Valencia. Me comí mi bocata, me pareció delicioso. Ya había llamado casi toda la familia desde Montevideo. Aún recuerdo el primer bocado de esa Torta de Manzana, tenía un sabor más dulce que lo habitual, comprobé que manzanas, canela y nostalgia van muy bien juntos. Así me pareció en ese instante. Disfruté cada trozo, mucho más que lo salado. Los cumpleaños y las tortas son inseparables, toda fiesta necesita de su torta, me lo hacía más real. Yo, tenía la mía.
Brindé junto a mis hijos, me los imaginé celebrando, apostando a que todo saldría bien, una anécdota más para compartir con ellos no bien nos reencontremos. Ese cumpleaños y el que me regaló Paula para mis cuarenta son lo que más recuerdo en mi vida. Terminé mi porción de torta con un dulce sabor de boca. Y comprobé que muchas veces los gustos se adquieren bajo ciertas circunstancias y emociones, poco influye nuestro paladar. Por eso, desde ese día, mi postre preferido terminó siendo la Torta de Manzana.
(*) "Como decía mi abuelo, un Cittadino del mondo"
Federico Filippo
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