"ACUERDO MUY CERCANO", DIJO EL PRESIDENTE ESTADOUNIDENSE

Trump quiere a Tony Blair como procónsul interino en la Franja

26.09.2025

LONDRES (ANSA/por Alessandro Logroscino) – Un procónsul británico en Palestina, o en lo que queda de ella, casi como en los tiempos del mandato del imperio que fue.

 

Podría tener el rostro de Tony Blair, de 72 años, ex primer ministro y socio fiel de Washington desde los tiempos de la desafortunada aventura bélica en Irak, el ejecutor del plan que la administración estadounidense de Donald Trump imagina para el futuro de la Franja de Gaza, devastada por casi dos años de represalia militar israelí tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, plan que el presidente-magnate volvió a destacar, preanunciando un estas horas un presunto punto de inflexión inminente de paz. O al menos de tregua.

"Pienso que estamos muy cerca de un acuerdo", dijo Trump en un intercambio de diálogos con los periodistas en la Casa Blanca. "Será un pacto que traerá a casa a los rehenes y pondrá fin a la guerra" en Gaza, sentenció.

Este entendimiento se verá coronado por la iniciativa que él mismo discutió hace días con el primer ministro israelí, Benjamin "Bibi" Netanyahu, y algunos líderes de países islámicos aliados, encabezados por las monarquías del Golfo Pérsico, que, según versiones, prevé una fase de transición indefinida para la Franja.

A la espera de que se defina una vía de "reconstrucción", esto estará condicionado a la aprobación de un alto el fuego por parte de Netanyahu, con quien Trump espera reunirse personalmente el lunes. Y no olvidemos las incertidumbres en torno al veto a las anexiones de Cisjordania que el mandatario prometió imponer al gobierno de extrema derecha de su amigo "Bibi".

Incógnitas detrás de las cuales se asoman las maniobras de quien prueba a limar los proyectos de una "pax estadounidense" para el después. In primis el exhumado Blair, estadista prestado por años a consultor internacional (y empresarial) que, de acuerdo con revelaciones de algunos medios israelíes, confirmadas y aclaradas por fuentes cercanas a él a través de publicaciones británicas como The Economist y The Guardian, se autocandidateó para el rol de gobernador pro tempore. Dirige una administración interina formalmente bajo la égida de la ONU, con funcionarios árabes y al menos un "técnico" palestino entre sus filas, quien se espera asuma el futuro control de Gaza.

Y esto con la aprobación de Estados Unidos, Israel y sus aliados musulmanes occidentales, y el aplazamiento por años del objetivo declarado de devolver la Franja a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

El punto de partida de esta iniciativa lo constituyen los planes de reconstrucción que el propio Blair discutió recientemente con discreción con el enviado especial de Trump para Medio Oriente y Ucrania, Steve Witkoff, y el yerno del presidente, Jared Kushner, empresario con conexiones en el Golfo Pérsico, al igual que el exlíder del New Labour.

A esto se suma la propuesta de colocar al propio Sir Tony al frente de una Autoridad Internacional de Transición (AIT) de Gaza. Conforme la información filtrada por el Instituto Tony Blair (TBI) de Londres, esta administración temporal se establecería bajo los auspicios de Naciones Unidas y serviría como autoridad de supervisión de Gaza durante varios años, antes de considerar una transferencia de poder a una Autoridad Palestina "reformada".

La sede de la estructura se ubicaría al otro lado de la frontera, en Al Arish, capital de la provincia egipcia de Sinaí del Norte, a menos que se trasladara posteriormente bajo la protección de una hipotética fuerza multinacional de la ONU con una mayoría predominantemente árabe. La idea de que todo esto pudiera eventualmente conducir a una unión con Cisjordania en un solo Estado palestino, que se establecería algún día como Kosovo o Timor Oriental, quedaría limitada a la esperanza de un futuro extremadamente incierto. Pero sobre todo porque la retórica desplegada una vez más por Netanyahu en la sede de la ONU no ofrece ninguna esperanza.

La única garantía verdadera a los palestinos sería la relativa a la exclusión de un desplazamiento masivo de la Franja de sus habitantes sobrevivientes, en buena parte desplazados entre los escombros. Una garantía que Blair insinúa haber exigido a cambio de su "disponibilidad". Esto contrasta con el escenario de "traslados" incentivados que Trump evocó en su polémica maniobra de la "Riviera de Medio Oriente".

 

Imagen: ANSA/EPA


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2025-09-26T21:46:00

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