Encabeza Noruega
Uruguay en el puesto 57 entre 189 países en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU
09.12.2019
Bogotá (Uypress) – Se conoció el informe correspondiente a 2019 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) respecto al Índice de Desarrollo Humano (IDH). Este indicador, calculado para 189 países, mide el progreso en las dimensiones clave del desarrollo humano (salud, educación y nivel de vida), y el valor para Uruguay en 2018 es 0,808, lo que coloca al país en la categoría muy alta (puesto 57) de desarrollo humano según el organismo internacional.
Entre 1990 y 2018, el valor del IDH de Uruguay aumentó de 0,692 a 0,808 (16,7%), según se desprende de los datos históricos de las Naciones Unidas. La tabla a continuación repasa el progreso de Uruguay en cada uno de los indicadores del IDH. La esperanza de vida al nacer aumentó en 5,2 años, el promedio de años de escolaridad aumentó en 1,6 años y los esperados de escolaridad aumentaron en 3,5 años. El Ingreso Nacional Bruto per cápita (IBN) de Uruguay aumentó en un 104.6% entre 1990 y 2018.
El índice es encabezado por Noruega, cuya puntuación fue 0,954, y los otros países que completan el "top ten" son: Suiza, Irlanda, Alemania, Hong Kong (China), Australia, Islandia, Suecia, Singapur y Países Bajos.
En el otro extremo se ubican Burundi, Sudán del Sur, Chad, República Centroafricana y Níger.
"Las manifestaciones que se están produciendo en las calles de todo el mundo indican que, pese a los avances sin precedentes en la lucha contra la pobreza, el hambre y las enfermedades, muchas sociedades no están funcionando como debieran". El hilo conductor, argumenta un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), es la desigualdad.
"Diferentes desencadenantes están llevando a la ciudadanía las calles: el costo de un billete de tren, el precio del petróleo, la demanda de libertades políticas, la reivindicación de justicia y equidad... Es el nuevo rostro de la desigualdad y, tal y como afirma el Informe sobre Desarrollo Humano, la desigualdad tiene solución", señala el Administrador del PNUD, Achim Steiner.
De acuerdo al Informe está surgiendo una nueva generación de desigualdades en torno a la educación, pero también alrededor de la transformación tecnológica y el cambio climático, dos transformaciones de gran impacto que, de no ser bien gestionadas, podrían provocar una "nueva gran divergencia" en la sociedad no vista desde la Revolución Industrial, señala el Informe.
Por ejemplo, en los países con desarrollo humano muy alto las suscripciones a servicios de banda ancha fija están creciendo a un ritmo 15 veces más rápido que en los países con desarrollo humano bajo, y la proporción de la población adulta con estudios superiores también está creciendo a un ritmo más de seis veces superior que en los países de desarrollo humano bajo.
"Aspectos que solían considerarse como 'deseables', como ir a la universidad o disponer de internet de banda ancha, son cada vez más importantes para acceder a las oportunidades del mundo actual: quien solo tiene acceso a lo básico se enfrenta problemas para avanzar y progresar en su futuro", argumenta Pedro Conceição, director del equipo del PNUD encargado de elaborar el Informe sobre Desarrollo Humano.
Para la ONU, la principal premisa del enfoque de desarrollo humano es que la expansión de las libertados de las personas es tanto el objetivo como el principal medio para desarrollo sostenible. Si las inequidades en el desarrollo humano persisten y crecen, no podremos cumplir con las ambiciones de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. No hay, sin embargo, caminos predeterminados.
Las inequidades del desarrollo humano dañan a las sociedades y debilitan la cohesión social y la confianza de las personas en los gobiernos, las instituciones y las demás personas. Dañan a las economías, limitando que las personas alcancen su máximo potencial en sus trabajos y en sus vidas. Hacen más difícil que las decisiones políticas reflejan las aspiraciones de la sociedad toda y la protección del plantea, cuando los pocos que van adelante usan su poder para moldear las decisiones primariamente a su interés. Inequidades en el desarrollo humano son un cuello de botella clave para el alcance de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Las inequidades en el desarrollo humano no son solamente sobre disparidades de ingreso o de riqueza. El Informe 2019 del Índice de Desarrollo Humano explora las inequidades en el desarrollo humano yendo más allá del ingreso, los promedios y el presente.
- El Índice de Desarrollo Humano (IDH), calculado para 189países, mide el progreso en las dimensiones clave del desarrollo humano, a saber: salud, educación y nivel de vida.
- El Índice de Desarrollo Humano (IDH-D) ajustado por la Desigualdad, que cubre 150 países y mide las pérdidas en el desarrollo humano debido a una distribución desigual de los beneficios del IDH.
- El Índice de Desarrollo de Género que mide las brechas de género en los logros de desarrollo humano de 166países.
- El Índice de Desigualdad de Género, que calcula los resultados de 162países, mide la desigualdad en el empoderamiento entre hombres y mujeres y considera las siguientes dimensiones: salud reproductiva, empoderamiento político y social, y mercado de trabajo.
Índice de Desarrollo Humano (IDH)
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es un índice compuesto que se centra en tres dimensiones básicas del desarrollo humano; la capacidad de llevar una vida larga y saludable medida según la esperanza de vida al nacer, la capacidad de adquirir conocimientos, medida según los años promedio de escolaridad y los años esperados de escolaridad, y la capacidad de lograr un nivel de vida digno medido según el ingreso nacional bruto (INB) per cápita en dólares internacionales constantes de 2011 con paridad de poder compra.
Respecto al Índice de Desarrollo Humano (IDH), calculado para 189 países, que mide el progreso en las dimensiones clave del desarrollo humano (salud, educación y nivel de vida), el valor del para Uruguay en 2018 es 0,808, lo que coloca al país en la categoría muy alta de desarrollo humano, colocándolo en el lugar 57 de 189 países, puesto compartido con Kuwait.
La Figura a continuación muestra la contribución de cada componente al IDH de Uruguay desde 1990
El nivel de 0.808 del IDH de Uruguay se encuentra por debajo del promedio de 0.892 de los países pertenecientes al grupo de desarrollo humano muy alto y por encime del promedio de 0.759 de los países de América Latina y el Caribe. En América Latina y el Caribe, los países cercanos a Uruguay tanto en ranking del IDH como en población son Costa Rica y Panamá, cuyo IDF han rankeado en los puestos 68 y 67 respectivamente (Tabla B).
IDH ajustado a la desigualdad (IDH-D)
En cuanto al Índice de Desarrollo Humano ajustado por la Desigualdad (IDH-D), que cubre 150 países y mide las pérdidas en el desarrollo humano debido a una distribución desigual de los beneficios del IDH, el valor de 2017 para Uruguay es de 0,703, lo que constituye una pérdida del 13,0% debido a la desigualdad en la distribución de los índices de dimensión del IDH. Costa Rica y Panamá muestran pérdidas debido a la desigualdad de 18.7 por ciento y 21.2 por ciento, respectivamente. La pérdida promedio debida a la desigualdad para países con IDH muy alto es de 10.7 por ciento y para América Latina y el Caribe es de 22.3 por ciento. El coeficiente de desigualdad humana para Uruguay es igual a 12.7 por ciento.
Índice de Desarrollo de Género (IDG)
En relación con el Índice de Desarrollo de Género, que mide las brechas de género en los logros de desarrollo humano de 166 países, el valor femenino de desarrollo humano en 2018 para Uruguay es de 0.810, en contraste con 0.797 para hombres, resultando en un IDG de 1.016, colocando al país en el grupo desarrollo de género alto. En comparación, los valores de IDG para Costa Rica y Panamá son 0.974 y 0.988, respectivamente.
Índice de Desigualdad de Género
El Índice de Desigualdad de Género, que calcula los resultados de 162 países, mide la desigualdad en el empoderamiento entre hombres y mujeres y considera las siguientes dimensiones: salud reproductiva, empoderamiento político y social, y mercado de trabajo.
Respecto a este índice, Uruguay tiene un valor de 0.275, ubicándose en 59 de 162 países en el índice 2017. El 22.3% de los escaños parlamentarios están ocupados por mujeres (2018) y el 57.8% de las mujeres adultas han alcanzado al menos un nivel secundario de educación, en comparación con el 54.0% de los hombres.
Por cada 100.000 nacidos vivos, 15 mujeres mueren por causas relacionadas con el embarazo; y la tasa de natalidad adolescente es de 58,7 nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años. La participación femenina en el mercado laboral es del 55,8 por ciento, en comparación con el 73,8 en el caso de los hombres. En comparación, Costa Rica y Panamá se clasifican en 61 y 108 respectivamente en este índice.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias