PAISAJES URBANOS – Texto, contexto, pretexto
Daniel Feldman
12.07.2021
Dice el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (RAE) que un texto es un "enunciado o conjunto coherente de enunciados orales o escritos".
Le doy vueltas a la definición, pienso en varios, en numerosos textos, y concluyo que la coherencia no necesariamente implica una virtud, sea esta literaria, vital o de principios. ¡Cuánta coherencia hemos visto -y seguimos viendo- sumida en tanta indignidad! Coherencia en la ignorancia, en el desprecio hacia la manera de pensar de otros, son actitudes habituales en nuestra cotidianidad. Sin embargo, no dejamos de ver cómo muchos hacen gala de su "coherencia" como si esta fuera el summum de lo envidiable.
Muchas veces el texto, o un texto, puede estar condicionado por su contexto. Puede ser que un texto, o parte de él -lo que llevaría al texto a convertirse en contexto- sacado de su entorno lingüístico, pierda su sentido, su idea argumental.
Acaso, ¿no hemos escuchado más de una vez decir que lo dicho parece otra cosa porque fue descontextualizado?
También podemos encontrar contextos armoniosos, regulares, dotados hasta de cierta belleza por esas mismas características, o incluso por su pertenencia a otro contexto. Algo así como las famosas matrioshkas, las muñecas rusas que en su interior -siempre en una serie de número impar- albergan más muñecas. Claro que, por sus dificultades volumétricas, su número es limitado, cosa que no ocurre a los niveles que hablábamos previamente, en nuestro vasto y, teóricamente, infinito universo.
Entonces, vivimos en un mundo donde, casi sin percibirlo, pasamos del texto al contexto para, a continuación, hacer el camino inverso o viceversa; discutimos, peleamos, congeniamos, acordamos; todo, en cierta manera, con enunciados o conjuntos coherentes de enunciados, sean escritos u orales, inmersos en un entorno lingüístico que da el sentido.
El pretexto ya es otra cosa. Del latín praetextus, se trata del motivo o causa simulada o aparente que se alega para hacer algo o para excusarse de no haberlo ejecutado.
Mínima nota de color pendiendo de la ventana a manera de texto rebelde en un contexto de homogeneidad, las macetas y sus flores, aunque las nombre al final, fueron el pretexto para esto que alguien, con total libertad, puede calificar de devaneo.
Daniel Feldman | Periodista