PAISAJES URBANOS –Vade retro

Daniel Feldman

04.10.2021

Vade retro es una locución latina que literalmente quiere decir "vete atrás", como forma de rechazar a alguien o algo. Proviene de la expresión latina "vade retro Satana", apártate Satanás, una oración medieval católica usada en el exorcismo. Dicen que se deriva de la frase pronunciada por Jesucristo, "Vade retro me Satana", según el Evangelio de Marcos.

El universalmente famoso Albert Einstein nació el 14 de marzo de 1879 en Ulm, en el imperio alemán, país de donde debió huir a causa de las persecuciones del nazismo hacia los judíos.

Ya consagrado como premio Nobel y luego de haber formulado su teoría de la relatividad, visitó nuestro país, donde permaneció una semana. Arribó en el Vapor de la Carrera, procedente de Buenos Aires, temprano en la mañana del 24 de abril de 1925, y desarrolló una intensa actividad social y académica en Montevideo hasta el 1° de mayo, fecha en que viajó rumbo a Rio de Janeiro.

Carlos Vaz Ferreira, filósofo, abogado, escritor uruguayo, nació en Montevideo el 15 de octubre de 1872, y fue un gran estudioso de la teoría desarrollada por Einstein. Basta para ilustrarlo la serie de conferencias dictadas en 1922 tituladas "En qué está la teoría de la relatividad", dedicadas a un examen crítico de esta desde el punto de vista filosófico y lógico.

Ezequiel Sánchez González era un estudiante de Ingeniería que fue asignado a ser acompañante del Nobel, y fungió de cronista de las actividades desarrolladas en nuestro país por Einstein. Sus notas eran publicadas especialmente en La Tribuna Popular y en El País.

Cuenta la historia que, en su primer día en nuestra capital, Einstein salió a caminar con su amigo y anfitrión, Naum Rosenblatt. En su deambular por la Av. 18 de Julio, se encontraron casualmente con Vaz Ferreira y continuaron caminando juntos hasta desembarcar en la plaza de los Treinta y Tres, antiguamente conocida como plaza Artola, por un vasco de ese apellido que ahí tenía un horno de ladrillos.

En un banco de la plaza se dieron a sus devaneos filosóficos:

Einstein - Mi concepto del universo es circunferencial. Partiendo de un punto, la línea parece que se aleja de él, pero en realidad a él se acerca y en él termina. Quiero decir, que lo que se aleja; se acerca, que lo que se va, viene; que lo que está aquí, está realmente allí; que la luz es la sombra; que lo que es, no es...

Vaz Ferreira - No creo tanto; pero sí que lo que se aleja puede en realidad estarse acercando; que lo que está aquí puede realmente estar allí; que la luz puede ser la sombra; que las apariencias engañan; que lo que es, puede ser que lo sea y puede ser que no...

Einstein - Fijaos en la luz del sol.

Vaz Ferreira - ¿Y quién puede afirmar que esa luz es del sol, y que el sol es el sol?

Einstein - Usted dice que dice, pero por mi teoría no dice nada...

Vaz Ferreira - Y por la mía, usted puede que esté diciendo algo, y puede ser que no.

Einstein - ¿Hablo con Vaz Ferreira?

Vaz Ferreira - Según mi teoría puede ser que sí, y yo ¿hablo con Einstein?

La precedente es una versión taquigráfica "no oficial" publicada en El País el 25 de abril de 1925, legada por nuestro cronista que, según relata, quedó knockout al escuchar el diálogo.

Quizá también por casualidad, como por casualidad se encontraron Einstein y Vaz Ferreira, estaba en la plaza el fotógrafo de la revista Mundo Uruguayo, y dejó registrada para la posteridad la escena, reproducida en un monumento hoy instalado en la plaza, en el lugar donde se produjo el diálogo (vale aclarar que, a efectos de poder apreciar mejor a los dos contertulios, se los representó sin los sombreros con los que aparecen en la imagen original).

La obra es del escultor Velarde Gil Pérez, que actuó bajo la dirección de Rubens Fernández Tudurí. Originalmente realizada en cemento y pintada simulando bronce, fue vandalizada y rehecha totalmente en bronce, para ser ubicada en su emplazamiento actual, en la plaza de los Treinta y Tres, donde está desde el fin de semana del Patrimonio de 2010.

Por un instante me puse en posición de hombre versado y dirigiendo mi mirada a la lontananza pensé en titular esta nota, un tanto pomposamente, como "Lo simbólico y el metalenguaje en la construcción del espacio público".

Rápidamente deseché la idea y me decanté por el más escueto "Vade retro", que fue en lo que pensé al ver la cadena rodeando al monumento, como diciendo "no osen, simples y vulgares ciudadanos, acercarse a tan eminentes figuras", o también como una forma de encadenar al pasado y a un estrecho espacio el diálogo de los dos gigantes.

Viendo a toda la gente que hacía uso de la plaza dándole la espalda a los dos pensadores, no pude menos que sentir un poco de tristeza, y mientras desde un auto que pasaba escuchaba la invitación a ver no sé cuál programa televisivo sobre algunos que pretendían ser chefs o algo así, pensaba en apurarme para llegar a casa a desempolvar una vieja edición de Lógica viva y, capaz, poder intentar romper con su prosa algún eslabón.

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Daniel Feldman
2021-10-04T00:03:00

Daniel Feldman | Periodista