El largo plazo y la negociación

Juan Carlos Pesok

05.01.2021

En general, en la actividad política predomina más la preocupación por los temas de corto plazo que por los de largo plazo. Los políticos piensan más en el próximo período electoral que en el país que se debería construir para los próximos 50 o 100 años.

 

Pensar en el largo plazo es cosa de filósofos o de abuelos previsores.  La demagogia populista en cambio, se fortalece realizando obras de corto plazo.  Por ejemplo, da más rédito electoral construir en pocos meses un complejo deportivo que un sistema de saneamiento que requiera varios años de construcción, pero que es mucho más necesario para el bienestar de la población.

En nuestro país no siempre ha sido así. Por ejemplo, en los primeros años del siglo pasado, bajo la influencia de José Batlle y a pesar de fuertes oposiciones, éste impulsó proyectos que transformaron las estructuras del país con resultados favorables que se apreciaron en las décadas siguientes.  Más adelante, entre 1960 y 1967 la Comisión Interministerial de Inversiones y Desarrollo Económico (CIDE) impulsada por Wilson Ferreira y con Enrique Iglesias como secretario técnico, produjo dos importantes documentos: un "Estudio Económico del Uruguay" (1963) con un diagnóstico global de la crisis que entonces afectaba al país y un "Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social" (1965-1974). Más recientemente aún, a partir de 2015, durante el gobierno de Tabaré Vázquez, la preocupación por el largo plazo llevó a la Dirección de Planificación de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) a elaborar un informe ("Hacia una estrategia Nacional de Desarrollo") en el que se describe un modelo de planificación a largo plazo para tratar de anticipar las oportunidades y las amenazas que, eventualmente, podría enfrentar el país hacia el año 2050. No trataremos de hacer ahora un análisis y una evaluación de los resultados generados por estos importantes documentos.  Podemos afirmar sí, que para elaborar planes y proyectos de largo plazo, que prevean el futuro e impulsen cambios estructurales con el fin de lograr un mayor desarrollo social y económico, se requieren estudios profundos, globales y cuidadosos, realizados por técnicos de alta capacitación. Pero sobre todo se requieren esfuerzos enérgicos para concertar, dialogar y acordar entre todos los partidos políticos así como con diversos sectores de la sociedad.  La responsabilidad mayor es de los líderes políticos que deben propiciar una atmósfera favorable para el diálogo y el acuerdo, acortando las distancias que los separan, dejando de lado la política menor y el enfrentamiento que busca descalificar al otro. En un contexto internacional complicado es bastante probable que el Uruguay, un país chico y con debilidades, se vea enfrentado en el futuro a grandes dificultades. Sería por tanto necesario que los políticos comenzaran ahora a dialogar y acordar sobre temas del largo plazo.

En nuestra historia pasada, sobre todo en el siglo XIX, abundan los ejemplos de consecuencias nefastas resultantes de no hacer una evaluación realista de la situación, dialogar y acordar a tiempo soluciones pacíficas y favorables para el desarrollo y bienestar del país. En el resto del mundo podemos encontrar también numerosos ejemplos de países que progresaron en el largo plazo gracias a acuerdos inteligentes entre los distintos sectores políticos (i). Siempre es mejor un acuerdo equitativo que un enfrentamiento destructor.

¿Pero cuáles serían los cambios estructurales que necesita el Uruguay para el futuro y sobre los que habría que dialogar y acordar? Me atrevo a proponer la lista, no exhaustiva, que figura más abajo. Alguno de los temas que planteo no son novedosos; otros parecerán utópicos. Utópica parecerá también la pretensión de que nuestros políticos se dispongan a concertar. Pero creo que vale la pena proponerlo. 

Para la discusión de cada una de las propuestas se debería crear comisiones de estudio permanentes, integradas por técnicos y representantes de todos los sectores políticos. Cada propuesta implicará proyectos de largo plazo que, una vez elaborados y aprobados, deberían incluir un programa de realización.  Esta es la lista de propuestas, brevemente comentadas:

1.0-DEJAR DE SER UN PAÍS PETRÓLEO DEPENDIENTE

Si bien en la matriz de generación eléctrica la incidencia de la generación térmica se ha ido reduciendo a porcentajes de una cifra,  el Uruguay aún sigue importando grandes cantidades de petróleo y derivados. En el año 2017 importó  1423 ktep de petróleo y derivados (1ktep= 1000 tep, 1tep = 1 tonelada equivalente de petróleo, FUENTE: Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) - Dirección Nacional de Energía (DNE).). La mayor parte de los  derivados de petróleo importados o producidos por ANCAP se destinan al transporte automotor.

El petróleo será cada vez más caro y más difícil su extracción. Si bien su precio puede sufrir bajas circunstanciales, en el largo plazo tenderá siempre a subir.  Si a ello sumamos el daño ecológico que genera la quema de combustibles por la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera, resulta evidente que el cambio hacia el transporte eléctrico se debe seguir planificando con urgencia. Los automóviles, buses y trenes eléctricos, son el transporte del futuro por lo que deberá generarse más energía eléctrica reduciendo a un mínimo la generación térmica e incrementando la generación eólica, solar, mareomotriz, etc. La generación de energía eléctrica - en pequeñas centrales nucleares - no debería descartarse a priori, dado los avances en seguridad que se han logrado para estas.

2.0- CREAR CENTROS DE EXCELENCIA EN CIUDADES DEL INTERIOR

La creación de centros de enseñanza, de salud y de cultura de alta calidad, en una o más de una ciudad ubicada a distancia aproximadamente equidistante del resto de las demás ciudades del interior del país, conectadas entre sí por una eficiente red de transporte público (ver 3-) generaría, seguramente, más equidad y desarrollo social. Durazno, Carlos Reyles o Paso de los Toros podría ser una de esas ciudades-centro (¡o podrían serlo las tres!). Montevideo seguiría siendo la capital y también obviamente, una ciudad central.

3.0- MEJORAR LAS COMUNICACIONES Y EL TRANSPORTE PÚBLICO

Una red de transporte que se iniciara con la instalación de una línea de trenes eléctricos uniendo Montevideo con Rivera (ii) y se extendiera luego, paulatinamente, hacia otras ciudades del interior, transformaría al Uruguay en un país de cercanías lo que, sumado a los centros de excelencia ubicados estratégicamente, transformaría al país en otro con mejor calidad de vida . Tendríamos una mejor distribución poblacional y menos macrocefalia montevideana. 

A medida que la red de transporte -una combinación de trenes y buses eléctricos- se extendiera a todas las ciudades del país, todo ciudadano podría desplazarse a la ciudad centro más cercana, en dos o tres horas, y regresar a su hogar en el mismo día. El resultado sería más equidad con mejor accesibilidad a los servicios de salud, de educación y de cultura, así como una importante disminución de la contaminación ambiental.

El tren eléctrico, utilizado tanto para carga como para pasajeros, no tendría por qué ser de alta velocidad, ya que ello requeriría una elevada e innecesaria inversión. Si p.ej. Paso de los Toros fuera una ciudad centro y el tren circulara a un promedio de 150 km/h  éste la conectaría tanto con  Montevideo como con Rivera en unas 2 hs (iii). Los trenes de carga podrían circular a menor velocidad y en horario nocturno. 

Algunos argumentarán que en el futuro - con el desarrollo de la informática y los programas de comunicación - las personas tendrán menos necesidad de desplazarse. Si bien esto es cierto, también lo es que siempre habrá necesidad de trasladarse por diversas razones (iv). Los seres humanos no vivirán todo el tiempo recluidos en sus casas, frente a una pantalla de computadora o de televisión. Por otra parte el transporte de carga sería tanto o más importante que el de pasajeros y, para ese fin, el transporte por tren resulta uno de los medios más económicos. 

Por supuesto que la construcción de una red de trenes eléctricos no es un proyecto barato y seguramente contará con la oposición de los poderosos intereses del transporte automotor. Pero encarado por etapas y a mediano plazo, consideramos que es viable. El Estado puede ser el propietario de la infraestructura (vías y catenarias), y si fuere conveniente, podría otorgar concesiones a empresas privadas que gestionaran la circulación de los trenes y su mantenimiento.

4.0- MEJORAR LA EDUCACIÓN 

Mejorar la educación y la enseñanza ha sido y es, seguramente, una preocupación de casi todas las sociedades humanas. Los procedimientos para lograrlo y los resultados obtenidos pueden ser muy distintos. Educar es más que enseñar y en el Uruguay estamos aún lejos de haber alcanzado buenos resultados, sin dejar de reconocer los muchos y valiosos esfuerzos que se han realizados en ese sentido.  Se requiere una mejor gestión y una mayor dedicación de recursos, materiales y humanos, para elevar la calidad en todos los niveles de la enseñanza. 

La enseñanza primaria requiere quizás un esfuerzo más urgente, extendiendo las escuelas de doble horario, mejorando la formación de los maestros, exigiendo más y remunerando mejor. Quizás deba crearse una Facultad de Educación dentro de la UDELAR y aprender de países que han innovado con éxito, como Finlandia. La escuela primaria, además de la enseñanza básica tradicional, debería poner más énfasis en la convivencia ciudadana, en los derechos humanos, en el respeto a la mujer y a los ancianos, en el respeto al diferente, en el respeto al medio ambiente, en el valor del esfuerzo y el estudio, en el valor de la no violencia, la tolerancia, el diálogo y el acuerdo...

En todos los niveles, primaria, secundaria, técnica y superior, debería desarrollarse más la educación a distancia, perfeccionando el  uso de herramientas como "Zoom", creando cursos pregrabados ofrecidos en canales de TV oficiales dedicados a esta tarea las 24 horas del día. Estos recursos serían complementarios y auxiliares, no sustitutivos, de la enseñanza presencial.

Desde hace ya un tiempo existen cursos a distancia, accesibles por Internet, ofrecidos por importantes universidades, abiertos y gratuitos, a los que puede acceder cualquier persona, sin límite de participantes. Estos cursos son ya una revolución en el campo de la educación y son muchas las plataformas que los ofrecen (v). Con las crecientes dificultades para albergar en clases presenciales una mayor población estudiantil,  este tipo de cursos serán seguramente muy utilizados en el futuro. Sería por tanto importante crear un "Taller de Educación a Distancia" que elaborara, con la colaboración de docentes nacionales y extranjeros, este tipo de cursos. Sería una actividad docente y cultural innovadora que extendería la educación a todos los rincones del país, complementando y no sustituyendo, reitero, la enseñanza presencial. Quizás también se transformase en una actividad cultural redituable pues muchos de esos cursos podrían venderse en otros países latinoamericanos o intercambiarse con otras organizaciones de educación a distancia.

5.0- INCREMENTAR EL ESTÍMULO A LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA

En general  hay consenso sobre la necesidad de desarrollar la investigación científica. Sin embargo los recursos destinados a ello deben ser mayores, poniendo énfasis en ciertas áreas que son de gran interés para el país. Las investigaciones sobre biología aplicada a la salud humana y a la actividad agropecuaria son de fundamental importancia y es un área en la que se pueden hacerse grandes progresos, con relativamente moderadas inversiones. Por ejemplo, el Uruguay podría perfectamente desarrollar vacunas contra diferentes enfermedades. De hecho lo hizo durante años cuando algunas empresas elaboraron vacuna contra la aftosa. Esa actividad y su "know how" fueron abandonados hace años por decisiones lamentables que no corresponde analizar acá. 

Otra área, que ya tiene buen desarrollo pero a la que se debería dar más atención y apoyo - es la de las tecnologías TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), especialmente importante para impulsar el desarrollo de la educación a distancia propuesta en el numeral anterior. Sin duda existen más áreas de investigación a mencionar, pero por brevedad nos limitaremos a los dos ejemplos dados.

6.0 - CAMBIOS EN LA ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO

La necesidad de la reforma del Estado ha sido también considerada por todos los partidos políticos y no es un tema en el que se puedan lograr acuerdos fácilmente. Una adecuada reforma del Estado tendría que resultar en ahorros en el presupuesto, que le permitieran al país invertir más en los proyectos de desarrollo que necesita. Por tanto me atrevo a acercar cuatro propuestas a esa discusión. Las dos primeras son de resolución relativamente sencilla; de relativa dificultad la tercera y, de difícil y espinoso tratamiento la cuarta:

6.1- La función pública debe ser un premio a la excelencia y un honor para el que llega a desempeñarla. Es necesario mejorar por tanto la remuneración y el rendimiento de los funcionarios públicos, limitando el ingreso a aquellos ciudadanos de mejor capacitación, luego de cumplir, sin  excepciones, con un riguroso concurso de oposición y méritos. 

6.2- La política inmigratoria debería ser revisada, siguiendo quizás el ejemplo de países como Canadá. La situación internacional permite prever para el futuro desplazamientos migratorios quizás aún mayores que los actuales. Esto generará grandes y peligrosas presiones. Si el Uruguay, como pretendemos, se transforma en un país de mejor calidad de vida, es previsible que aumenten los pedidos de ingreso. Se debe estar entonces preparado para tal eventualidad y lograr que los movimientos migratorios beneficien y no perjudiquen el esfuerzo de desarrollo social que haga el país.

6.3- El presupuesto del Ministerio de Relaciones Exteriores debe reducirse sustancialmente. Un país de tres millones y medio de habitantes no puede tener un servicio exterior excesivo y caro. Limitar la cantidad de representaciones diplomáticas a aquellas más necesarias, en las ciudades más importantes y buscar soluciones más económicas para el resto, generaría ahorros muy importantes. 

6.4- También el abultado presupuesto de las actuales Fuerzas Armadas debería reducirse. El Uruguay solo necesita guardias nacionales especializadas, de alto nivel profesional, como p.ej.: a) una Guardia Fronteriza que controle nuestra frontera terrestre, b) una Guardia Fluvial y Marítima equipada con lanchas rápidas, que haga lo mismo en nuestra costas, c) una Guardia Aérea de búsqueda y rescate, equipada básicamente con helicópteros y aviones ambulancia, d) una Guardia de Emergencias (Bomberos) altamente especializada y equipada para el combate de incendios en edificios y fábricas, incendios forestales y emergencias diversas como derrumbes y derrames de productos químicos peligrosos, e) una Guardia Civil o Policial con fuerzas locales cuyos jefes respondan a los intendentes departamentales y, finalmente, f) un Comando Central de Coordinación de todas estas fuerzas, dependiente del Ministerio del Interior. 

Sin duda todas estas propuesta serán muy resistidas (especialmente la última) y solo después de largas y difíciles negociaciones podría llegarse quizás a un acuerdo.  El paso previo necesario para dialogar sobre la reforma de las Fuerzas Armadas sería que sus actuales mandos reconocieran y pidieran perdón por los excesos y crímenes cometidos durante la dictadura militar. Con ese gesto se lograría la reconciliación del pueblo uruguayo con sus Fuerzas Armadas. Un sencillo y sincero gesto, similar al del canciller alemán Willy Brandt cuando se arrodilló y pidió perdón frente al gueto de Varsovia, por los crímenes del régimen nazi, que él por su parte había combatido. 

Para terminar reconozco que quedan muchos más aspectos por considerar y que poco y nada se ha dicho de los aspectos económicos y financieros que deberían sustentar estas propuestas. Estas propuestas serán, sin duda, tildadas de excesivamente utópicas. Sin embargo, pienso que más tarde o más temprano, de una forma u otra, el país tendrá que considerarlas. Y cuanto antes lo haga mejor será.

(i) "Crisis", Jared Diamond, Ed. Debate

(ii) Sin duda, el establecimiento de una línea de trenes eléctricos entre Montevideo y Rivera exigiría un mayor control del contrabando de frontera.

(iii) Se considera que un tren eléctrico es de alta velocidad si circula a más de 200 km/h. Actualmente algunos llegan a velocidades de 350 km/h

(iv) "Fuentes Escondidas de Vulnerabilidad y Desigualdad: accesibilidad por transporte público en el interior de Uruguay" Serie | Descentralización y desarrollo territorial | 2019 Dirección de Descentralización e Inversión Pública Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Martín Hansz, Diego Hernández

(v) Algunas de esas plataformas son p.ej. COURSERA (https://es.coursera.org/) y UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia, España, https://www.uned.es/universidad/inicio.html). Existe actualmente un acuerdo entre COURSERA y INEFOP (Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional). En inglés a estos cursos se les conoce por la sigla MOOC ("Massive Online Open Courses")


Columnistas
2021-01-05T07:22:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias