Unos varados y otros viajados
Stella Maris Zaffaroni
12.01.2021
Anoche me desvelé, no sé cuál fue el motivo, simplemente no tenía sueño.
Así que hoy Macarena llegó cuando yo aún dormía.
Entró como una tromba.
- ¡Chichí!, escuchame, no puedo creer lo que dice esto que me llegó- gritaba rumbo a la cocina.
Yo, saliendo de mi séptimo sueño ni podía coordinar palabra alguna.
- ¿Dónde te metiste? - golpeaba la puerta del baño del fondo- ¿tas acá?
Escuchaba sus pasos por la casa, de pronto frenó y entró despacito en mi cuarto.
- ¿Estás en la cama? - preguntó bajito a la oscuridad.
-Buenos días- dije entre bostezos- corré la cortina.
- ¿Tú durmiendo a estas horas?, tampoco me lo creo- se sentó en el borde de la cama.
-Es que anoche no tenía sueño, estuve leyendo hasta las mil y una.
Me incorporé y en un desperezo hice crujir todas las articulaciones.
-Parecés una víbora.
- ¡Ay qué mala! - me reí y seguí desperezándome.
-Es que te descoyuntás toda- se reía bajito- serpenteás entre las sábanas.
- ¿Qué fue lo que te alocó?
-Mirá- me pasaba el celular.
Me recosté en las almohadas y leí un comunicado de la Sociedad de Ortopedia y Traumatología del Uruguay, explicaban que la cirugía de columna mínimamente invasiva se realiza acá.
- ¿La que el Ministro de Interior fue a hacerse a la Argentina? - la miré incrédula.
-Mismamente.
- ¿El Lagaña nos mintió?
-Una vez más y van...
Ya me agarró la cólera de los justos y salté de la cama.
-Tenemos 7000 coronados activos, El Reyecito presidente se va a surfear, se toma selfis con la gente, dejan un montón de días a uruguayos varados en Buenos Aires por el cierre de fronteras; pero el Ministro del Interior se va a operar a Buenos Aires, pudiendo hacerlo acá.
Caminaba de una punta a la otra de mi dormitorio mientras destendía la cama, hice un boyo con las sábanas.
-Y siguen pensando en cuál vacuna- acotó Macarena.
-Ah sí, el Ministro de Salud, el chico éste Solymar, aseguró que "es absurdo" señalar que Uruguay no tiene un plan nacional de vacunación y dijo estar confiado de llegar "a buen puerto".
-A buen puerto vas por agua, con esta gente.
Macarena se puso a armar el mate, yo metí las sábanas en el lavarropas, me instalé frente a la compu y leí: - "Realmente estamos terminando las negociaciones - dijo El Reyecito con su desprolija y rala barba- Recién estaba mirando en la BBC lo que es el problema en Europa por la escasez de vacunas y, salvo Israel, el mundo no ha vacunado masivamente. Nosotros apostamos a las vacunas de mejor calidad que estén disponibles y es muy importante el tiempo de llegada".
-Y ... sería recomendable antes de que nos hayamos muerto - Macarena puso a hinchar la yerba en el mate.
- Aseguró que Uruguay tiene un plan de vacunación "ambicioso" que pretende inocular en torno a 600.000 personas por mes. "Si eso llega a hacerse realidad en tres meses o tres meses y medio podemos vacunar a gran cantidad de uruguayos.
-Ah bueno, Mister President, solo que, le aclaro: 6 por 3 da 18- Macarena señalaba hacia la foto en pantalla con el dedo- y acá somos como 4 millones- se revolvió furiosa- ¿o tampoco le enseñaron a multiplicar en esa escuela cara a donde usté jué?
-Dear dicen que es la Prefectura la que recorre las playas, pero en la foto no se ve a un marinero de blanco sino a un señor camuflado.
- ¿Camuflado espiando a los bañistas?
-No, caminando por la arena.
- ¿Se pasea entre la zungas y colaless?
- Parece, ¿si se arma tumulto cómo lo encara?
-Acá nadie encara, mirá - leí- el departamento de Rivera que casi duplica índice de zona roja
- ¿Zona roja en Rivera?, ¿en medio de esta hecatombe se les da por duplicar los burdeles?
-Dear, dice que tienen muchos coronados- volví los ojos a la lectura-; pero no restringe movilidad y continúa con las mismas medidas. El intendente Richard Sander y el coordinador, Gustavo Guedes, defendieron la decisión con el argumento de que los contagios se dan principalmente en el ámbito intrafamiliar, y que crecieron con las visitas por las fiestas.
-Y El Reyecito aconseja que los que regresan de las vacaciones se queden 10 días en casa ¡esto es joda!
-Es cuarentena.
- ¿Cuarentena?, ¿acaban de menear el culo al sol, en medio del gentío, proyectan lluvias de coronas y llegan a Montevideo y se encierran?
Viéndola tan desaforada traté de cambiar de tema.
Entré a buscar una noticia que levante el ánimo, que divierta...
-Nacional violó la burbuja- leo fuerte porque Macarena está en la cocina.
- ¿Qué violaron a una?, me estás jodiendo-saca la cabeza con cara de espanto- ¿y le llaman bruja?
Quería contestarle, te juro, pero me agarró tal acceso de risa que no podía.
-Dejá de reírte o te denuncio con las Mujeres de Negro- me decía y ya se tentaba ella también.
-El club de fútbol violó la burbuja sanitaria porque estuvieron festejando con mujeres.
-El país entero está violando la burbuja sanitaria y paseándose desnudo al sol- pegó media vuelta y se metió en la cocina.
En eso suena el celular.
-Dear, video conferencia con Teté-grité y atendí.
-Buenos días, ¿cómo dice que le va?
-Pichoncita- me miraba sonriente.
El celular de Macarena sonaba a mi lado.
-Dear, que está llamándote Teté.
--Sí- bufó-llama porque el otro está de orgía en Bruselas.
Espantada quise, traté, tapé el celular para que él no oyera.
-Chichí, sacá la mano de la cámara, y decile a Macarena que Arturito no fue a Bruselas y, además, ya volvió, está acá- me mostró al otro que me tiró un beso.
-Dear, están en el campo, se ven los árboles, las vacas.
-De ese par de vacas no quiero ni saber- gritó desde allá mientras su celular seguía sonando.
- ¿Podés atender? tu celular aúlla.
-Ulula- gritó- a Teté le puse de timbre la sirena de los bomberos- largó la risa.
Desde su cel, los otros dos me mostraban el pulgar para arriba.
-Decile que les tenemos una propuesta.
-Quieren proponeros algo- grité.
-Yo cama redonda con gays no hago- contestó
Los otros se doblaban de risa.
-Queremos proponerles que se vengan unos días al campo- me dijo Arturito.
-Nos invitan al campo- grité.
-No tengo ganas de pastorear-ya había un tono divertido en su voz.
-Como hay que llevar unas cosas a Montevideo nos gustó, se nos ocurrió, que pasaran a buscarlas- dijo Teté.
-Ya arreglamos el cuarto de huéspedes- comentó Arturito.
Macarena que había llegado hasta mi lado se inclinó hacia la mesita, apagó su celular y, mirando mi pantalla, dijo: - Desgraciados, quieren comprar ahora mi favor.
-Ahora y siempre- decía uno- Te amamos por sobre todas las cosas- dijo el otro.
Y ella se derritió y los miró con esa cara de madre que pone cuando la emoción la supera.
- ¡Idiotas!, están haciendo que llore- exclamó.
-Bueno, ¿y?
-Di que sí, di que sí- coreamos nosotras y cortamos la comunicación.
Y, batiendo palmas como dos niñas, nos fuimos a armar nuestros bolsos y a esperar que llegara el chofer a buscarnos.
Olvidada sobre la mesita del patio del naranjo quedó la foto de El Reyecito, con su rala y desprolija barbita, sonriéndole a la nada desde la pantalla de la computadora.
Chichí
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias