¡Ay de vosotros! Ismael Blanco
30.04.2025
El Gobierno de Uruguay, se puso a disposición del de Ucrania, para colaborar con la búsqueda de niños secuestrados o desaparecidos en el marco de la guerra. Así lo indicó el canciller uruguayo Mario Lubetkin, en conferencia de prensa, en la cual brindó a los medios, detalles del encuentro que mantuvo días atrás en Roma, con su par ucraniano Andrii Sibiha.
Expresando: "Establecimos, en principio un acuerdo para poder apoyarlos en lo que nos ha señalado ha sido y es el tema de los niños secuestrados o desaparecidos de la guerra, tema bien sensible para nosotros por nuestra historia propia en relación con los niños y los desaparecidos aquí en nuestro país."
En dicho encuentro, se habló de "20.000 niños secuestrados o desaparecidos" añadiendo: "Pedimos más información, pero nos hemos puesto a disposición para dar una mano en este tema", destacando la importancia del encuentro que se llevó a cabo en la Embajada de Uruguay en Italia, la cual según expresó, duró más de una hora.
Las declaraciones del Sr. Lubetkin, resultan preocupantes, y nos abren un abanico de legítimas interrogantes.
En primer lugar, me interesa señalar que al igual que al canciller uruguayo, la inmensa mayoría de los compatriotas, somos acérrimos defensores de los derechos de los niños, eso no se discute. Lucharemos por la Verdad y Justicia hasta el último de nuestros días. Lo hemos hecho a viva voz y lo seguiremos haciendo. También digo, que a los niños debe defendérselos siempre, en la más alta gama de sus legítimos derechos, porque siempre estamos y estaremos del lado de los frágiles, no sólo del Uruguay sino del Planeta.
Por las poderosas razones expresadas, considero que los niños, siempre deben estar primero, no sólo en el discurso sino en los hechos, porque los enunciados de poco sirven. Y fue por estar convencido que ésta es una meta primordial, que cuando hablamos de reducción de la pobreza, en la Mesa Política del partido de Gobierno, en la cual participo, planteé y propuse, que no se trata de reducir la pobreza, sino eliminarla en materia de la niñez. El compromiso de un gobierno de un gobierno de izquierda es: "pobreza cero, hambre cero en la infancia" y este objetivo se consignó en nuestro programa de gobierno .
A lo dicho, añado, que a mi entender los niños, no pueden ser utilizados nunca como "excusa" para justificar ningún tipo de acto encubierto que tenga otros propósitos. Es por eso, que no es dable aceptar que se realice un pseudo paralelismo entre lo ocurrido durante la dictadura cívico militar que padeció nuestro país, y el conflicto que se desarrolla en territorio ucraniano, porque las situaciones no son comparables y por tanto vincular el presunto secuestro o desaparición ocurrido en estas dos partes del mundo, no es otra cosa que tomar postura en el mismo, quedarse con la "versión ucraniana" de los hechos y tergiversarlos. Esto no es acorde a la postura de un Estado de Derecho como es el de nuestro país. Por tanto, estas afirmaciones no hacen más que a priori, tomar una posición política que quiérase o no, compromete y afecta la posición que en materia de derecho internacional ha tenido el Estado Uruguayo.
No es mi interés ingresar en ciertos aspectos, pero tales declaraciones me obligan a recordar que Uruguay hasta la fecha ha desarrollado su política internacional, aplicando el Principio de la Neutralidad en materia de conflictos bélicos, sobre la base de que tal principio, refiere a la actitud de los Estados de no tomar partido en una guerra u otro tipo de conflicto entre terceros Estados. Así procedió siempre nuestro país, promoviendo la paz en forma permanente.
Ahora bien, las declaraciones del reciente canciller, claramente lo quebrantan. Es decir, a partir del diálogo sostenido con una de las partes del conflicto, recoge y da inmediatamente por exactas, lisa y llanamente para intervenir en forma directa,en la búsqueda de niños presuntamente secuestrados y o desaparecidos, sin más información, bajo un formato de "actitud humanitaria", respecto de un tema que requiere profundización.
Yo me pregunto: ¿Cuál es el verdadero contenido de estas declaraciones realizadas por el canciller?; ¿Es que el Sr. Lubetkin acaso, tiene pruebas de los hechos tan graves que le fueron comunicados por su par ucraniano? Nos habla de secuestro o desaparición de niños, ¿Estó ocurrió? ¿Está acaso inculpando a la contraparte del conflicto de tales horrendos actos?. Tampoco lo dice .¿Si no es así, quién o quiénes efectuaron esos secuestros y desapariciones? ¿A quién o quiénes le atribuye la autoría? ¿Cuáles son las pruebas? ¿O acaso cree suficiente elemento incriminatorio la " presunta responsabilidad" de deportanción ilegal de niños que atribuye la Corte Penal Internacional a la contraparte en el Conflicto?
Si el Sr. Lubetkin tiene pruebas, sería bueno se las aportara a la Corte Penal Internacional, porque ésta, claramente no las tuvo al momento del fallo ni las tiene. Porque habla de presunción y no de hechos, y ningún sistema jurídico que se precie de democrático falla sobre la base de presunciones sinó de hechos probados. Claramente, muy a mi pesar y dolor la Corte Penal Internacional, como en el caso de Yugoslavia, basa sus sentencias no en razones jurídicas, sino en razones políticas, perdiendo la esencia de la neutralidad.
Me permito recordarle, que el contenido de el fallo contra la contraparte ucraniana excede en mucho mi propósito en estas líneas, pero sí sostengo, con convicción plena que carece de fundamento jurídico. Lo califico de un claro contrasentido, que no se ajusta a los rigurosos criterios del derecho penal sustancial del que ostensiblemente se aparta, así como también de los sólidos principios que lo sustentan, los cuales, sin duda jurídica plausible, establecen categóricamente la "presunción de inocencia" no en cambio la "presunción de culpabilidad", lo que pervierte principios esenciales de tratados internacionales, porque en todos los casos, sin excepción, la culpabilidad debe ser probada por quien acusa. Y esto no ocurrió en el mentado caso.
Claramente ésta Corte Penal, tiene una visión "tuerta" de ciertos asuntos y no es una afirmación infundada. Condena a personas africanas, o del llamado tercer mundo, pero no a europeas, excepto a los yugoslavos; recordandole, que la OTAN intervino en forma genocida en dicho país, bombardeándo a miles de ciudadanos de la ex Yugoslavia, destruyendo la Embajada de la República Popular de China, asesinando a ciudadanos chinos. En suma, no hizo más que destruir los pilares del sistema de derecho internacional penal.
Observando diversos fallos, tengo razones para sostener que hay una Corte Penal Internacional para "poderosos", integrantes de las coorporaciones y otra, para los que los enfrentan. De esta forma, un instrumento que fue concebido noblemente, pensado para la equidad, se termina pervirtiendo, siendo funcional a modo de ejemplo con quienes destruyeron Libia; Afganistan; Irak; Yugoslavia y podemos seguir... Esta Corte Internacional representa a Bruselas y a Davos, enterrando el Principio de Inocencia del Art. 14 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Por tanto, ponerse a disposición de una de las partes, del lado de quien sin pruebas es "el acusador", en un contexto por demás controvertible, es tomar cartas en la disputa, guste o no guste, claramente no corresponde.
Por otra parte, parto de la base que el Sr. Lubetkin, por su alta investidura, conoce o debería conocer la génesis del conflicto bélico, marco en el cual su par ucraniano efectúa tan grave denuncia. Ser neutral implica oir a las dos partes, y no una sola, la ucraniana, cuyo gobierno es a todas luces "de facto" ya que no fueron convocadas elecciones al finalizar el mandato presidencial de Zelensky, que aún hoy sigue en el poder.
Ofrecer en este contexto ayuda a Ucrania, en este o en cualquier tema, es avalar a un dictador, desconociendo un hecho público, como lo es el alto porcentaje de la población ucraniana, que respetando la Constitución de su país, llámese "separatistas", no aceptaron la prepotencia que pretendió imponérseles a partir del Golpe de Estado del Maidan del 2014 que ocurrió en su territorio. Ellos, no aceptaron las medidas dictatoriales que les fueron impuestas tales como: la eliminación del idioma y cultura rusa de los habitantes ruso parlantes; ni la persecusión de la Iglesia Ortodoxa Rusa; que no aceptaron el despotismo y la barbarie de quienes no dudaron en quemar vivos a los sindicalistas incendiando la Casa de los el Sindicatos de Odesa, el primero de mayo de 2014.
Se ofrece apoyo, sin más, a un gobierno ucraniano que no dudó en bombardear el Donbas, matando sí a niños, a tal extremo, que que al día de hoy, en la ciudad de Donetsk, hay un parque y una calle llamado "Callejón de los Ängeles" recordatorio de los niños ucranianos de etnia rusa asesinados por artillería del gobierno que representa el dictador Zelensky. Tampoco puede desconocer el Sr canciller la responsabilidad de grupos fascistas del Batallón Azov, que violaron a mujeres y niñas ucranianas de etnia rusa, llegando al extremo de marcarles en la espalda la esvástica nazi.
Esto ocurrió, y esos niños que el canciller ucraniano afirma estan "secuestrados" o "desaparecidos" son los mismos que sus propias familias quisieron poner a salvo de estos ataques ocurridos desde el 2014, y por esta razón, para protegerlos del Golpe de Estado y sus terribles consecuencias, los refigiaron en territorio ruso, mientras la gran mayoría de sus padres, al mismo tiempo, constituían la milicia resistente en el territorio del Donbas, encabezada entre otros líderes por Alexander Zajárchenko.
Entonces, ¿De que niños nos habla Lubetkin? Su preocupación por los niños en general nos parece correcta, pero estos niños, no fueron secuestrados, fueron puestos a salvo de los ataques nazifascistas impartidos desde Kiev.
¿Acaso, no sería bueno recordarle a su homónimo ucraniano algunas de las tantas arbitrariedades que se cometieron y que al día de hoy se siguen cometiendo en su país?; ¿ No sería más productivo, buscar caminos para lograr la paz y el acercamiento de las partes?; ¿No es esta la postura que corresponde al canciller de un país neutral como el nuestro?; ¿Desconoce el canciller uruguayo que todos los partidos políticos de izquierda y los sindicatos están proscriptos en Ucrania?;¿Que sus dirigentes están presos, torturados y muchos fueron asesinados?; ¿Qué se le habla de secuestro y desaparición de niños cuando a la vista de quien quiera verlo secuestran a jóvenes para reclutarlos en una guerra sin sentido?. Esto último no lo digo yo, sino que se lo dijo el mismísimo vicepresidente de EEUU, J. Vance al actual gobernante de facto Zelensky.
Más y más preguntas se me presentan: ¿Desconoce acaso que el grupo neo nazi del Batallón Azov ucraniano, seguidores de Stepán Bandera, colaborador de los nazis y organizador de la matanza de decenas de miles de judios y polacos durante la Segunda Guerra Mundial, fue inspirador de quienes dieron el Golpe de Estado del Maidan?, ¿Desconoce acaso que como consecuencia de estos hechos asesinaron a más de 14.000 civiles inocentes, entre los que también había niños antes del 2022?
Si Lubetkin quiere que se formalice el ingreso de Uruguay a la Unión Europea, esto puede entenderse; pero la dignidad de Uruguay no tiene precio. Por esta razón y por su investidura, no corresponde que se incline ante nadie! Y menos aún, ante los representantes diplomáticos de un gobierno de facto o dictatorial. El camino no es arrodillarse ante nadie, esto incluye a Von der Leyen, a los representante de Davos y de las coorporaciones.
El camino de Uruguay, debería ser el que siguen otros mandatarios de nuestro propio continente, que han demostrado tener dignidad y coherencia en sus dichos y en sus actos: Lula; Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheibaum, un camino de coherencia y bregando por la paz.
Dado que concurrió a las excequias del Papa Francisco, en homenaje a tan gran hombre, debió recordar sus palabras pronunciadas hace un año atrás, días previos del atentado y masacre del Crocus de Moscú, oportunidad en que exhortó a Zelensky a que parara la matanza de su pueblo. Ese debió ser su homenaje a un Papa bueno, digno y coherente, que no dudó en decirle a Netanyahu y a Trump, que pararan sus matanzas y que no se persiguieran a los inmigrantes como si fueran delincuentes.
Cada uno elige en que lugar se para en la historia. Si lo hace en la poltrona cómoda y mullida del poder y ágapes de ocasión, o si lo hace del lado del lado de la honestidad, al igual que lo hizo en su momento, el excelso maestro, orgullo de la Diplomacia uruguaya, Enrique Rodríguez Fabregat, quien no se inclinó nunca ante el poder sino ante la justicia.
Si a estas declaraciones a las que venimos refiriendo, le sumamos las anteriormente realizadas respecto de la apertura de la Oficina de la ANII en Jerusalén, concluyo que estos dichos y acciones destruyen el Principio de Neutralidad y las mejores tradiciones de Uruguay en materia de Relaciones Internacionales, que como país pequeño, es uno de los ámbitos, en que siempre se ha destacado.
Componer, unir, conciliar sin satanizar en forma directa o indirecta, buscar el camino de la paz, deben ser permanentemente nuestros propósitos en la Comunidad Internacional.
¡Francisco que estás en el Cielo! ¡No los perdones, porque saben lo que hacen!
Dr. Ismael Blanco