¿Se nos está acabando nuestro tiempo? ¿Tenemos los instrumentos necesarios para sobrevivir en el espacio? Rúben H. Díaz

09.11.2025

Hawking y Cixin Liu, desde diferentes ángulos, nos señalaron posibles dificultades, a nosotros, los humanos, para sobrevivir. El espacio no es un sitio confortable y pacífico, según ellos, que han hecho sus advertencias desde elementos bien diferentes. Pero que son los que van marcando el futuro de nosotros desde siempre, el instinto y la ciencia.

Cuando interactuemos con seres inteligentes fuera de nuestro sistema solar, no nos encontraremos con hermanos pacíficos dispuestos a compartir sus conocimientos con nosotros, sino seres que nos verán como enemigos. Debemos estar preparados para las dos alternativas. Colaborar o confrontar.

Ahora aparecen signos, los primeros, de los inmensos desafíos que podemos encontrarnos. El peligro esta en planetas que se mueven fuera de un sistema solar, a los cuales nos cuesta identificar, y que tal vez puedan incluso exterminarnos.

La NASA ha dado un alerta. Un objeto desconocido hizo un recorrido en torno al sol que puede indicarnos la posibilidad acercarse a nosotros para ocupar nuestro espacio. Stephen Hawking de lo racional nos lo advirtió. Cixin Liu lo intuyó. Esto está ahí, apareció.

Hemos crecido en cuanto desarrollar capacidades que nos permitan defender nuestra existencia, pero es evidente que tal vez no alcance. Pudimos, con la energía atómica, poner en peligro la civilización que fuimos construyendo con la evolución de la especie. ¿Será esto suficiente para protegernos de otros seres inteligentes que están más avanzados?.

Por eso Hamking nos advirtió que no era bueno tratar de hacernos conocer. Al parecer, tenía razón. Hasta el momento hemos hecho un desarrollo intenso de investigación científica sin  sistema, en forma irracional y hasta caótica. Llegamos a la luna y pasamos casi cuarenta años sin profundizar con orden y propósito esa labor. Obama, en un acto de irracionalidad e irresponsabilidad en su momento, prácticamente dejo de poner fondos para seguir estudiando el espacio. Trump, Xi Jimping y Putin, están más interesados en crecer en cuanto a esferas de influencia en nuestro planeta y nos ponen en peligro de una guerra nuclear. Nunca estuvimos tan cerca de una catástrofe de ese tipo. Los desafíos se encuentran en nosotros y es muy probable, desde fuera, desde el espacio. Da la impresión que no la tenemos fácil.

Nadie nos va a salvar. Tenemos que reaccionar o es posible que nuestra historia este en un punto de no retorno. Ojala que nada de esto ocurra, porque lo cierto es que hasta este momento, fuimos siempre superando distintas situaciones de riesgo. El asunto es saber si ahora podremos hacernos de las capacidades suficientes para permanecer.

Antes los peligros estaban vinculados a nuestro planeta. La energía atómica y la manera como polucionábamos la tierra por nuestro crecimiento demográfico. En estos últimos días, recibimos un mensaje esperanzador de Bill Gates, un hombre que se preocupo e hizo mucho por el medio ambiente. Pero cuando este indicador aparece, el peligro exterior se nos presenta en forma dramática sin darnos respiro.

Yo expreso en estas notas, ideas y sentimientos. No soy quien pueda abordar estos temas. Pero si me parece que no podemos permanecer indiferentes. Tenemos que tener capacidad de crear con rapidez un gobierno, o un centro de poder global que actúe en tiempo y forma. Eso no es fácil. E igual con un instrumento de ese tipo, nada parece garantizado. Por eso no creo en el momento ideal, en el ser superior, que nos de las respuestas de todo y nos proteja por el mero hecho de existir. Más bien me parece que fuimos dotados de determinadas capacidades, y quedamos dependiendo de la manera como las vamos a desarrollar en nuestro beneficio. El libre albedrío es un instrumento de cada uno, pero también debemos lograr otras cosas colectivas que nos permitan permanecer en un medio que no nos va a dar sino desafíos a superar.

Estamos en el momento más brillante, lleno de posibilidades. Pero tal vez, justamente por eso, nos enfrentamos a asumir una realidad muy compleja y con peligros jamás conocidos. Es posible que cometimos dos errores, presentarnos, y no valorar que entre nosotros no es posible confrontar. Debemos sumar esfuerzos, solos,  desde lo individual, no vamos a sobrevivir.

Lo único que nos da algo da esperanza, es saber que hasta ahora, seguimos existiendo cuando muchas veces pensamos que no podíamos lidiar con los desafíos que se nos planteaban o encontrábamos en nuestro propio devenir. Dependemos del desarrollo científico. Pero eso no implica que nosotros, los humanos, como tales, no tenemos cosas que hacer. Por lo pronto es necesario tomar conciencia de que tener una actitud amigable entre todos es fundamental.

Claro que mucha gente dira que quien soy yo para plantear estos temas. Que tal vez este fuera de la realidad. Incluso sentir que mis razonamientos no son lógicos. Sin embargo creo que el granito de arena de cada uno, expresión vulgar que me parece apropiada, puede llegar a ser decisiva. El momento más crítico de la  humanidad, en toda su historia, fue me parece en la crisis de los misiles de Cuba. Allí surgió el instinto de supervivencia en los líderes de ese momento fue lo que nos salvo. Tal vez ahora estamos cerca de una situación más compleja aún. Es posible que ese instinto sea el que nos marque el camino. No llegamos hasta aquí porque sí.

 

Rúben H. Díaz

Columnistas
2025-11-09T19:21:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias