Albisu y Lima prometieron sin cumplir. Ahora son gobierno. Ramón Fonticiella

11.09.2025

Resulta muy difícil conectar con toda la información que diariamente se produce en nuestro pequeño país. Cada uno pone atención en sus preferencias, y en casos extraordinarios en las noticias explosivas. Tal el caso del terrible hecho de las muertes de Mercedes. Informaciones que golpean, espantan y asombran.

 

De las otras, las más corrientes, poco énfasis se pone en su búsqueda, sobre todo sin son acontecimientos del interior, sin sangre, sin esfuerzo informativo, aunque no sin importancia. 

Me he propuesto poner en conocimiento de quién quiera, hechos que contribuyan o conspiren con la vida general de la gente. Esto significa prender luces en lo bueno y lo malo, cuyo conocimiento puede ser semilla de razonamiento para el público común. El solo hecho de promover "pensamiento" ya justifica la tarea.

De uno de esos asuntos trata esta columna: informar y comentar situaciones que pueden tener influencias sobre "los ciudadanos comunes".

En el gobierno de Lacalle, el Dr. Carlos Albisu fue designado presidente de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM). Llegaba por decisión del primer mandatario, a uno de los cargos más codiciados en el esquema de democracia liberal del país: sueldo, seguridad de no responder al Poder Judicial del Uruguay, amplios poderes...el sueño del pibe. Desde allí desarrolló una especie de gobierno paralelo de Salto, sin estar en la Intendencia. Conocido es que debió renunciar por excesos de poder en amiguismos, contrataciones y demás. Antes en su intención de ser un "realizador", entre otras cosas lanzó la idea de convocar a crear un hub logístico en Salto Grande. Puerto de barcazas, para surcar un río NO navegable aguas arriba de la represa, depósito fiscal, millones de inversión y centenares de empleos. Salto extasiado.

No corrió solo. Lo apadrinaron muchos: el más destacado Andrés Lima, intendente de Salto ingresado por el Frente Amplio. Más éxtasis... Y acciones: entrevistas con Lacalle, convocatoria a empresarios que de un  día para otro presentaron aspiraciones. Más apoyos, como el senador Coutinho, hoy director de ANCAP en gobierno del Frente.

Viajes internos, prensa, malabarismos legales para habilitar para puerto una tierra rural...en fin: todo de punta y pa' delante. Eso sí: nadie escuchó ni leyó a las personalidades que enseñaron que el río Uruguay no es navegable al norte de la represa. Aún así Albisu aseguraba que ya había carga pronta para trasladar de inmediato desde el sur del Brasil; y Lima dejaba de lado un proyecto de barcazas al sur de la represa, para jugarse por la quimera del norte y operaba creando legislación desde la Intendencia.

Ahora el Ministerio de Obras Públicas ha desestimado definitivamente la iniciativa, por vencimientos de plazos y extensiones para que el empresario presentara el proyecto definitivo.

 Posiblemente seas de quienes "le da lo mismo" este tema porque no toca tus intereses personales. A mí no me da lo mismo, me preocupa, porque involucra de alguna manera a un intendente (Carlos Albisu de Salto), al presidente de un organismo del Estado (Andrés Lima, de MEVIR) y a un director de ente autónomo y ex senador (Germán Coutinho, ANCAP). Algunas cosas unen a estos políticos (blanco, frenteamplista y colorado) : son salteños y en 2022 fueron claves en generar una desmedida expectativa por una posible inversión privada en Salto. Los cien mil habitantes del departamento nos alegramos: con el doce por ciento de desocupación la promesa de cientos (o más) de empleos, enturbiaba la mente de cualquiera. 

Comprendo que los simples mortales perdamos las referencias ante un hecho como el anuncio de un nodo multimodal de transporte, almacenamiento, navegación por el Río Uruguay e intervención de mercadería. Pero un senador, el presidente de un organismo internacional, CTM, y un intendente, no pueden perder la brújula y enloquecer a un pueblo. Eso hicieron, sobre todo los ejecutivos, quienes en lugar de estudiar condiciones jurídicas, internacionales y geológicas, dieron rienda suelta a la euforia (y a su aureola de creadores de futuro).

El inversor privado, dueño de parte de las tierras donde se asentaría un puerto de barcazas, hizo su juego. No le correspondía analizar más que sus intereses, y logró que permitieran en  un terreno rural establecer un puerto...Obra de una muy discutible ingeniería jurídica del intendente Lima. Ningún jerarca político quiso leer u oír las advertencias de las personalidades técnicas que advirtieron que el Uruguay no es navegable aguas arriba de Salto Grande. Que  el dragado de su lecho rocoso insumiría cientos de millones de dólares. Además, operar en un río donde tres países tienen soberanía e intereses, no es "moco de pavo".

Estuve entre quienes trataron de llamar a la reflexión, porque cuanto más alto se sube en la ilusión, más grande puede ser el porrazo. Pedí calma y raciocinio en varias notas en el diario La Prensa de Salto, pero la avasallante prédica del poder enterró toda razonabilidad. Miembros de cátedras de la Udelar de Salto, se quedaron sin voz y sin tinta de tanto advertir riesgos y pedir estudios.

Ahora Albisu es intendente, Lima presidente de MEVIR y Coutinho director de ANCAP. Lástima, embalaron a Salto detrás de una gigantesca zanahoria, y hoy nadie  les recuerda su invento, porque  son autoridades...... Entre otras cosas lo son gracias a los votos que mal lograron con patrañas como la del hub logístico de Salto Grande. 

Lamentablemente no termina acá  la tétrica fantasía. Las ex jerarquías (blanquicoloradas) de Salto Grande, no ejecutaron la garantía de la empresa que propuso y no hizo la inversión y se permiten la grosería de echar la culpa a otros. Alguno, hoy jerarca del gobierno de Albisu en Salto, dice que faltaron permisos del estado nacional...Como que el lecho rocoso del río estuviera instalado por decreto. Dice la prensa nacional que no se ejecutaron cien mil dólares de la garantía de cumplimiento, ni se devolvieron a CTM doce mil, que gastó en desocupar y luego volver a instalar un  depósito cedido a los "inversores".

La permisibilidad de los salteños, y la impasibilidad del gobierno nacional, permiten que quienes han mentido estén en cargos de alto riesgo para los administrados.

No es una situación irrelevante. Es muy grave. La dignidad se construye en cada acción.

Ramón Fonticiella es Maestro,  periodista, circunstancialmente y por decisión popular: edil, diputado, senador e intendente de Salto. Siempre militante


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2025-09-11T05:57:00

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