Andorra, el oscuro origen de su riqueza. Michael Mansilla

09.06.2025

Muchas de las fortunas de ciertas familias andorranas se forjaron durante la Segunda Guerra Mundial. Aventureros sin escrúpulos, metidos a pasadores de fortuna, se hicieron de oro asesinando o abandonando a su suerte a quienes les habían confiado sus vidas.

Era muy frecuente saquear a judíos adinerados o delatarlos a cambio de dinero o favores. En Andorra llegó a funcionar una mafia con nombres y apellidos.

De los cerca de 100.000 refugiados -judíos, ingleses, alemanes disidentes y desertores franceses, esencialmente-, se calcula que la mitad cruzaron los Pirineos por Andorra. Los pastores de ovejas, quienes conocían los mejores caminos, se convirtieron en "pasadores".A lo largo de la historia de la humanidad, en cualquier lugar del planeta, las montañas han constituido lugares de amparo o vías de escape hacia la libertad, en la mayoría de los casos para dejar atrás guerras y persecuciones. La situación geográfica y la condición de estar en los Pirineos hacían que el Principado de Andorra cumpliera con los requisitos. Pero Andorra era el infierno.

Para los derrotados en la Guerra Civil, una vez que Francisco Franco impuso su superioridad militar y estableció su régimen, Andorra fue, en sentido contrario, también un camino hacia la salvación para quienes huían de los nazis y su persecución deleznable, especialmente hacia los judíos.Durante la primera fase de la II Guerra Mundial, el dictador español se manejó como un contorsionista al conjugar con solvencia las dos caras. Aunque tuvo el apoyo de Hitler, su profundo catolicismo y su concepción sobre el pueblo judío eran muy diferentes; contuvo a los judíos españoles. Aunque en un primer momento devolvía a los judíos europeos que cruzaban los Pirineos, dejó de hacerlo repentinamente. Historiadores y juristas le recordaron la expulsión de los sefardíes por los Reyes Católicos, ya de por sí una mancha en la historia de España.Pero, sobre todo, como buen militar de carrera (Generalísimo), con experiencia en las guerras del Norte de África y la propia Guerra Civil española, vio que Adolf Hitler había iniciado una guerra que no podía ganar, y ya en 1943 los soviéticos hacían retroceder a las fuerzas alemanas. No hizo esfuerzo alguno, sin embargo, para que los republicanos exiliados, especialmente los vascos en Francia evitaran terminar en campos de concentración.

Fue precisamente durante la Segunda Guerra Mundial cuando la cadena montañosa que separa España de Francia vivió un mayor tránsito de exiliados. El perfil de quienes intentaron atravesarla para llegar a España era variopinto.

Desde 1939 a 1944, la cruzaron, además de judíos, soldados franceses que se negaban a combatir, pilotos británicos derribados, militares aliados que habían sido prisioneros y huidos, espías, traidores o simplemente refugiados. Miles de personas intentaron evitar la represión encabezada por Adolf Hitler intentando penetrar en territorio español con el objetivo de llegar luego a la neutral Portugal o al Peñón de Gibraltar, para desde allí volar o embarcar hacia Gran Bretaña o el continente americano.

Andorra, en 1939, vivía en la Edad Media: 6.000 habitantes, un país sin constitución, un código civil basado en la ley sálica, donde el hijo varón mayor heredaba todas las tierras y riquezas. Era gobernado por una asamblea con representantes de cada uno de los valles. Sus jefes de Estado eran (y son) el obispo de la Seu d'Urgell y el jefe de Estado francés. Apenas el 4 % del territorio es habitable y cultivable. A pesar de esto, un grupo de emprendedores catalanes y cómplices andorranos fundaron el Banco Agrícol y Comercial de Andorra en un país sin legislación bancaria alguna. El banco era un lavadero para todas las facciones.

Pero ¿qué era el minúsculo Principado de Andorra antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial?

La mayoría de los habitantes de Andorra vivía en pueblos alejados de las vías principales, casi igual que hacía cien años, relativamente primitivos. Residían en casas de piedra construidas con piedra de montaña, sin agua corriente, electricidad ni alcantarillado. El cultivo del tabaco seguía siendo un negocio importante.

Pero el contrabando era la verdadera economía del principado: contrabando de tabaco, cigarros y cigarrillos, de producción local o traídos del exterior hacia España. Desde Francia se trasegaban productos de lujo como perfumes, joyas y vestimenta. También el contrabando de armas durante la Guerra Civil Española, para ambos lados.

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de su neutralidad, Andorra estuvo bajo la estrecha supervisión de espías y agentes de influencia de todos los países en guerra.

En este principado enano, muchas reuniones secretas tenían lugar en el Hotel Mirador (Mirador de Canillo Vacances Pirinenca), donde todos miraban a todos. Y Radio Andorra, una poderosa emisora que intentaba por todos los medios preservar su neutralidad, transmitía por toda la Europa en guerra. Fue muy buscada por los nazis, ansiosos por adquirirla o, al menos, manipularla con fines propagandísticos.

En el diminuto enclave, con reminiscencias feudales, cumplió un papel crucial en aquel trasiego de desesperación, como un gozne necesario, compensado en un perfecto e impecable fulcro, en el que sus puertas no discriminaban a nadie. Las primeras oleadas fueron, obviamente, de judíos que, ya ante el advenimiento de Hitler, huían desesperadamente.

Miles de ellos encontrarían la paz al otro lado español de los Pirineos, y Andorra sería el principal mecanismo para vehicular estos flujos. Nuevamente, este pueblo se pondría en marcha hacia uno de sus cíclicos éxodos. Instalados ya en la península, los hebreos escaparon del Holocausto, pero durante la Guerra Civil Española y el colaboracionismo entre los falangistas de Franco y la Alemania nazi, no tomaron riesgos muchos se embarcaron rumbo a América del Sur, Cuba y México.

Todo cambió con la invasión nazi a Francia.

Las expediciones comenzaban en Bélgica u Holanda. Se estudiaban al detalle, sin eludir sobornos puntuales cuando era menester. Su capacidad de elusión y extracción radicaba en el profundo conocimiento del terreno y en el entrenamiento que comportaba la alta especialización del mundo del contrabando. Además, muchos se solapaban con los servicios secretos ingleses. Muchos de ellos cayeron bajo el fuego de la Gestapo o fueron enviados a campos de concentración. A los que llegaron a Andorra, les esperaba algo peor.

Allí se dieron casos de andorranos sin escrúpulos que se hicieron de oro como pasadores de fortuna, asesinando o abandonando a su suerte en la fría montaña a quienes les habían confiado sus vidas. Era frecuente saquear a judíos adinerados o delatarlos a cambio de favores.

La representación diplomática alemana, formada por las SS, pagaba bien (en oro) por cada judío entregado. Estos eran ejecutados allí mismo, con la mirada hacia otro lado de los andorranos, más interesados en el oro nazi. Muchos jóvenes se convirtieron en "agentes de seguridad a sueldo" para la embajada alemana, sin empacho de usar la esvástica. La historia oficial dice que Andorra se mantuvo neutral durante la Segunda Guerra Mundial. La verdad es que estaba controlada por las tropas nazis.

En Andorra llegó a funcionar una mafia con nombres y apellidos.

Es la leyenda negra real que Andorra arrastrará asociada a su postura de perfil en aquel terrible conflicto, y que deja una huella de trazos gruesos que la señala como la tumba de cerca de un millar de judíos en su durísima fuga a través de la Europa ocupada. Paradójicamente, este país neutral está salpicado de fosas anónimas en sus amuralladas montañas.

La ruta era muy difícil: desde Francia hasta Andorra, con guías contratados que conocían bien la zona. La travesía duraba de tres a siete días, dependiendo de las condiciones climáticas, pero ni siquiera eso era garantía de seguridad, ya que muchos refugiados y guías perdieron la vida en los traicioneros picos pirenaicos de 3.000 metros, donde no había diferencia entre guías experimentados y aficionados...

Una de las redes, "Pat O'Leary", fue la principal responsable del regreso de soldados y aviadores británicos estacionados en Francia que habían escapado del cautiverio o habían sido derribados. A través de esta ruta secreta, más de 600 pilotos británicos y estadounidenses derribados sobre Alemania o sus territorios ocupados lograron regresar sanos y salvos a Gran Bretaña. Los pilotos británicos utilizaban pagarés de oro, cobrables en España. Pero sólo la mitad: al otro lado de las montañas, algún agente abonaba el resto. Los británicos sabían muy bien las crueldades que se sucedían en Andorra.

 

Montañas de huesos.

El caso de los Schwab, un padre e hijo judíos que salieron de Ariège para llegar a Andorra, aunque no hay constancia de que lo lograran. En 2012, unos excursionistas encontraron los restos de dos individuos en un camino cerca de la frontera con el departamento francés. Uno de los cráneos conservaba una bala. El análisis genético determinó que eran los Schwab.

También se dieron casos de pasadores sin escrúpulos que, una vez cobradas entre 10.000 y 15.000 pesetas de la época por sus servicios, abandonaban a los refugiados a su suerte. Algunos de ellos eran meros delincuentes que robaban y hasta asesinaban a sus clientes. Los saqueos a judíos adinerados fueron considerables. También hubo quienes los delataban y entregaban. Las situaciones trágicas abundaron.

Guías carentes de escrúpulos debió de haber en toda la cordillera, pero la leyenda negra señala sobre todo a los andorranos. Aseguran los lugareños que para muchos judíos su periplo acabó en el pequeño principado, neutral en la guerra, y que una parte de sus idílicos paisajes están salpicados de fosas olvidadas, donde yacen, bajo rocas y nieve, los restos de quienes fueron asesinados para arrebatarles las joyas y el oro que llevaban encima. Paradójicamente, quienes les inspiraban confianza se convirtieron en sus verdugos. Las víctimas podrían elevarse a quinientas o mil.

Un documento excepcional.

Los soldados alemanes hicieron lo que los servicios de inteligencia no podían: incautaron la libreta de anotaciones de un guía, probablemente catalán, que pasaba gente por Andorra y les cobraba. No tenía pudor en dejar constancia de su accionar. La libreta, hallada en Ariège, se encuentra hoy en los Archivos Departamentales del Ariège. Está escrita en catalán y menciona nombres, fechas y cifras. Al parecer, cuando los nazis supieron de su existencia, fueron directamente a buscarla. El guía ya había desaparecido. Nadie sabe nada de él. Pero su meticulosidad permite conocer hoy los aspectos más sórdidos del drama.

En esos papeles, hoy desclasificados, se menciona expresamente a un número elevado de personas asesinadas, aunque no se explicita el lugar exacto. La gran mayoría fueron asesinadas apenas cruzaron la frontera.

Esos crímenes formaron parte de un macabro pacto secreto entre la representación de las SS y un grupo de jóvenes andorranos que se prestaron a colaborar, a cambio de oro, con la entrega de judíos y refugiados. Algunos de estos pasadores criminales llegaron a matar también a soldados y pilotos británicos. El dato constaba en la libreta.

Se trataba de verdaderas mafias organizadas con nombres y apellidos. Estas redes del contrabando y de paso de personas eran muy eficaces: hacían desaparecer a los refugiados y después se quedaban con sus objetos de valor. El guía (¿su apellido era español, de origen catalán?) cobraba de 3.000 a 5.000 francos por persona; en el caso de los judíos más ricos, entre 10.000 y 15.000. Se desplazaba desde el Alto Ariège hasta Andorra. Una vez que llegaba con los refugiados a territorio andorrano, les ofrecía hospedaje. Y desaparecían. La libreta indica expresamente que muchas veces el trato no incluía la hospitalidad. En algunos casos, ni siquiera la llegada.

El guía aludía a que, en Andorra, sus socios se encargaban de los clientes. En otras palabras: los mataban.

Al parecer, el banco local (el Banco Agrícol y Comercial de Andorra, fundado por catalanes) hacía el resto: lavar el dinero. A tal punto que llegó a ser un modelo para otras entidades bancarias suizas y de Liechtenstein. Este dato fue incorporado en un informe de inteligencia, en parte desclasificado, de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) de EE. UU., antecesora de la CIA.

Las rutas más transitadas fueron las de Ferrières-Romaset-Vielha y Sant Joan de Toran, así como Saint-Béat-Bossòst. También, por supuesto, los pasos más cercanos al Principado. Especialmente los del Alto Ariège, donde tenían su base varios de los pasadores criminales. En la actualidad, estos caminos, hoy asfaltados, sirven de acceso a estaciones de esquí. Muchos senderos se conocen aún por sus antiguos nombres: "camí del contrabandista", "ruta dels passadors", "camí de la mort".

En Andorra, la memoria fue muy selectiva, y el olvido, planificado. En los relatos oficiales, Andorra aparece como un país neutral que colaboró con los aliados. En ningún momento se menciona el saqueo y asesinato de centenares de judíos, ni la participación de los pasadores. Tampoco el rol de las autoridades. No consta que se haya abierto ningún proceso judicial. Ni que el Estado haya pedido disculpas. Andorra, en realidad, no tiene ningún pasado. Vive en un presente perpetuo de silencio. A pesar de ello, algunos historiadores y periodistas de la región han investigado los hechos con valentía. Y han sido objeto de persecución o silenciamiento.

El Estado andorrano nunca reconoció la existencia de estas redes. Ni aceptó su responsabilidad por los crímenes cometidos en su territorio. Tampoco ha ofrecido reparación alguna a las víctimas. Un pasado incómodo. Del que solo hay algunas huellas entre las montañas.

Pero no todo fueron traiciones. Algunos pasadores salvaron miles de vidas. El nombre de uno de ellos quedó grabado en la historia: Francisco Ponzán Vidal.

 

 

 

Muchas de las fortunas de ciertas familias andorranas se forjaron en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. De aventureros sin escrúpulos metidos a pasadores de fortuna que se hicieron de oro, pero asesinando o abandonando a su suerte a aquellos que les habían confiado sus vidas. Era muy frecuente saquear a judíos adinerados o delatarlos a cambio de dinero o favores. En Andorra llegó a funcionar una mafia con nombres y apellidos.

De los cerca de 100.000 refugiados tanto judíos como ingleses, alemanes disidentes y desertores franceses esencialmente, se calcula que la mitad de ellos pasaron los Pirineos por Andorra. Los pastores de ovejas quienes conocían los mejores caminos se convirtieron en "pasadores".

 

A lo largo de la historia de la humanidad en cualquier lugar del planeta las montañas han constituido lugares de amparo o vías de escape hacia la libertad, en la mayoría de los casos tratando de dejar atrás guerras y persecuciones. La situación geográfica y la condición país de los Pirineos, el Principado de Andorra cumplía con los requisitos. Pero Andorra era el infierno.

Para los derrotados en la Guerra Civil una vez que Francisco Franco impuso su superioridad militar y estableció su régimen, y, en sentido contrario, asimismo acogió el camino hacia la salvación de quienes huían de los nazis y su persecución deleznable, sobre todo hacia los judíos.

-Durante la primera fase de la II Guerra Mundial, el dictador español se manejó como un contorsionista al conjugar con solvencia las dos caras. Pero, aunque tuvo el apoyo de Hitler, pero con su profundo catolicismo, su concepción sobre el pueblo judío era muy diferentes, contuvo a judíos españoles. Aunque en un primer momento devolvió a los judíos europeos que cruzaban los Pirineos, dejo de hacerlo repentinamente. Mas bien los historiadores y juristas le recordaron la expulsión de los sefardíes por los Reyes Católicos, ya era de por si una mancha en la historia de España.

Pero sobre todo como buen militar de carrera (Generalísimo) vio que Adolf Hitler había iniciado una guerra que no podía ganar, y ya en 1943 los soviéticos hacían retroceder a las fuerzas alemanas. Pero no hizo esfuerzo alguno para que los republicanos exiliados, especialmente los vascos, en Francia terminaran en campos de concentración.

Fue precisamente durante la Segunda Guerra Mundial cuando la cadena montañosa que separa España de Francia vivió un mayor tránsito de exiliados. El perfil de los que intentaron atravesarla para llegar hasta España era variopinto.

Desde 1939 a 1944 la cruzaron, además de judíos, soldados franceses que se negaban a combatir, pilotos británicos derribados y militares aliados que, una vez hechos prisioneros y huidos, pretendían reincorporarse a la lucha, espías, traidores o simplemente refugiados. Miles de personas trataron de evitar la represión encabezada por Adolf Hitler intentando penetrar en territorio español con el objetivo de llegar luego a la neutral Portugal o al peñón de Gibraltar para, desde allí, volar o embarcar hacia Gran Bretaña o el continente americano.

Andorra, en 1939 vivía en la Edad Media, 6.000 habitantes, un país sin constitución, un código civil basado en la ley sálica, donde el hijo mayor (varón) heredaba todas las tierras y sus riquezas. Era gobernada por una asamblea con representantes de cada uno de los valles. Sus jefes de estado (los copríncipes, eran (y son) el obispo de Seu dUrgel y por jefe de estado francés. Apenas el 4% del territorio es habitable y cultivable. Ha pesar de esto un grupo de emprendedores catalanes y cómplices andorranos fundaron el Banco Agrícol y Comercial de Andorra, en un país sin legislación bancaria alguna. El Banco era un lavadero para todas las facciones.

Pero ¿qué era el minúsculo Principado de Andorra antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial?

 

La mayoría de los habitantes de Andorra vivían en pueblos, alejados de las vías principales, vivían casi igual que hace cien años, relativamente primitivos.

Residían en casas de piedra construidas con piedra de montaña, sin agua corriente, electricidad ni alcantarillado, y el cultivo del tabaco para los campesinos andorranos seguía siendo un negocio importante. El contrabando era la verdadera economía del principado. Contrabando de tabaco, cigarros y cigarrillos, de producción local o traídos del exterior hacia España. Desde Francia se trasegaban los productos de lujo, como perfumes y joyas y vestimenta. También el contrabando de armas durante la Guerra Civil Española, para ambos, lados

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de su neutralidad, Andorra estuvo bajo la estrecha supervisión de espías y agentes de influencia de todos los países en guerra.

En este principado enano, muchas reuniones secretas tenían lugar en el Hotel Mirador (Mirador De Canillo Vacances Pirinenca), donde todos miraban a todos, y Radio Andorra, una poderosa emisora de radio que intentaba por todos los medios preservar su neutralidad. Transmitido por toda la Europa en guerra, y fue muy buscado por los nazis, que estaban ansiosos por adquirirlo, o al menos manipularlo para sus propios fines propagandísticos.

Entonces diminuto enclave con reminiscencias feudales cumplió en todo momento un papel crucial en aquel trasiego de desesperación como un gozne necesario compensado en un perfecto e impecable fulcro en el que sus puertas no discriminaban a nadie. Las primeras oleadas fueron obviamente de judíos que, ya ante el advenimiento de Hitler.

Miles de ellos encontrarían la paz a este lado español de los Pirineos, y Andorra sería el principal mecanismo a la hora de vehicular estos flujos. Nuevamente, este pueblo de pueblos se pondría en marcha hacia uno de sus cíclicos éxodos. Los instalados ya en la península, los hebreos escaparon del Holocausto, pero durante la Guerra Civil Española y el colaboracionismo entre los falangistas de Franco y la Alemania Nazi se embarcaron rumbo hacia América del Sur, Cuba y México.

Todo cambio con la invasión nazi a Francia.

Las expediciones comenzaban en Bélgica u Holanda se estudiaban al detalle sin eludir sobornos puntuales cuando era menester. Su capacidad de elusión y extracción radicaba en el profundo conocimiento del terreno y en el entreno que comportaba la alta especialización del mundo del contrabando. Además, de solaparse en los servicios secretos ingleses.

Muchos de ellos cayeron bajo el fuego de la Gestapo o fueron enviados a campos de concentración. Los que llegaron a Andorra les esperaba algo peor.

Allí se dieron casos de andorranos sin escrúpulos metidos a pasadores de fortuna que se hicieron de oro, pero asesinando o abandonando a su suerte en la fría montaña a aquellos que les habían confiado sus vidas. Era muy frecuente saquear a judíos adinerados o delatarlos a cambio de favores.

Aunque "la representación diplomática alemana" formadas por las SS, pagaban bien (en oro) por cada judío que se les entregaba. Estos eran ejecutados allí mismo, con la mirada a otro lado de los andorranos, más interesados en el oro nazi. Muchos jóvenes se convirtieron en "agentes de seguridad a sueldo" para la embajada alemana, sin empacho de usar la esvástica. La historia oficial dice que Andorra se mantuvo neutral durante la 2da guerra Mundial. La verdad estaba controlada por las tropas nazis.

 

En Andorra llegó a funcionar una mafia con nombres y apellidos.

Es la Leyenda Negra real que Andorra arrastrará asociada a su postura de perfil en aquel terrible conflicto, y que deja una huella de trazos gruesos que la señala como la tumba de cerca de un millar de judíos en su durísima fuga a través de la Europa ocupada. Paradójicamente, este país neutral está salpicado de fosas anónimas en sus amuralladas montañas.

La ruta era muy difícil. Desde Francia hasta Andorra, con guías contratados que conocían bien la zona. La travesía de tres a siete días, dependiendo de las condiciones climáticas, pero ni siquiera fue garantía de seguridad, ya que la vida de muchos refugiados y sus guías se cobró por las traicioneras condiciones en los picos pirenaicos de 3.000 metros, donde no había diferencia, entre guías experimentados y aficionados.

Una de las redes "Pat O'Leary" fue la principal responsable del regreso de los soldados y aviadores británicos estacionados en Francia que habían escapado del cautiverio o habían sido derribados. A través de esta ruta secreta, más de 600 pilotos británicos y estadounidenses, derribados sobre el territorio de Alemania y los países ocupados por ella, pudieron regresar sanos y salvos a Gran Bretaña. Los pilotos británicos que utilizaron pagares de oro, cobrables en España. Pero solo la mitad, al otro lado de las montañas algún agente abonaba el resto. Los británicos sabían muy bien las crueldades que se sucedían en Andorra.

Montañas de Huesos.

El caso de los Schwab, unos judíos que eran padre e hijo y que salieron de Ariège para llegar a Andorra, aunque no se tiene constancia de que lo hicieran. En 2012 unos excursionistas encontraron los restos de dos individuos en un camino cerca de la frontera con el departamento francés. Uno de los cráneos conservaba una bala. El análisis genético determino que eran los Schwab.

También se dio el caso de pasadores sin escrúpulos que, una vez cobrado entre 10.000 a 15.000 pesetas de la época por sus servicios, abandonaban a los refugiados a su suerte. Algunos de ellos eran meros delincuentes que robaban y hasta asesinaban a sus clientes. Los saqueos a judíos adinerados fueron considerables. También hubo quienes les delataban y entregaban. Las situaciones trágicas abundaron.

Guías carentes de escrúpulos debió haberlos a lo largo de toda la cordillera, pero la leyenda negra señala sobre todo a los andorranos. Aseguran los lugareños que para muchos judíos su periplo acabó en el pequeño principado, neutral en la guerra, y que una parte de sus idílicos paisajes están salpicados de fosas olvidadas, donde yacen bajo rocas y nieve los restos de quienes fueron asesinados para arrebatarles las joyas y el oro que llevaban encima en su viaje desesperado. Paradójicamente, a los que habían confiado su vida se convirtieron en sus verdugos. Las víctimas podrían elevarse a quinientas o mil.

Hay quien sostiene incluso que las fabulosas fortunas de algunas de las familias andorranas se forjaron durante la Segunda Guerra Mundial. Los rumores apuntan a que en algunos casos habrían surgido del saqueo de los judíos a los que debían guiar.

El Canal 33 produjo en 2015 Boira negra (2015), una serie documental que analiza la influencia de la Segunda Guerra Mundial en Cataluña. En uno de los capítulos se analiza el trabajo de los pasadores por los Pirineos y ante las cámaras varios antiguos guías reconocieron que los casos de violaciones y asesinatos de judíos fueron abundantes.

Durante el verano de 1944, tras la liberación de París, se detuvo el flujo humano transfronterizo de los refugiados y comenzó el de los nazis, quienes, cuando la derrota parecía inevitable, intentaban llegar a España en busca del amparo franquista o de una plataforma que les permitiera viajar a Sudamérica para ser acogidos por los regímenes dictatoriales del cono sur, especialmente la Argentina de Perón.

Miles más de personas que atravesaron, por su cuenta, los Pirineos desde Francia a España por los quinientos kilómetros a lo largo de los que se extiende la cordillera. Sin ropas adecuadas ni conocimientos como montañistas muchas veces tuvieron que superar, de noche y sin guías, puertos de hasta dos mil metros de actitud. Muertes, congelaciones y accidentes fueron habituales.

El meticuloso y ponderado periodista Daniel Arasa hace una descripción en su libro de este turbio negocio que tuvo por escenario el Principado durante la Segunda Guerra Mundial: "En Andorra hubo mucha gente, andorrana y de fuera, que de manera directa o indirecta colaboraron con las cadenas de evasión. en muchos otros lugares, pero el caso andorrano es el más extremo de mercantilismo en los pasos pirenaicos. Salvo en honrosas excepciones, en Andorra el ideal sólo tenía un nombre: oro. o incluso matar, a fin de robarles. Algunos fueron entregados a los alemanes para cobrar la recompensa".

Esta atrocidad ha sido investigada en los últimos años y se ha logrado documentar una quincena de víctimas. Pero todavía falta una tarea exhaustiva para conocer el alcance real de la masacre perpetrada. Los Schwab son las últimas víctimas localizadas hasta ahora. ¿Cuántas más quedan enterradas en estas tierras pirenaicas?

Un Documento Excepcional.

La historia de Andorra durante la II Guerra Mundial que, hasta ahora, no ha sido abordado ni profundizado por nadie. Es la utilización del Principado -que, oficialmente, era un país neutral- como base operativa del III Reich y de la dictadura franquista para realizar importantes y discretas transacciones financieras y comerciales. Algunas de las familias más importantes de la Andorra de hoy lograron acumular durante este trágico período una enorme fortuna gracias a los negocios sucios que realizaron con el nazismo y con su aliado en España, el régimen franquista.

Documentos desclasificados.

En este sentido, se ha logrado liberar un documento excepcional. Se trata del informe, calificado de "secreto", que consta en los archivos de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) de Washington sobre Manuel Cerqueda i Escaler, primer director y posterior presidente del Banco Agrícol y Comercial de Andorra (actualmente, Andbank, después de su fusión en 2001) con la Banca Reig.

En este informe de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que está archivado en la carpeta de los documentos 1551-1600 del Special Funds División, se describen los vínculos y provechosos negocios de Manuel Cerqueda con los dirigentes nazis durante la II Guerra Mundial. También se explica cómo el Banco Agrícol y Comercial de Andorra hacía de "puente" entre el III Reich y el régimen franquista.

Una transcripción de este importante documento figura en el libro The factual list of nazis protected by Spain, del historiador Eliah Meyer.  Una copia de la ficha que los servicios de inteligencia estadounidenses realizaron sobre las actividades de Manuel Cerqueda y Escaler. Reproducimos, a continuación, la copia del original de este documento, obtenida en los archivos del OSS de Washington:

Secreto desclasificado.

"El sujeto es conocido de hace tiempo por sus actividades proalemanas y pro-falangistas. Era el hijo mayor de una gran familia de la Seu d'Urgell, en España. Después de la muerte de su padre se convirtió en el único apoyo de su familia. En 1936 perdió su fortuna y su casa y 120 propiedades fueron confiscadas por sus acreedores. Entre estas propiedades estaba el entonces inactivo Banco Agrícol y Comercial de Andorra y la mitad de la propiedad de un hotel de Andorra.

Una información fiable, de fecha 13 de junio del 1945, indica que hoy se considera que el sujeto es uno de los hombres más ricos de Andorra y se conoce como uno de los hombres más ricos del lado español del Pirineo. Se considera que es el mayor titular de oro de esta región y se considera que su fortuna es de centenares de millones.

Se sabe que durante la ocupación alemana de Francia gestionó los cambios para muchos envíos de wolframio y lana llevados por los alemanes en España a través de Andorra. Se convirtió en el cajero de todas las grandes cadenas de agentes que operaban en el sur de Francia. Además, se ha informado que recibió y efectuó el intercambio de todas las acciones y divisas de oro que los funcionarios de la SD, la Gestapo y la Abwehr sacaron de Francia durante su ocupación de Alemania y después de su liberación.

Se conoce que la mayoría del personal que trabajó para los alemanes realizó sus transacciones financieras con el Banco Agrícola y Comercial de Andorra. Dado que no hay ningún control internacional de la entrada de valores y dinero en Andorra y que tenemos información que cualquier persona puede abrir una cuenta para cualquier otra persona, independientemente de donde viva, y que el Banco Agrícola y Comercial de Andorra es el único banco en Andorra, el alcance de las actividades de este sujeto es ilimitado".

Se sabe que durante la ocupación alemana de Francia gestionó los cambios para muchos envíos de wolframio y lana llevados por los alemanes en España a través de Andorra. Se convirtió en el cajero de todas las grandes cadenas de agentes que operaban en el sur de Francia. Además, se ha informado que recibió y efectuó el intercambio de todas las acciones y divisas de oro que los funcionarios de la SD, la Gestapo y la Abwehr sacaron de Francia durante su ocupación de Alemania y después de su liberación.

Se conoce que la mayoría del personal que trabajó para los alemanes realizó sus transacciones financieras con el Banco Agrícola y Comercial de Andorra. Dado que no hay ningún control internacional de la entrada de valores y dinero en Andorra y que tenemos información que cualquier persona puede abrir una cuenta para cualquier otra persona, independientemente de donde viva, y que el Banco Agrícola y Comercial de Andorra es el único banco en Andorra, el alcance de las actividades de este sujeto es ilimitado".

El Terror Nazi.

Durante los años de la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial, el Banco Agrícol y Comercial de Andorra era la única entidad bancaria que existía en el Principado. Este monopolio favoreció que Manuel Cerqueda acumulara una gran cantidad de oro, que en aquella época era la divisa internacional por excelencia. Este oro procedía tanto de los refugiados españoles, como de los fugitivos del nazismo, del negocio de los pasadores o de la rapiña de los mismos nazis durante la ocupación de Francia.

Manuel Cerqueda i Escaler, según el informe de la OSS, era de convicciones fascistas y un filonazi. Esto lo convirtió, según especifica el documento, en el banquero de confianza de la Sicherheitsdienst (SD), el servicio de inteligencia de las SS; de la Gestapo, la policía secreta del III Reich; y del Abhewr, el servicio de información del estado mayor alemán: las organizaciones más siniestras, terroríficas y criminales del régimen nazi. A través suyo, también se financiaban las redes de delatores que colaboraban con los alemanes durante la ocupación del sur de Francia.

El Negocio del Wolframio. El informe también señala que a través del Banco Agrícol y Comercial de Andorra se pagaron las exportaciones clandestinas de wolframio desde España a Alemania. El wolframio era un mineral de una importancia estratégica vital para el III Reich para la producción de armamento de guerra. Los aliados ejercieron una gran presión diplomática sobre el general Franco para parar, todas, estas exportaciones, pero el documento de la OSS revela que los pagos se hicieron desde el banco de Andorra para eludir los controles.

El Principado todavía tiene un enorme trabajo a realizar para mirarse en el espejo de la historia y reconocer y asumir, sin miedos ni silencios, los errores y los puntos oscuros de su pasado, pretérito y reciente. Por duro y doloroso que pueda resultar, es ésta la mejor manera de encarar el futuro y dejar un país limpio y honesto a las nuevas generaciones de andorranos.

Sin ir más lejos, Manuel Cerqueda i Escaler, el banquero de los nazis tiene una importante calle dedicada en la parroquia de Escaldes-Engordany, justamente donde está la sede central del Andbank. Su nombre también está asociado al premio de novela corta más importante del Principado, dotado por el banco que fundó, que se otorga cada año en la Noche Literaria Andorrana.

España fue obligada a devolver el oro obtenido de los nazis inmediatamente después del fin del de la 2da guerra mundial. Suiza lo hizo unos 50 años después. Andorra nunca devolvió el oro. La particularidad del oro de estos países es el alto contenido de mercurio en su composición. Ese oro provenía de los empastes arrancados a los prisioneros asesinados en los campos de concentración.

Libros y películas.

Película, 'El fred que crema': nazis y judíos en la Andorra de la Segunda Guerra Mundial. El director catalán Santi Trullenque se adentra en los Pirineos para firmar un áspero 'thriller' con raíces de wéstern en el que Greta Fernández tendrá que luchar para salvar a su familia de la barbarie nazi. Una pequeña comunidad aislada en la zona de los Pirineos en la Andorra de la Segunda Guerra Mundial. Frío, hambre y miedo. Y nazis a la caza de judíos. Santi Trullenque debuta en el largometraje de ficción con esta película que se aleja de los estereotipos de los relatos históricos ambientadas durante la dictadura alemana para aportar una mirada antropológica tanto hacia sus personajes como al espacio en el que habitan, en medio de la frontera y rodeados de una naturaleza inhóspita.

Hay algo primitivo en la manera en la que se desarrolla la historia, una especie de pulsión de muerte, pero también de supervivencia que lo inunda todo. Lo vemos en los ojos de la protagonista, una joven embarazada (encarnada por la siempre magnética Greta Fernández) que lucha por mantener a salvo su entorno de los problemas tanto internos (dentro de su propia familia, llena de celos y de secretos), como externos (con el peligro que supone dar cobijo a un grupo de judíos que intentan escapar desesperadamente). Contiendas privadas que se superponen a la represión y la violencia del momento.

El andorrano de Abad Joaquín.

El andorrano (Ed. Cibeles Group), el primer libro de la trilogía del mismo nombre ha puesto en alerta a las grandes fortunas del Principado. En él aparecen nombres de personajes importantes vinculados a la corrupción y a delitos de sangre en los tiempos del crecimiento de Andorra, un país que era pobre, pobre en la década de 1920 y que, en apenas cinco años, entró en el siglo XX. Apellidos que, por otro lado, siguen en el poder económico. La polémica obra novela la leyenda negra de Andorra. El andorrano explica la historia de un pastor que vivió en el pequeño país y se hizo rico en los años de la Guerra Civil española, cuando trabajó como pasador junto a unos pastores, ayudando a cruzar los Pirineos a quienes huían de España. También a los judíos perseguidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Su negocio consistía en engañarlos, matarlos, abandonarlos en la nieve atados con alambres, y quedarse sus fortunas. El andorrano es un libro prohibido en Andorra.

 

Michael Mansilla

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Columnistas
2025-06-09T12:07:00

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