El índice de creatividad de Uruguay y el desarrollo económico

Andrea Valenti


Uruguay enfrenta el desafío de avanzar hacia una sociedad del conocimiento, es decir el conocimiento como activo fundamental para el progreso y el desarrollo económico. En este escenario, la ciencia, la tecnología y la innovación juegan un papel fundamental, pero antes que estos y más que nunca, la pieza clave es el capital humano.

Todos tenemos la sensación de que vivimos cierta clase de urgencia apremiados por la rapidez de los cambios.En varios aspectos está clara la dirección hacia donde nos tenemos que dirigir, pero en esta carrera donde países o incluso ciudades apuestan a emerger a la vanguardia del desarrollo innovador es fundamental comprender cuales son las condiciones que definen el éxito o el fracaso y esto resulta un poco más complejo.

Hace ya varios años (2002) el economista y científico social Richard Florida impulsó con gran notoriedad el término "clase creativa", refiriéndose al conjunto de personas gracias a cuya capacidad se generan y cristalizan las ideas y por consiguiente la innovación y la estimulación del crecimiento económico. A principio del siglo XX el porcentaje de los trabajadores que se desempeñaban en trabajos creativos era muy pequeño,en este último siglo, la cantidad ha aumentado exponencialmente. Esta economía creativa crea valor y riqueza, genera puestos de trabajo, innova y aprovecha las capacidades creativas de las personas.

Si para Thomas Friedman el mundo era plano y no era necesario emigrar para innovar, Florida plantea que en realidad es también puntiagudo. Existen ciertos lugares que ejercen el poder de la concentración (clustering) cuya sinergia atrae no solo empresas o industrias si no algo mucho más valioso: la creatividad humana y el talento.  Por consiguiente determinados lugaresen un sistema cíclico de desarrollose convierten en los faros de la innovación. La actividad económica se globaliza a lo largo del planeta pero la innovación y la creatividad se concentran en determinadas regiones. En este análisis países como Estados Unidos se han mantenido a la vanguardia en el último siglo gracias a una gran ventaja competitiva, ser un país abierto a recibir grandes caudales de talento de todo el mundo (30% de las nuevas empresas de Silicon Valley de los años 90 fueron fundadas por personas procedentes de China e India). En este mismo caso, políticas por demás restrictivas a la inmigración atentarían contra este flujo fundamental de la materia prima en la era del conocimiento. Por consiguiente los países capaces de atraer, retener y generar la mayoría del talento creativo serán los ganadores de esta partida. 

¿Cuáles serían entonces las condiciones que países, regiones o ciudades deban propiciar para ser opciones atractivas para este tipo de trabajadores y a su vez generar sociedades ferméntales para la creatividad? La competencia se encuentra en nichos cada vez más estrechos.

Para que una ciudad atraiga a la Clase Creativa, Florida argumenta que debe poseer "las tres 'T': Talento, una población altamente educada, talentosa y calificada; Tecnología, la infraestructura tecnológica y producción de industrias de alta tecnología y Tolerancia: una comunidad diversa, con un espíritu de 'vivir y dejar vivir'. "Tolerancia" etimológicamente viene de "aguantar" y "soportar",en lo personal preferiría el término "Igualdad", pero marketineramente admito que lo de las "3T"tiene mucho más encanto.

En base a estos conceptos se pueden encontrar por ahí numerosos análisis de medición, los hay para las distintas comunidades de España, comparando países europeos entre sí o incluso para varias ciudades rusas.

Florida y el Martin Prosperty Institute publican el Global Creativity Index, un estudio internacional que clasifica los países de acuerdo a las 3T.  En el último informe publicado en el sitio (2015), Uruguay figura en la posición 26 (GCI 0.688). Es el primer país latinoamericano por delante de Argentina (27) y Brasil (29). En el anterior informe de 2010 ocupábamos la posición 37. El ranking lo lidera Australia, seguido de Estados unidos, Nueva Zelanda y Canadá.

 

Uruguay ocupa el puesto 7 en el indicador de tolerancia, con un destacado puesto 5 referente al índice que alude a cuan bueno creen las personas que es su país para los homosexuales. Somos bastante menos tolerantes con las minorías étnicas y raciales ya que en ese caso ocupamos el puesto 15.

En cuanto al talento estamos bastante por debajo, en la posición 45. Nos ganan Cuba (17), Argentina (35) y Chile (39). Lideran Australia, Islandia y Estados Unidos.

En tecnología, encabeza el listado Corea del Sur, el primer latinoamericano es Brasil (27) y Uruguay aparece en la posición 48.

Para entender las habilidades y capacidades subyacentes de las personas y asociarlas con medidas de crecimiento y desarrollo económico, la forma estándar utiliza como base los logros educativos (proporción de personas con título universitario); otros como Florida se basan en los trabajos que la gente hace realmente, como ser ciencia, ingeniería, artes, cultura o entretenimiento. Finalmente otros estudios indican que las personas altamente educadas que trabajan en ocupaciones creativas son el componente más relevante para explicar la eficiencia de la producción además del capital tecnológico, la diversidad cultural y las características industriales y geográficas. Parece indiscutible para el crecimiento económico el papel determinante del capital humano.Ya planteado por el Nobel Robert Lucas, no solamente depende de la inversión en capital físico, sino también de la creación o mejoramiento de las habilidades y destrezas de los trabajadores.

Florida aportó su análisis de las características que debe de tener un lugar para atraer ese capital y más allá del debate en la definición de la clase en sí, lo controvertido de los índices y de la causalidad en la instalación del talento en cierta región y no en otra, coincido en que hay aspectos que parecen esenciales y por consiguiente deberíamos tratar de no perderlos de vista.

La personalidad se define como el conjunto de rasgos y cualidades que configuran la manera de ser de una persona y la diferencian de las demás. Si nos imagináramos ese mismo concepto para una ciudad podríamos hacer el ejercicio de definir claramente que características debería tener para promover, atraer, retener y reproducir talento.

En un artículo de Michael Bloomberg, en ese entonces alcalde de Nueva York, para el Financial Time (2012) éste destacaba la importancia de los flujos de inmigración, en un contexto donde el capital y las personas se vuelven cada vez más móviles y donde el 80 % de la producción mundial se produce en las ciudades, por tanto las condiciones para atraer talento se vuelven fundamentales. No es solo la oferta de empleo lo que atrae, ciudades como Londres o la misma Nueva York ofrecen la posibilidad de estar en un lugar donde pasan cosas emocionantes en arte, música, diseño, tecnología, tiendas, gastronomía o industria verde. Bloomberg concluía pues, que se requiere de una comunidad inspiradora y remataba alegando que efectivamente ser genial sí importa. A modo de un simple ejemplo en tres décadas las ventas totales de boletería y mercadería de los diez musicales más exitosos de Broadway fueron de 26.9 mil millones de dólares; No en vano se conoce a Nueva York como la ciudad de los sueños (BID, economía naranja).

Otro caso interesante es Singapur. Debido a su gestión en las áreas de movilidad, seguridad, salud, productividad y al proyecto Smart Nation cuyo objetivo es transformar a esta ciudad en un punto de referencia global del despliegue de soluciones urbanas inteligentes le ha permitido a Singapur ser elegida como la Ciudad Inteligente de 2018 en el Smart City Expo World Congress, superando a urbes como Nueva York, Londres, Seúl, Barcelona o Dubái.

Esto nos debería llevar a formularnos la siguiente pregunta: ¿cómo es la personalidad de Montevideo? ¿Qué políticas públicas podrían ayudar? ¿Qué aspectos de la misma ciudad deberíamos aprovechar e impulsar? Lo mismo sería válido para Buenos Aires, Río o cualquier otra ciudad Latinoamericana. No nos distraigamos, existe una verdadera competencia internacional por atraer talento y por promocionar las capacidades creativas de su propia gente.

Los estudios demuestran que las tendencias son difíciles de revertir, los que ya están en carrera nos llevan grandes ventajas y a esto se suman otros aspectos a tener en cuenta: West y Bettencourt han elaborado un análisis sobre el paralelismo entre la productividad y el tamaño de las ciudades. Según éstos, las ciudades presentan un crecimiento supralineal a medida que se hacen más grandes, cada persona que vive en la ciudad se vuelve más productiva. Afirmando por tanto que esto demuestra que las ciudades son la invención más valiosa de la historia de la humanidad. De acuerdo a sus cálculos cada variable socio económico que pueda ser medida en una ciudad, desde la producción de patentes hasta los ingresos per cápita tiene un escalado y se redimensiona mediante un exponente (1.15). Por consiguiente a medida que las ciudades se hacen más grandes, todo comienza a acelerarse, cada unidad individual se vuelve más productiva y más innovadora. Ser una ciudad pequeña en este caso puede presentar ciertas dificultades pero son varios los ejemplos de los destacados a pesar de la escala, en este sentido podemos citar a Sillicon Valley con su gran concentración de emprendedores y empresas tecnológicas.

El crecimiento acelerado de las urbanizaciones además ha tenido siempre costos asociados poco felices como el aumento dela criminalidad, la contaminación, la propagación más rápida de enfermedades o que las empresas así como nazcan, mueran más a menudo. Ser pequeños puede ser un diferencial ventajoso siempre y cuando se garanticen los valores buscados por esa escurridiza clase creativa, entre ellos: seguridad, lugares agradables con belleza física y donde pasen cosas, oferta culturalvariada y servicios de calidad. Asimismo para la gente creativa, un ambiente tolerante es un catalizador indispensable. La gente busca lugares que ofrezcan desafíos personales para alcanzar su máximo potencial y un clima propicio a las ideas diferentes. Si bien el concepto de creatividad es difícil por ser difuso, multidimensional y porque hay diferentes tipos de creatividad, lo que está claro es que las interacciones entre los distintos tipos de talentos en distintos campos repercuten de una manera altamente positiva para la generación de ideas y para la innovación.

A esto habría que sumar la necesidad de mantenerse abiertos al talento de otras partes, ser buenos receptores de estudiantes universitarios, facilitando las posibilidades de que luego viertan aquí mismo su potencial. A diferencia de las estrategias más publicitadas en cuanto al visado restrictivo de Estados Unidos, existen sectores y políticos atentos a este aspecto que proponen la entrega de un visado adjunto inmediato para trabajar en el país a los estudiantes extranjeros.

Asimismo introducir acciones que promuevan la investigación parece ser la estrategia más acertada, apoyos y subvenciones así como la generación de condiciones normativas y técnicas que alienten nuevos emprendimientos. Todo esto sin olvidar la flexibilidad; Las ciudades muy especializadas son vulnerables a las coyunturas económicas desfavorables. La adaptación continua, no el equilibrio deberían ser la regla.

Todo esto es más fácil decirlo que hacerlo, porque no es producto de una estrategia centralizada sino más bien del esfuerzo y la colaboración de muchos sectores y personas. Se requiere una comprensión y un accionar integrado, ya que una política ineficaz y expectativas poco realistas a corto plazo pueden condenar una ciudad a décadas de bajo rendimiento.

 

¿Usted, en qué tipo de ciudad quisiera vivir?

Andrea Valenti
2019-10-23T10:12:00

Andrea Valenti