Ante la persecución de Ojeda a los tres dirigentes del Consejo de la Nación Charrúa. Federico Fasano Mertens

25.11.2025

Se equivoca, el bisoño político Andrés Ojeda, ungido vaya a saber porque azares de la distraída historia, al perseguir a tres dirigentes del Consejo de la Nación Charrúa (CONACHA), por las pintadas que acusan a Fructuoso Rivera de la matanza de Salsipuedes, un hecho notorio, históricamente probado.

 

No le conviene al Partido Colorado recordar esa masacre del fundador de su colectividad. Debiera saber Ojeda que cuanto menos se hable de Don Frutos, mejor para ellos. Hablen si quieren de Batlle y Ordoñez u otros líderes ejemplares que exhibe la historia del partido de la Defensa, pero no insistan tanto  con el que intento por todos los medios el asesinato de nuestro máximo prócer, José  Gervasio de Artigas,  uno de los más grandes caudillos sociales de América Latina.

Hablar de Rivera, no solo lo expone al recuerdo del genocidio de la nación charrúa, sino al de su abominable carta al Gobernador de Entre Ríos, Francisco Ramírez, donde Don Frutos le dice textualmente el 13 de junio de 1820 que "Todos los hombres, todos los Patriotas, deben sacrificarse hasta lograr destruir enteramente a Don José Artigas; los males que ha causado al sistema de Libertad e independencia, son demasiado conocidos para nuestra desgracia y parece escusado detenerse en comentarlos, cuando nombrando al monstruo parece que se recopilan. No tiene otro sistema Artigas, que el de desorden, fiereza y Despotismo; es escusado preguntarle cuál es el que sigue..." 

Después de definir a Artigas como "monstruo", Rivera le pide a Ramírez que destruya al prócer de la orientalidad.

Y más adelante se solidariza con el Barón de la Laguna el Vizconde Carlos Federico Lecor en su lucha imperial contra Artigas, habiendo ocupado bajo palio nuestra ciudad de Montevideo.

Dijo en esa carta Fructuoso Rivera: "El suceso de Correa me ha sido sensible, y puedo asegurarle que todos han sentido generalmente que hubiese conseguido Artigas este pequeño triunfo. Yo espero y todos que usted lo repare, y para que usted conozca mi interés diré lo que he podido alcanzar en favor de usted de su excelencia el Señor Barón de la Laguna..." y finalmente en su manuscrito de la traición Rivera le informa a Ramírez que el Barón de la Laguna quiere que usted acabe con Artigas y para ello le ofrece "cuantos auxilios están en su poder".

Le dice textualmente el que posteriormente fuera nuestro primer presidente constitucional al gobernador de Entre Ríos: "Usted persuádase que los deseos de Su Excelencia (el invasor Barón de la laguna) son que usted acabe con Artigas y para esto contribuirá con cuantos auxilios están en su Poder...".

Sin palabras. Las dudas sobran, la vergüenza nacional no alcanza.

Federico Fasano Mertens

Columnistas
2025-11-25T17:20:00

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