Estela

Azul Cordo

07.08.2014

No hay pasado reciente. En cada nieto o nieta que aparece hay puro presente. Y convicción. Hay un abrazo inmenso hacia cada abuela que anuda su pañuelo blanco. Hay las ganas de seguir luchando y buscando, cada vez con más alegría.

Un tuit, un mensaje de texto, un whatsapp, me trajeron la noticia del año. Amigas entrañables me avisaban y compartían su emoción por la aparición del nieto de Estela, el 114, que todos entendemos que es mucho más que un número. Tras las lágrimas y risas de emoción vino la pregunta: ¿Dónde está el/la 115? Y pensamos una vez más que nuestra compañera de estudio, el músico que toca en nuestra banda, la oficinista, el barrendero, nuestra pareja, puede ser ese bebé robado, nacido en cautiverio, ése o ésa que debe recuperar su identidad.

Enseguida todos pensamos la invitación: "115: Hay una alegría colectiva, un abrazo inmenso de un grupo de viejas luchadoras, de un pueblo, de un continente, que te espera".

Estela, con su rostro, su palabra y su acción, y las Abuelas -así, con mayúscula-, supieron instalar su lucha en el escaparate público, político, social, mediático.

Desde las rondas en la Plaza de Mayo hasta el spot protagonizado por Leonel Messi, supieron comunicar su lucha y su necesidad: saber dónde están sus nietos/as apropiados/as, y enjuiciar y castigar a los apropiadores.

Las presentaciones de Teatro y de Música por la Identidad (de ésta última movida era parte Ignacio Hurban, Guido, el recuperado nieto de Estela); telenovelas (Montecristo, Telefé) que tuvieron como hilo conductor la recuperación de identidad de hijos e hijas de detenidos desaparecidos por la última dictadura argentina; campañas de difusión para promover los exámenes de ADN con referentes de la cultura popular al frente de las mismas y hasta jugadores de la Selección argentina de fútbol en pleno Mundial, protagonizando el último spot de difusión, donde Messi y Lavezzi sostienen en cartel que exhorta: "Resolvé tu identidad ahora", demuestran que la lucha por los derechos humanos necesita esta masividad, que el mensaje no debe ser dirigido sólo a los "convencidos", porque los derechos son para todas las personas, porque conocer nuestra verdadera identidad es un derecho.

"Falta mucho", afirmó Estela de Carlotto durante la conferencia de prensa en la que confirmó la recuperación de su nieto. "Ahora tengo a los 14 nietos conmigo", añadió y contó que los portarretratos que tenía reservados para Guido "finalmente van a tener su foto".

En el rostro feliz de Estela está la felicidad de un pueblo que no quiere bajar los brazos en esta lucha por memoria, verdad y justicia; un pueblo que se sale de lo ceremonial y grita "¡30.000 compañeros detenidos desaparecidos, PRESENTES!"; un pueblo que quiere ser testigo de estos encuentros y quiere seguir recibiendo el mejor abrazo: el abrazo de una Abuela.

Azul Cordo
2014-08-07T14:00:00

Azul Cordo