El fenómeno Emma

Azul Cordo

17.09.2014

Sobre la visita de Emma Watson a Uruguay y la visibilidad mediática que adquirió el pedido de paridad política.

"¿Qué onda con esta piba?", "Harry Potter genera estas cosas", "Nunca hubiéramos logrado una convocatoria similar sin la presencia de Emma". Son algunas de las frases que se escuchaban este miércoles 17 de setiembre, en una mañana que perdió su frescor cuando varios periodistas tuvimos que atravesar la marea de adolescentes que aguardaba tras las vallas amarillas, puestas de manera algo improvisada, en el ingreso al Palacio Legislativo por Avenida General Flores, para llegar a cubrir la entrega de cinco mil firmas, recolectadas para pedir que se extienda la aplicación de la ley de Cuotas y se alcance la representación paritaria de hombres y mujeres en la política.


¿Sabrían esos cientos de jóvenes, fans de Emma Watson, cuál era el motivo de su visita?

En las horas previas a la actividad, la actriz desconcertó a fanáticos y medios que querían verla, sacarle unas palabras a la flamante Embajadora de Buena Voluntad de ONU Mujeres, a quien todos reconocen por haber sido Hermione en la saga del mago Potter.

Después de 45 minutos de espera en la antesala del Senado, apretujes, baja presión, escasísimo espacio para el trabajo de la prensa -con las respectivas caras de desconcierto ante la masividad del evento-, y asientos para hijos/as y nietos/as de legisladores/as que querían una selfie, Watson ingresó a la sala.

Ovación, cual alfombra roja hollywoodense, y ella ingresando sobria, fina, sin alardes. Vestida de negro, su pelo lacio suelto, una pequeña libreta en sus manos.

Cuando finalmente le tocó el turno de hablar, no demoró más de tres minutos. Watson dijo que para ella era un honor el recibimiento que tuvo en Uruguay, habiendo tantos jóvenes esperándola. Manifestó su orgullo de estar en este país, "en un día en el que los derechos de las mujeres son una prioridad y se establecen como tal, porque sin ellos, las mujeres van a ser más susceptibles a las injusticias".

Fin.

Y ni más ni menos.

A pesar de que Uruguay tiene un pasado de vanguardia respecto a la participación democrática de las mujeres en la política, como poder votar y ser elegidas desde 1932, el país ocupa uno de los peores lugares respecto al porcentaje de mujeres en el Parlamento(13,1%) por debajo de la media mundial (21,8%) e incluso por debajo de los de peor desempeño, como los del mundo árabe (16%).

La ley de Cuotas aprobada en 2009 (N°18.476) viene a poner en evidencia la disputa sobre el poder. En este caso, sobre el poder político, espacio "tradicionalmente" masculino, aunque el 50% de las mujeres uruguayas tengan alguna experiencia de militancia.

Las 5.500 firmas entregadas a los cuatro presidentes (tres presidentes y una presidenta, vale aclarar) de los principales partidos políticos (FA, PC, PN y PI) para que hagan entender a sus bancadas que es necesario que esta ley se aplique más allá de las próximas elecciones, da cuenta de una intención social manifiesta: necesitamos ver más mujeres políticas en cargos jerárquicos. Y, aunque sabemos que la sola condición de mujer no alcanza, sí es un puntapié clave para incorporar otros temas y otras miradas a la agenda, en tanto nuestras experiencias vitales de género.

Como me dijo una integrante de la organización del evento: "Me conformo con que algunas de todas las niñas y adolescentes que estuvieron hoy por Emma, se vuelvan feministas".

Azul Cordo
2014-09-17T16:36:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias