Preocupación global por el precio de los medicamentos
Carlos Vivas; Homero Bagnulo
06.12.2018
En diversas regiones del mundo y gobiernos con diferentes orientaciones políticas están cada vez más preocupados por el elevado precio de los medicamentos que se comercializan en sus países.
En aquellos países que no disponen de cobertura universal para su población, la situación repercute directamente sobre los pacientes y sus familiares, a tal punto que disminuyen la toma de la medicación, la intercalan y por lo tanto incumplen con sus tratamientos con los riesgos que esto implica. Esta situación determinó que el pasado viernes 16 de noviembre, familiares de Alex Smith y Antavía Lee-Worsham viajaran a Boston a depositar en las oficinas centrales de Sanofi, las cenizas de dichos pacientes. Los mismos eran pacientes diabéticos que interrumpían frecuentemente la insulina que debían recibir por no poder pagarla. Otros pacientes, estudiantes, médicos y demás activistas concurrieron a dicho acto para manifestarse en favor de una disminución global de los precios de la insulina. El grupo fue detenido por guardias de seguridad quienes les manifestaron que si continuaban intentando ingresar en las oficinas serían arrestados. Además de colocar barreras para impedir el paso al grupo, la compañía cerró sus oficinas por el día y dio licencia a su personal. Esta actividad fue apoyada por la Right Care Alliance y mayor información se puede encontrar en la página web de esta fundación que está movilizada desde su creación en difundir la necesidad de una adecuada utilización de los recursos en la atención sanitaria, evitando por una parte la utilización inapropiada, en exceso, de recursos que son escasos y por otra parte, en mejorar la accesibilidad cuando estos son necesarios. Los familiares de ambos pacientes diabéticos relataron la historia de sus hijos, de 26 y 18 años respectivamente, y las dificultades que debieron enfrentar por los elevados costos de su atención medica.
Nadie de la empresa se acercó a consolar a los familiares.
Se reconoce en las diversas regiones que una de las medicaciones que más ha incrementado sus costos en los últimos 30 años, es la insulina, tanto en sus formulaciones más tradicionales como en sus nuevos derivados. Para complicar aún más la situación, con el envejecimiento y el aumento de la población mundial, se considera que el número de pacientes requiriendo insulina se incrementará en el futuro próximo: se plantea por parte de algunos autores como S Basu, (Lancet Diabetes Endocrinol 2018) que el 15% de las personas con diabetes tipo II utilizarán la insulina para el 2030. Esto siempre que el acceso global a la insulina sea posible para esa fecha, ya que existe la duda que el suministro de este fármaco no mejore en el futuro próximo, ya sea debido a su elevado costo o a dificultades en la producción.
El aumento persistente del precio de los medicamentos ha llevado a reiteradas declaraciones del Presidente de los EE.UU Donald Trump. Se ha enfrentado especialmente con PFIZER , una de las principales industrias farmacéuticas del mundo. Ya en el mes de julio pasado luego que la compañía anunciara un aumento de sus precios, el Presidente acusó a la compañía de "aprovecharse de los pobres y de otros que tampoco pueden defenderse a sí mismos". Luego de estas manifestaciones, la compañía canceló los aumentos que había propuesto. Sin embargo nuevamente se anuncia para el próximo mes de enero un incremento en los precios de 41 medicamentos, a los que aplicaría un 5% de aumento en los precios, casi el doble de la inflación esperada para el corriente año en ese país. También el Ministro de Salud criticó duramente estos aumentos de precios, manifestando que "ilustra los incentivos perversos en los sistemas de precios de los fármacos". Otras 10 compañías también retrocedieron en los aumentos propuestos y congelaron sus precios por ahora. (habitualmente las compañías farmacéuticas aumentan los precios dos veces al año, en enero y en julio).
Sin embargo, hay un acuerdo general en que la estrategia de que el Presidente salga públicamente a enfrentar una compañía, cuando esta aumenta los precios, no parece ser la más indicada. Si bien da resultados en lo inmediato, a largo plazo implica un fuerte desgaste.
Idéntica precaución debe tenerse con uno de los motivos aducidos por la industria farmacéutica como causa fundamental para el aumento del costo de producción. Se refiere al proceso, "innecesario" según la industria, de los controles de calidad y seguridad que les exige la agencia federal de medicamentos, FDA. De forma infundada se sostiene que los controles de la FDA tienen principalmente una orientación burocrática, que demoraría injustificadamente el lanzamiento del fármaco al mercado, con el consiguiente impacto en el precio final del producto.
De todas formas que el precio de los medicamentos sea una preocupación que reiteradamente aparezca en los discursos de altas autoridades, ha permitido una fuerte visualización del tema. Esta parece ser una de las escasas estrategias en que puede llegarse a acuerdos entre los dos partidos mayoritarios de la nación del norte, permitiendo que finalmente pudieran llegarse a acuerdos para frenar los aumentos constantes que dificultan la accesibilidad de fármacos que pueden prolongar la vida y mejorar la calidad de vida de la población.
Dres. Homero Bagnulo; Carlos Vivas