Las infecciones trasmitidas por vectores como indicadores de la crisis venezolana
Carlos Vivas; Homero Bagnulo
04.03.2019
En los últimos 10-15 años, Venezuela ha transitado por una profunda crisis económica debida a la inestabilidad política que se instaló en dicho país así como por su deterioro económico vinculado a la caída del precio del petróleo.
Esto ha determinado un colapso de su sistema de salud que se manifiesta muy especialmente en la emergencia y re emergencia de las enfermedades infecciosas. Que las crisis políticas y sus consecuencias económicas repercuten gravemente sobre la salud, era un hecho ya ampliamente reconocido por sanitaristas e instituciones internacionales vinculadas a la atención sanitaria. La actual situación de Venezuela, corrobora indudablemente la experiencia previa y así lo prueba un trascendente artículo recientemente publicado online el 21 de febrero en Lancet Infectious Diseases que lleva como título "LA CRISIS HUMANITARIA EN VENEZUELA, RESURGIMIENTO DE LAS ENFERMEDADES TRASMITIDAS POR VECTORES E IMPLICANCIAS DEBIDAS A SU EXTENSION EN LA REGIÓN". Los autores de esta publicación en una revista medica de amplio reconocimiento internacional, provienen de varias instituciones oficiales y privadas del propio país y de países vecinos ( Colombia, Ecuador, Brasil), regionales (Chile , Argentina, Estados Unidos) y Europeos (España, Escocia, Holanda). Varios de ellos son venezolanos que han emigrado hacia esos países. La primera autora, Maria E Grillet y varios de los co-autores pertenecen al Instituto de Zoología y Ecología Tropical y a la Universidad Central de Venezuela.
Lamentablemente la situación de grave deterioro que los autores informan, se produce en un país con estudios epidemiológicos realizados en forma ininterrumpida desde 1938, reconocidos además por OPS y OMS, por su verosimilitud , sin embargo, a partir del 2007 dichas comunicaciones comenzaron a sufrir interrupciones, y desde noviembre de 2014 las publicaciones fueron interrumpidas definitivamente por el gobierno. A pesar de no existir publicaciones oficiales desde ese entonces, los autores han recurrido a diferentes fuentes para poder comunicar la situación actual, con apreciables grados de certeza. Como bien insisten reiteradamente, es posible que estos datos valoren en menos la angustiosa situación que comunican.
Se centran en la comunicación en enfermedades trasmitidas por vectores, sin bien reconocen que indudablemente el sarampión y otras infecciones prevenibles con vacunas han vuelto a circular y se extienden a diferentes partes del territorio venezolano, así como a los paises donde estos emigran, y muy especialmente a Brasil y a Colombia. Urgen a las autoridades regionales de salud (OPS) a declarar la emergencia sanitaria en la región.
MALARIA
Al contrario de lo que está sucediendo en el mundo, donde los casos sintomáticos de esta afección han disminuido en un 62% y los fallecimientos en un 61,2% (entre 2000 y 2015), en Venezuela los casos de malaria tuvieron en esos mismos 15 años un incremento de un 359 %. El aumento se acentúa significativamente a partir del 2010, alcanzando un incremento del 71% en el 2017 comparado con el 2016. Los países vecinos, caso de Brasil, han comunicado un incremento notorio en los casos de malaria importada desde Venezuela ( desde 1538 en 2014 a 3129 en el 2017). Destacan muy especialmente los autores el incremento de las infecciones combinadas con 2 o 3 de los plasmodios circulantes ( vivax, falciparum y malariae). Esta situación interpretan que refleja una alta transmisibilidad de la malaria en algunas regiones del país. La alta movilidad de la población, vinculada a la crisis económica esta determinando la migración de la enfermedad a regiones de país que antes estaban libres de malaria. También la deforestación vinculada a actividades mineras que se han incrementado, debido a que los habitantes están buscando nuevas opciones económicas, contribuirían a la situación descrita. Otros elementos generadores de esta crisis, son las severas restricciones para la compra o la obtención por parte de la población de insecticidas, test diagnósticos, fármacos para el tratamiento de la afección y mosquiteros. Advierten también que la interrupción de los tratamientos iniciados debido a la falta de disponibilidad de fármacos anti malaricos ( Primaquina, Cloroquina) está determinando las recaídas de la enfermedad.
ENFERMEDAD DE CHAGAS
Luego de muchos años de éxito en el control de esta grave afección, especialmente en niños, a partir del 2012 la vigilancia del control de la trasmisión de la enfermedad fue abandonado por decisión gubernamental. Sin embargo, los autores obtuvieron datos de seroprevalencia de 3 comunidades en que la enfermedad se mantuvo endémica y mostró una trasmisión activa considerable ( 12,5% en los menores de 10 años). Comunican que al momento de la publicación existe una epidemia de Enfermedad de Chagas agudo en el estado de Tachira que fue publicado en los periódicos colombianos, con 40 personas infectadas y 8 fallecidos. Pero además las autoridades colombianas, comunicaron que entre octubre 2017 y abril 2018, 11 casos de Enfermedad Chagas agudo fueron diagnosticadas en venezolanos que habían emigrado a ese país. Preocupa aún más a los autores la trasmisión oral de la Enfermedad de Chagas ( 16 brotes entre 2007 -2018). Tales brotes han sido asociados con el consumo de jugos de frutas artesanales contaminados con vectores infectados (triatomas) o sus heces. Este cuadro clínico tiene un curso severo con elevada mortalidad. La mitad de estos brotes ha ocurrido en Caracas y sus alrededores. Al igual que han comunicado para la Malaria, la falta de medicación para tratar esta condición medica, es alarmante y lleva a que las personas deban conseguirlo desde otros países o permanecer sin ser tratadas.
LEISHMANIASIS
Se conoce que históricamente el riesgo de infección por Leishmania se incrementa en casos de inmigraciones, crisis de refugiados, guerras y demás catástrofes civiles, que determinan movimientos de personas a través de fronteras. Migrantes venezolanos hacia Colombia, han sido diagnosticados con esta afección en los 6 meses previos a la publicación del trabajo mencionado. Y en el mismo se aportan datos que muestran una prevalencia elevada de Leishmaniasis visceral en perros en los estados venezolanos de Lara y Guarico.
ARBOVIRUS
Los virus trasmitidos por artrópodos se han expandido ampliamente en los últimos 10 años en Venezuela, determinando afecciones emergentes (Zika y Chikungunya ) y re emergentes (Dengue). En esta última afección se ha visto un aumento notable en su incidencia, mayor al 500 %. Resulta muy preocupante desde el punto de vista sanitario que las regiones limítrofes con Colombia y con Brasil, están dentro de las que exhiben mayor incidencia de Dengue. Entre 2007 y 2016 se han reconocido 6 grandes epidemias nacionales, lo que compara desfavorablemente con las 4 que se habían documentado en los 16 años previos. La mayor epidemia reconocida fue la del 2010 con aproximadamente 125 mil casos. La combinación de deterioro socio- económico, viviendas precarias, hacinamiento y déficit en los servicios públicos (interrupciones en el suministro de agua y electricidad) estarían vinculados al mayor riesgo de adquirir Dengue. El déficit en los servicios públicos ha llevado a almacenar agua en pobres condiciones, lo que facilita la reproducción del mosquito vector de la enfermedad. Además los programas de control de vectores, la vigilancia y las medidas de control, han sufrido drásticas restricciones.
El gobierno venezolano ha carecido además de estrategias de planificación para enfrentar la epidemia de Chikungunya en el 2014 y también la epidemia de Zika en años posteriores. El gobierno no informó de manera creíble los efectos de estas epidemias y la situación económica determinó faltantes en los tests diagnósticos y de insumos médicos. También incide fuertemente la emigración de recursos sanitarios ( médicos , enfermeras, etc) que se considera cualitativa y cuantitavamente relevante.
La actual deficiencia en infraestructura sanitaria , la escasa disponibilidad de métodos diagnósitocos y de tratamientos, así como la disminución de camas hospitalarias agrava una situación que como hemos visto se esta extendiendo a los países limítrofes y terminará afectando a toda la región de las américas. La elevada emigración venezolana esté posiblemente integrada también por individuos infectados, quienes en forma no intencional llevan a la expansión de sus infecciones a otros paises. Es muy importante el dato que aporta la publicación sobre la extensión del Dengue serotipo I, desde Venezuela en el 2012- 2013 a la isla de Madeira que estaba libre de este sero tipo.
En suma, durante los últimos 10 o 15 años Venezuela ha visto un retroceso sustantivo en el control de las enfermedades infecciosas, muy especialmente por la emergencia y re emergencia de las enfermedades trasmitidas por vectores. La pérdida de las capacidades de vigilancia, de una adecuada planificación y la reducción en las capacidades para intervenciones oportunas, requiere de una rápida acción con apoyos externos. El riesgo de estas afecciones ha cruzado ya a los países limítrofes y es posible que se expanda a toda la región. Los paises receptores de emigrantes venezolanos debieran poner en marcha acciones que permitan pesquisar desde el ingreso, la portación , posiblemente asintomática de alguna de las afecciones señaladas para encarar la prevención de su diseminación en los territorios de acogida de los mismos.
Dres. Homero Bagnulo; Carlos Vivas