Un tema tabú: la pérdida de productividad vinculada a la menstruación

Carlos Vivas; Homero Bagnulo

24.09.2019

Pese a la elevada incidencia del problema,  son escasísimas  las revisiones en la literatura médica sobre la sintomatología que acompaña a la menstruación y las implicancias que esta situación tiene en lo que respecta a la productividad de las mujeres.

Los síntomas que se presentan son diversos y muy extendidos, e incluyen la dismenorrea, el sangrado profuso y las alteraciones   en el ánimo. La prevalencia de los distintos síntomas muestra amplias variaciones, pero de lo que no hay duda es que las mujeres que presentan los síntomas descritos, tienen una disminución importante en su calidad de vida con repercusiones en su actividad física, mental, social y ocupacional durante sus períodos. Más aun, estas situaciones pueden crear una carga económica sobre la paciente, su familia y también a la sociedad, que se explica por el costo de la atención médica y los tratamientos indicados. Mayores aún son los costos vinculados a la pérdida de productividad que la situación determina. Dichos costos de productividad se asocian a la disminución de dicha productividad y al reemplazo  de las personas por el ausentismo.  Por lo antedicho, se considera que los costos de productividad pueden dividirse en costos vinculados al ausentismo, (o sea el tiempo que la persona no puede concurrir al trabajo o a sus estudios) y a la disminución de la productividad cuando la persona está presente en su trabajo o en su estudio, pero su performance se encuentra afectada por la sintomatología  que sufre en esos momentos.

Dada la entidad del problema y la escasísima dedicación a la descripción del mismo, pese a su importancia, merece destacarse la muy reciente publicación en el BMJ Open del estudio de M. Schoep y colaboradores, realizado en Holanda y que lleva por título: Productivity loss due to menstruation- related symptoms: a nationwide crosssectional survey amog 32.748 women. Los autores realizaron encuestas online entre el 12 de julio y el 11 de octubre del 2017, a 32.748 mujeres. La misma consistía en un cuestionario dividido en 3 partes, con 6 preguntas cada una sobre:  sus características básicas, sus síntomas menstruales y preguntas vinculadas al ausentismo y a la disminución de su performance. Utilizaron escalas analógicas visuales para cuantificar la intensidad de los síntomas y  las dificultades en el desarrollo de las tareas debido al dolor o a otros síntomas. Para evaluar la repercusión sobre su performance se les peguntó cuán productivas se consideraban en comparación con un día sin síntomas vinculados a la menstruación. La población estudiada fueron mujeres entre 15 y 45 años y se buscó una cohorte representativa de la población global femenina. Se  clasificó  en mujeres que predominantemente trabajaran o predominantemente estudiaran, si bien un porcentaje importante (22%) realizaban ambas tareas.

Datos de mucho interés surgen de los resultados que obtuvieron los autores. Citaremos  en forma sumaria algunos de ellos.  Encontraron que el 45%  de  ellas, habían concurrido a una consulta por su sintomatología menstrual en el pasado y a  un 9%  se le realizó  un diagnóstico ginecológico, tal como endometriosis, miomas, etc. El 14%  relato ausentismo vinculado a su sintomatología menstrual y  en  un 3.4% dicho ausentismo se presentó en todos o casi todos los ciclos menstruales. El ausentismo medio fue de casi un día por año para aquellas que trabajaban,  que constituían el 80% de la muestra. Fue de 1.6 días al año para el grupo que estudiaba.

Más del 80% de las mujeres relataron que su performance disminuía durante sus períodos menstruales. Las diferencias entre las que estudiaban y las que trabajaban no fueron relevantes. Pero merece destacase que la pérdida de productividad al año por disminución de la performance fue 7 veces mayor que la pérdida de productividad debida al ausentismo.

Como es lógico presumir hubo una relación estrecha entre mayor   dolor (evaluado por las escalas visuales) y tanto el ausentismo como la menor performance. La mayor relación se encontró para el dolor abdominal.  Las mujeres jóvenes (menores de 21 años) mostraron significativamente mayor frecuencia de ausentismo y menor performance.

Otro dato altamente revelador del estudio es que  únicamente el 20% de las encuestadas le declararon a su empleador o a sus docentes que los síntomas menstruales eran la razón de su ausentismo.  Por el contrario, el 46% sólo mencionó el síntoma y un 28% no dio razones por su ausencia. Incluso un 6% relató razones diferentes para su no  concurrencia. Nuevamente aquellas menores de 21 años fueron quienes más ocultaron la verdadera razón de su ausencia.

El estudio además preguntó qué sugestiones harían ellas en sus trabajos  y qué condiciones  deberían cambiar para que  pudieran cumplir mejor sus funciones durante sus períodos menstruales. La mayoría de las mujeres (68%) preferirían una mayor flexibilidad durante sus periodos , así como la posibilidad de realizar menor trabajo físico (32%), la posibilidad de trabajar desde su hogar (40%), disponer de un tiempo para su cuidado personal (28%) e incluso la posibilidad de tomarse el día libre y reponerlo posteriormente (12%).  Un 80% se manifestó dispuesta a discutir su sintomatología menstrual con el médico laboralista de su empresa y consideraban que hacer esto podría generar una mayor atención sobre el problema planteado.

En suma, la  encuesta mostró  que la disminución de la productividad vinculada a los síntomas menstruales es un problema ampliamente diseminado en la población femenina que trabaja y/o estudia. Del ausentismo global de la muestra casi la cuarta parte estuvo determinada por la sintomatología menstrual.  De acuerdo a los datos recogidos, aun cuando concurran a desempeñar sus tareas, su productividad está francamente  disminuida.  En las mujeres jóvenes el problema es aun más relevante. Un elevado porcentaje oculta la razón de su ausentismo y solo el 20% lo plantea en forma franca. El reclamo más frecuente es  alcanzar una mayor flexibilidad en la realización de sus tareas durante sus periodos, tanto para el estudio como para el trabajo.  No tenemos duda que este permanece como un tema tabú en nuestra sociedad, ya que la consideración del mismo y la  busqueda de soluciones,  no aparece entre las  reivindicaciones  que los trabajadores habitualmente plantean así como tampoco es tenido en cuenta por las gerencias de recursos humanos empresariales.

Homero Bagnulo y Carlos Vivas
2019-09-24T07:45:00

Dres. Homero Bagnulo; Carlos Vivas