Carta abierta al Cardenal Sturla. Héctor Musto
25.08.2025
Estimado Monseñor Sturla, Leí en las redes (por lo tanto, no sé si es cierto) que usted habria llamado a los cristianos a "recordar" a quienes apoyaron la ley de Eutanasia para "discernir el voto". Espero que no sea cierto. Que no haya dicho tamaño disparate.
Y que sea una fake news lo espero por varias razones, que, someramente, paso a enumerar.
a) Sus palabras serían una intromisión política, cosa que está muy por encima de su autoridad religiosa ya que se pondrían por arriba de lo más representativo que tiene nuestro régimen republicano, que es el Parlamento, que es electo democráticamente por los propios interesados (los uruguayos) y no por una autoridad externa (el Papa, a quien muchos apoyan y muchos no)... pero en todo caso, los uruguayos como tales, para su elección, no tenemos cómo incidir.
b) De ser ciertas sus palabras, usted olvida los "pecados" que cometió la Institución que representa. Desde negar la ciencia (recordemos al proceso a Galileo) hasta quemar en lo hoguera a milles (o decenas de miles) de personas por no aceptar dogmas indemostrables, como lo hizo Stalin o lo hacen hoy los tabilanes y otros dogmáticos de un islamismo mal entendido.
c) Si es cierto que usted afirmó lo que se dice, ¿por qué yo, que se positivamente que voy a morir en una agonia feroz, que me duele, no tengo el derecho de, digamos, acortar el proceso y morir en paz antes, acortándome el dolor (a mi y a quienes me rodean? ¿Quién o qué le dio a usted autoridad para decidir sobre lo que yo sufro? Demuéstrelo.
d) La Institución que Usted representa prohíbe y prohibió el uso del condón.Y le pregunto, ¿cuántos niños nacieron, no queridos y sufren hoy por seguir esa indicación? ¿Su sufrimiento no le importa a la Iglesia que usted representa? ¿Y cuántos murieron por contraer el SIDA? Eso, me pregunto, ¿no lo cuestiona?
e) ¿Quién demostró, de forma clara y contundente, que mi vida no es mía y se debe a un ser superior, llamémosle Dios? Nadie. Nadie lo hizo. Porque de ser así, todos seríamos creyentes. Y como usted sabe, hay muchos creyentes, ateos y agnósticos. Tenemos esa libertad. Y por lo tanto, hacemos de nuestra vida (y muerte) lo que creamos conveniente. Y hasta que se demuestre lo contrario somos libres de elegir. Y, dicho sea de paso, no me imagino una forma de demostrar, como se demuestra un teorema, la existencia de un ser superior, de Dios. Y lo digo respetando cada creencia. La ley aprobada no obliga. De hacerlo, personalmente estaría en contra. Por el contrario, da libertad. Y como creo que en la libertad, apoyo la ley.
Finalizo diciendo, estimado Sturla, espero que esas palabras que leí sean una noticia falsa. En caso contrario, espero que me de a mi y tantos otros y otras, una respuesta clara de por qué debemos castigar con nuestro voto a una ley votada democráticamente, en un Parlamente elegido por la gente en forma libre. Que no es, por cierto, como se eligen a los obispos y cardenales.
Atentamente lo saludo, esperando que esas palabras suyas sean falsas,
Héctor Musto
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias