Chile: peor de lo esperado. Esteban Valenti

17.12.2025

Los resultados del balotaje en Chile, con voto obligatorio por primera vez, fue de 58.16 % para José Antonio Katz y el 41.84 % para Jannette Jara. La ultra derecha, más ultraderecha desde la caída de Pinochet, contra la izquierda y el centro izquierda. Una diferencia de 16.32%.

El neo presidente Katz, no necesita especulaciones, es hijo de un soldado nazi alemán emigrado a Chile luego de la segunda guerra mundial que se enriqueció con los negocios de embutidos. No necesitó su fortuna personal para pagar la campaña, la Fundación española Disenso aportó sumas muy importantes.  

Disenso es un centro de pensamiento creado y financiado por el partido político español de ultraderecha Vox y promueve activamente el Foro Madrid, una alianza internacional que articula a líderes y organizaciones conservadoras y de ultraderecha en Iberoamérica. José Antonio Kast es un miembro prominente de esta red y su partido, el Partido Republicano, está suscrito a la Carta de Madrid, documento fundacional de este foro.

El 14 de diciembre la ultraderecha obtuvo un aplastante triunfo en Chile y en toda la región, por razones políticas, pero también simbólicas, pero también a nivel internacional. La ultraderecha festejó en varios continentes, América y Europa.

Naturalmente que el balance, el análisis del resultado, las responsabilidades deberán ser analizadas en Chile, pero nosotros no podemos hacernos los distraídos. Hay que pensar y analizar mucho. También porque nos duele mucho.

Ya desde sus primeros movimientos, inclusive sin haber asumido, Katz hace notar el profundo giro político, económico, diplomático y social que representa para Chile. Se ha convertido en el primer presidente de ultraderecha elegido democráticamente en Chile desde el retorno a la democracia en 1990. Triunfó en todas las regiones de Chile, del sur al norte de su largo territorio.

Estuve una semana antes de las elecciones, conversando con mucha gente y, la tendencia era ya inexorable, fue en primer lugar un voto masivo de la ciudadanía por el orden, la seguridad y la estabilidad. Kast capitalizó el descontento por el aumento del crimen organizado, la percepción de inseguridad ciudadana y la crisis migratoria, con su propuesta de "Mano Dura" y su Plan Implacable de seguridad.

El alto porcentaje de participación (alrededor del 85%) bajo el nuevo sistema de voto obligatorio favoreció a Kast al incorporar un electorado más amplio y menos politizado, que priorizó las preocupaciones cotidianas (seguridad y economía) sobre los temas ideológicos.

Se consolida el Partido Republicano como una fuerza dominante en el panorama nacional, dejando a la centroderecha tradicional (Chile Vamos) en un rol secundario.

Katz representa una suerte de "vía democrática" al ideario pinochetista, dado que el nuevo presidente es un defensor del legado del dictador Augusto Pinochet y de una agenda conservadora estricta.

A pesar de la contundencia de su triunfo, Kast deberá lidiar con un Congreso fragmentado (Senado y Cámara de Diputados). Si bien su sector tiene un bloque fuerte, no tiene una mayoría simple absoluta, lo que requerirá negociaciones y compromisos para avanzar en las reformas más ambiciosas de su programa.

Su victoria fue bien recibida por los mercados financieros, que interpretaron el resultado como una reducción de la incertidumbre política y un giro hacia políticas liberales. Se espera que Kast impulse un plan de ajuste fiscal de gran magnitud y promueva la reactivación económica mediante la reducción del Estado.

A nivel social, su presidencia buscará revertir o frenar los avances progresistas. Su postura es firmemente antagónica al aborto, al matrimonio homosexual y a la agenda de género, enfocando el debate social en la defensa de los valores tradicionales.

El triunfo valida su propuesta de control migratorio estricto, incluyendo la deportación de 300.000 migrantes indocumentados y el reforzamiento de la seguridad fronteriza (Plan Implacable).

Es cierta esa afirmación de que la gente vota mirando hacia el futuro, pero nadie puede desconocer que el resultado del gobierno anterior, el del Presidente Gabriel Boric es muy importante para analizar la causas de este fuerte retroceso de la izquierda y del centro.

El nivel de aprobación del presidente Boric ha mostrado fluctuaciones durante su mandato (2022-2026), pero generalmente se ha mantenido en un rango moderado a bajo, con la desaprobación siendo consistentemente más alta que la aprobación.

Las encuestas de opinión pública publicadas en noviembre y diciembre de 2025 (cerca de la elección presidencial) sitúan su aprobación en el siguiente rango: una desaprobación de un promedio del -58% y una aprobación del 34%. (CADEM; CRITERIA; DATA INFLUYE; ACTIVA)

La propia campaña de Jara tuvo fluctuaciones muy fuertes, desde la primera vuelta, donde disputaba el público de izquierda para ocupar la candidatura del Frente Amplio, una etapa intermedia más bien fluctuante y para finalizar radicalizando su choque con Katz. En ningún momento de la campaña logró superar en las encuestas sus límites muy bajos de intención de voto.

Esos zigs zags en la campaña, ni borran la imagen del gobierno de Boric, ni lograron responder a las principales interrogantes de los electores. La sepultaron en ese 41.84%.

De todas maneras, hay que elegir las prioridades, las causas principales de la derrota y del triunfo de la ultra derecha, y hay una que es abrumadora: la inseguridad, el crecimiento del delito, de las bandas de narcotraficantes y la sensación creciente que la izquierda no tenía ni las capacidades, ni las posibilidades de triunfar contra el delito. Esa fue la causa principal, que se percibía en cualquier lado.

No hubo ningún derrumbe de la economía, solo un crecimiento menos acelerado, pero en este año la Bolsa de Valores en Chile creció 35%, se aplicaron medidas y leyes sociales, pero no hubo proporción entre los moderados avances sociales, el equilibrio fiscal que ya es geológico y las históricas diferencias sociales en Chile.

Chile luego de varios gobiernos de izquierda y centro izquierda, incluido el actual es uno de los países con la distribución más injusta de la riqueza (activos netos y no solo ingresos).

Según el World Inequality Report, el l 10% más rico de la población, concentra el 69% de la riqueza nacional, el 1% más rico concentra el 37% de la riqueza nacional mientras que el 50% más pobre tiene el 1% de la riqueza nacional. Coeficiente de Gini de Ingresos (Desigualdad de Ingresos), el índice de GINI que mide la distribución de los ingresos (salarios, subsidios, pensiones). Encuesta Casen 2022el Coeficiente de Gini del ingreso autónomo (sin transferencias del Estado) en Chile alcanzó alrededor de 0.480.

Para comparar, Uruguay de acuerdo al INE Metodología 2006, el coeficiente de Gini de ingresos se ubicó en 0.383.  Uruguay ha mantenido históricamente un Gini de ingresos relativamente bajo, especialmente después de un período de fuertes políticas sociales implementadas entre 2005 y 2019, aunque se ha observado una leve alza en la desigualdad en los años recientes.

El Coeficiente de Gini es un indicador clave utilizado para medir la desigualdad. El valor que va de 0 (igualdad perfecta, donde todos tienen el mismo ingreso o riqueza) al 1 (o 100%, desigualdad total, donde una sola persona posee todo el ingreso o riqueza).

Ambos países partimos de realidades muy diversas, Chile siempre fue de los países más injustos de todo el continente y Uruguay ocupaba el otro extremo de la tabla.

Los porcentajes no son instrumentos muy precisos para hacer análisis políticos, en el medio se sitúan nada menos que los procesos sociales, la historia implacable. Pero es bueno tener muy en cuenta los resultados en el avance de la justicia social. También en Uruguay...

Desde el punto de vista político la derrota de la izquierda chilena comenzó a construirse en el plebiscito constitucional 4 de setiembre del 2022, donde el rechazo a la reforma promovida por el gobierno y la izquierda fue de 61.89% y la aprobación del 38.11%. Cifras muy similares al balotaje. Allí comenzó a gestarse la unidad de toda la derecha y la ultraderecha.

Otra enseñanza, Jara le ganó claramente los dos debates cara a cara a Katz, lo afirman las mismas encuestas que dieron desde siempre el triunfo al ultraderechista, sin embargo...

De las derrotas, y esta es una derrota también nuestra, hay mucho que aprender, a menos que nos conformemos con calificativos y adjetivos sobre nuestros adversarios o enemigos.

Esteban Valenti
2025-12-17T07:03:00

Esteban Valenti.

Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.suplementobitacora.net) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es) y de Other News (www.other-news.info/noticias).