Crónica de una muerte anunciada. Stefano Casini
 29.10.2025 
Cuando un país da vuelta la página después de casi 80 años, pasó algo muy grave. El general Juan Domingo Perón asumió el poder, por primera vez, el 4 de junio de 1946. Ese día comenzó su primer mandato presidencial, tras ganar las elecciones del 24 de febrero de ese mismo año.
Ese caudillo de otrora, gran admirador de la doctrina fascista de Benito Mussolini y gran admirador del Nacional Socialismo alemán, comenzaba una era política, que solamente podríamos comparar con los imperios de hace miles de años. Hasta el domingo pasado, ese régimen seudo-democrático, que nunca tuvo dentro de sus filas hombres realmente de derecha o de izquierda, llamado Peronismo, se volvió una especie de abstracción política.
Recuerdo el año 2003, cuando uno de los Directores de la RAI que quiso venir a Buenos Aires para acompañarme a cubrir las elecciones de ese año que, con el 22% de votos válidos, ganó Nestor Kirchner, me preguntó: "Stefano!!! A ver, trata de explicarme como un Presidente electo del mismo partido político, puede casarse con Cuba, cuando el que deja la Presidencia, estaba casado con la Casablanca." Me tomó por sorpresa pero lo que se me ocurrió, dado que conocía la historia política de nuestros vecinos, fue: "Mire Director, para mi, el Peronismo nunca tuvo una tendencia real de derecha o de izquierda, simplemente es un populismo sistémico, que se incrustó en una mente colectivista popular que logró, desde 1946, dominar Argentina. Fue a través de un estricto populismo personalizado (más en la primera etapa), sin lograr nunca un equilibrio, ni social ni económico, con grandes crisis cíclicas cada, más o menos 10 años. Además los "CAPOS" políticos peronistas entrenaron caudillitos barriales para mantener una especie de anestesia popular y poder imponer una impunidad garantizada y un sistema corrupto de caudillos piramidales. Estos CAPOS, con un país lleno de riquezas naturales e imprescindibles, como el grano, logran convencer los TOMADECISIONES del mundo, a ayudarlos para recuperarse y protegerlos para seguir abasteciéndolos."
El Director me contestó: "Me dejaste de boca abierta!....parece que, en inteligencia política, nos ganan a nosotros!"....esbozando una sonrisa socarrona!
Cuando saltó el tema del Default dado por Nestor Kirchner, que logró hacer caer en bancarrota a 250.000 italianos tenedores de bonos argentinos con intereses estratosféricos, recuerdo que me llamó para hacer una nota sobre el tema y me dijo. "Bravo Stefano!! Me lo habías explicado muy bien el Peronismo.....es diabólico, más que la mafia!"
Mientras se le llama Peronismo al fenómeno social profundamente arraigado en Argentina, se le dice Justicialismo a la doctrina y filosofía que lo sustenta que se basa en tres pilares: justicia social, independencia económica y soberanía política. Desde los comienzos, en 1945, la mente política y el carisma del líder Peron, fueron los motores para que, con su capacidad de adaptación, su vínculo con la clase trabajadora y su identidad híbrida que, como señalé, cubre desde la izquierda a la derecha, hizo que, a partir del 17 de octubre, día de la movilización obrera, se sellara su conexión con los trabajadores. Perón quiso que su partido fuera, fundamentalmente, un movimiento popular constantemente movilizado, con la ayuda del sindicalismo y el fanatismo de sus secuaces, meticulosamente elegidos en los sectores más bajos de la sociedad.
El líder planificó la participación activa en su campaña, de su esposa Eva Duarte (Evita), que conoció en 1944 cuando era una joven y bella sindicalista de cine. Se casaron y participó a full en la campaña mostrando un carisma irresistible en la población, transformándose en la compañera perfecta para Perón. El Peronismo defiende el estado intervencionista, en todo: la economía, la producción y el mercado interno. Para muchos el Peronismo nunca fue sólo un movimiento político, sino también un sentimiento y una forma de entender la identidad nacional y popular. Para mi, simplemente, fue siempre el dueño de la llave de la Caja Fuerte! En el sentido estrictamente de honestidad política, podría decirse que este movimiento, murió con las botas puestas, dado que, hasta el final ciclo, priorizó la clase trabajadora, tratando de transformarla en su única base electoral, coimeando, en lo posible a empresarios "fáciles".
Lo mató la cruda realidad a la cual no logró adaptarse. Empezó promoviendo el crecimiento de una clase obrera industrializada que migraba del campo a la ciudad. Como auténticamente populista, el Peronismo, creó millones de puestos de trabajo público, para asegurar una firme base electoral en busca de trabajo fácil y bastante bien remunerado. Paralelamente, una fuerte presión fiscal para empresarios asegurándoles buenas rentas y licitaciones, tarifas subvencionadas hasta un 90%, jubilaciones mínimas por encima de la sobrevivencia, amiguismo para los operadores capta-votos y un sistema capilar que recién salió a la luz públicamente y en todo su esplendor, con la dinastía K.
Al principio, sus detractores radicales criticaban a Perón, por el autoritarismo, su sistemática censura a la prensa y la persecución de sus opositores. Otros críticos hablaban de Paternalismo y, algunos académicos lo llamaron "conservadurismo paternalista". En su etapa inicial, las mayores críticas eran por su abierta simpatía con el fascismo italiano. Desde la desaparición del General en 1974, después de revoluciones, descamisados, montoneros rtc., una gran cantidad de buitres que se atribuían las mágicas pociones del gran líder fundador, comenzaron a robar todos los ladrillos de madera que había construido.
Hasta que llegó la dinastía K, con un Néstor que abrazaba las cajafuertes. Enseguida comenzó a robar y destruir las bases de naipes argentinas. Quizás, si no hubiera muerto jóven, su nefasta esposa Cristina, no habría acelerado tanto la desaparición del partido. Logró ser vista, por la cuarta parte de los electores, como la reencarnación de Evita y, a pesar de su tobillera, ni Javier Milei firmaría un certificado de defunción política. Lo del domingo pasado fue el resultado lógico de lo que ella planificó con sus lacayos, como Boudou, Sergio Massa, su hijo Máximo, Julio Devido, Lázaro Báez, Ricardo Jaime y miles más. El resultado está a la vista. El Peronismo no logró maquillar un país con un 52% de pobreza, una inflación del 36.1% en 2020, 51% en 2021, 95% en 2022 y 211% en 2023. El pueblo se cansó de no poder salir a la calle en pandemia, en no poder ir a trabajar por piquetes diarios, por ver tamaña corrupción, ver a una Presidente y un ex Vicepresidente presos. Finalmente se animó a firmar un certificado de muerte, esperando que sea el último.
Stefano Casini es periodista. Empezó en Radio Clarín, su primer noticiero en 1968. Después continuó por L'Eco D'Italia, L'Ora D'Italia, Guía Financiera, suplementos en El País, El Observador, La República, fue 23 años Corresponsal de RAI, Gente dItalia, 5 años de Radio TV Suiza Internacional y 2 años de CNN.
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