Decisiones importantes

Danilo Astori

12.07.2013

A medida que se aproximan las próximas elecciones, cada una de las decisiones que deberá adoptar el gobierno - y sobre todo el Frente Amplio - crecen en importancia y en la necesidad de una gran precisión política.

Podríamos haber elegido por el camino relativamente fácil y cómodo de abrir el grifo a todos los reclamos. Hubiera sido demagógico y muy irresponsable respecto al país en su conjunto, al Estado y a la propia izquierda. En suma, hubiera sido una de las tantas y deplorables formas de despreciar la capacidad política de la mayoría de la ciudadanía. La gente quiere seriedad, tranquilidad sobre la marcha del país, claridad en los objetivos y no parches y entrega de posiciones ante el tironeo y a veces la prepotencia.

Si lo que hemos venido diciendo desde hace casi nueve años en cuanto a los resultados sociales, productivos, laborales, es cierto, no podemos poner todo ello en peligro en un momento en que la economía mundial -  en particular en Europa -  atraviesa por una crisis muy seria. Las repercusiones se sienten en nuestra región y en estas circunstancias, nuestro país debe consolidar lo hecho y logrado hasta ahora y seguir avanzando. Y eso hizo el gobierno.

En este camino, no habremos de dormirnos en ningún laurel y rechazaremos la   autocomplacencia.  En este gobierno del compañero José Mujica, con responsabilidad  política y lealtad institucional de todo el Frente Amplio, reafirmamos que el eje estratégico fundamental para seguir creciendo y progresando con justicia social  es el mundo del trabajo y - en particular - la cantidad y la calidad del empleo.

Ahora tenemos por delante  otras definiciones  importantes. En primer lugar, la que refiere a un programa que recoja todo lo que aprendimos durante nuestros dos gobiernos, ante todo en lo que refiere al conocimiento más profundo del mundo, de nuestra región y de nuestro país. Que exprese las enseñanzas sobre los aciertos, los resultados y también los problemas y los errores. No hay gobierno de izquierda infalible, y no hay izquierda sin sentido de la crítica y de una profunda autoexigencia. Estoy hablando de un programa que exprese la marcha hacia una nueva etapa más avanzada de los cambios que propone nuestro Proyecto Nacional.

Necesitamos aprender mucho más a fondo la lección de la necesidad de cuadros gobernantes de calidad, con capacidades políticas, pero también en el campo de la  gestión y los resultados. Aunque a veces no resulte evidente, la calidad de la gestión tiene un profundo sentido ideológico, que se expresa en el respeto hacia la gente y hacia la responsabilidad de un gobierno de izquierda. Más izquierda, mejor gestión.

No somos administradores, somos una fuerza de izquierda que produjo cambios, que quiere seguir avanzando y construyendo una alternativa de justicia social y más democracia en un mundo en crisis profunda.

Es necesario seguir gobernando hasta el último día, construyendo, haciendo, legislando, avanzando en los derechos y responsabilidades ciudadanas. Tenemos mucho por hacer en varios frentes complejos de la actividad nacional.

Y debemos hacer un esfuerzo por mejorar substancialmente las formas de participación ciudadana, en los procesos sociales, culturales y políticos, sin los cuales nunca podremos alcanzar los niveles de cambios progresistas que el país puede y debe consolidar y profundizar. Eso incluye a nuestro Frente Amplio y su relación con el conjunto de la sociedad, con los trabajadores, los productores, los sectores de la ciudad y del campo, los educadores, la academia, los agentes culturales. En este esfuerzo también es importante incluir la profundización de la democracia en nuestra organización partidaria para asegurar los mejores niveles de representación del pueblo frenteamplista.

Pero las definiciones que se nos avecinan no se agotan en el terreno programático y en el de la organización partidaria. Es que también  debemos elegir a nuestro candidato a la Presidencia de la República. Hace tiempo que, desde el Frente Líber Seregni nos hemos pronunciado por  el  compañero Tabaré Vázquez y trabajamos en esa dirección.

También hemos dicho - reafirmando una postura permanente - que debemos habilitar la presentación de precandidaturas múltiples, si se dieran las condiciones para que ello ocurriera, y que la democracia es la única manera de definir esas situaciones. No se puede ser democráticos y abiertos para determinados temas y negar estas condiciones en otras circunstancias. No obstante, es necesario formular un aclaración al respecto:  presentar otros precandidatos, no quiere decir que del resultado de la competencia surgirá -necesariamente - la candidatura a la Vicepresidencia de la República.

Al respecto, pienso que tenemos que completar la fórmula con un candidato o una candidata que exprese de la mejor manera a todos los frenteamplistas, y cuyos antecedentes y credenciales demuestren una vocación de aporte desde el Frente Amplio en su conjunto. De acuerdo con la evidencia acumulada, para asumir esa responsabilidad  sería muy importante que - además -   tuviera experiencia y trayectoria en la labor parlamentaria, así como en la capacidad de coordinar la labor del gobierno con el Parlamento y  también la de todo el Frente Amplio dentro del Parlamento. Como resulta claro, estoy refiriendo a alguien con buen diálogo y capacidad de articulación con las otras fuerzas políticas. Si también fuera mujer,  sería un nuevo atributo en la dirección correcta.

En las definiciones de esta importancia hay reglas no escritas que siempre le han dado al Frente Amplio un gran resultado: generosidad, sentido de la unidad donde duele, donde hay que demostrarlo, y sentido nacional, para asegurar confianza y tranquilidad a la gran mayoría  del pueblo frenteamplista.

 

Danilo Astori
2013-07-12T16:38:00

Danilo Astori