¿Cuál es el programa del Frente Amplio?

Danilo Astori

14.10.2013

Voy a insistir con un tema que abordé en una columna anterior. En estos días culminaron las tareas de las diversas comisiones y del propio Plenario Nacional que aprobó un texto amplio e importante sobre el programa del Frente Amplio que deberán discutir las diversas estructuras de nuestra organización hasta culminar con su aprobación en el próximo Congreso.

Obviamente, por la importancia del documento, que es muy amplio y conceptual,  lo leí atentamente y he sacado algunas conclusiones políticas que quiero compartir. Se trata de apreciaciones de carácter general, ya que no voy a abordar en particular los diversos capítulos programáticos que contiene. A partir de esa visión, quiero destacar su relevancia para la izquierda y, en especial, la necesidad de llegar a un texto acordado entre todos.

Partamos de un concepto básico: el propio Frente Amplio nació en torno a un programa, a una síntesis de diversas posiciones ideológicas  y políticas y ese fue uno de los méritos principales de sus fundadores. Un mérito de amplitud, de compromiso patriótico y popular, y de unidad en el sentido más profundo del término. En suma, una gran lección política y democrática. Ese es uno de los pilares fundacionales que le han permitido al Frente afrontar todas las pruebas, sobre todo las más difíciles y las más complejas que se le presentaron durante su trayectoria. Y es la base que nos permitió obtener éxitos en el gobierno al que llegamos en marzo de 2005.

Un programa es una visión estratégica y una expresión del conjunto de fuerzas sociales, culturales y políticas que nos proponemos poner en movimiento para alcanzar objetivos en materia de transformaciones a escala nacional y local. A medida que hemos venido progresando por este camino, esas transformaciones se tornan cada vez más profundas e involucran crecientemente a las estructuras de nuestra sociedad. Apuntamos, como siempre, a la obtención de resultados concretos que expresen cambios importantes en la vida de la gente y en nuestra peripecia colectiva.

Otro punto de partida significa aceptar  que los frenteamplistas tenemos diferencias que se expresan a diversos niveles y que uno de los grandes valores del Frente Amplio ha sido el de cultivar una actitud y un método para la búsqueda y el encuentro de acuerdos, de modo de construir juntos también en el terreno programático, sin imponerle a nadie posturas que contradigan sus convicciones. Durante el transcurso de su historia, la correlación interna de fuerzas en el Frente experimentó diversas alteraciones. Pero lo que siempre estuvo presente fue la disposición para llegar al consenso, piedra angular de la unidad. En esta oportunidad hicimos lo mismo y el resultado está a la vista.

Nadie puede decir que el documento que aprobó el Plenario Nacional refleja el pensamiento integro de un grupo. Tampoco se puede afirmar que todos coincidimos con todo el contenido del documento elaborado. Incluso, algunas diferencias van más allá de los matices. No obstante, el trabajo realizado constituye nuevamente una fina labor de filigrana política elaborada entre todos.

Leyendo la propuesta, creo que  todos sentimos la necesidad de agregar temas, de cambiar otros, de asignar ciertos énfasis. No creo que sea necesario explicarlo. Pero quiero destacar que nosotros, los militantes del Frente Liber Seregni, hemos venido realizando durante los últimos meses diversos encuentros y actividades dirigidas a reflexionar, debatir y proponer sobre los temas de la sociedad y las políticas sociales, la producción, la logística, el turismo, el trabajo, la innovación y la tecnología,  la educación, la cultura y la salud, con la participación de dirigentes políticos,  sindicales y sociales, profesionales especializados en las áreas mencionadas y militantes interesados en participar y aportar sobre las materias consideradas. Puedo decir que hemos aprendido mucho y que queremos que esta experiencia acumulada alimente nuestra contribución al debate ideológico y también a la próxima campaña electoral. Entre otras cosas, todo este trabajo ha reforzado nuestra convicción de que el proyecto conjunto de la derecha es la restauración de etapas muy negativas de la historia de nuestro país.

Pero nuestro programa, el que levantaremos y apoyamos con todas nuestras fuerzas, es el que aprobó el Plenario, con todas sus coincidencias, con sus matices e incluso con las diferencias. Eso no impide que sigamos debatiendo y elaborando. Y mucho menos impide que sigamos pensando.

Otro nudo es el que refiere a las condiciones para el próximo gobierno y para el nuevo Presidente, que nosotros esperamos sea Tabaré Vázquez y para lograrlo estamos trabajando. En este sentido, nos vamos a batir con convicción y firmeza por un programa que aporte las mejores condiciones para el triunfo, que exprese de la manera más amplia a las mayorías nacionales que estamos convocando para seguir cambiando y, siempre, a partir de las transformaciones importantes que hemos construido con toda la izquierda y junto a la sociedad uruguaya durante los más de ocho años y medio en el ejercicio del gobierno nacional.

Y digo y subrayo: de izquierda, porque ser de izquierda es transformar la realidad, transformar las estructuras, transformar los indicadores sociales, con una base fundamental en el trabajo, en la cultura del trabajo. De izquierda es la batalla cultural que batió a la ideología dominante de la derrota, la pérdida de la autoestima colectiva y la decadencia nacional.

Seguiremos brindando lo mejor de nuestras energías y nuestras capacidades inspirados por los ideales de la izquierda y los resultados que expresen su encarnación en la calidad de vida de nuestros compatriotas.

 

Danilo Astori
2013-10-14T15:28:00

Danilo Astori