Todo depende de nosotros
Danilo Astori
11.08.2014
Lo que suceda en las próximas elecciones nacionales depende enteramente de nosotros, del pueblo frenteamplista. Y todos debemos asumirlo. No voy a explicar encuestas ni a relatar situaciones. Me voy a concentrar en lo que considero más importante, a partir de las raíces mismas del Frente Amplio
Las campañas electorales nunca están ganadas, ni siquiera si las encuestas nos dieran el 70 por ciento de intención de voto. No las definen los indecisos. Las definimos todos los ciudadanos, en ese maravilloso momento en el que votamos. Es una batalla cívica y democrática que, con gran humildad, tenemos que encarar hasta el último minuto. Sobre todo nosotros que estamos en el gobierno.
Los frenteamplistas tenemos una gran responsabilidad en el resultado electoral y en el futuro del país entre el año 2015 y el 2020. Ante todo los dirigentes, tenemos que hacer un esfuerzo extraordinario rodeando a nuestra fórmula, que es la de todos: Tabaré- Sendic. Es una fórmula que, está haciendo un gran trabajo político y humano al recorrer el país y encontrarse con la gente, sin medir ni escatimar una gran actitud al servicio de la generación de adhesión popular. Estos compañeros no están esperando el resultado detrás de los escritorios, ni confiando en que caerá del cielo. Están recorriendo el Uruguay palmo a palmo. Eso es fundamental y hay que apoyarlos. Muchos compañeros y compañeras del Frente Líber Seregni están junto a ellos desde que comenzaron a transitar por los caminos de la patria, y en lo que me es personal también me sumaré con entusiasmo y todas mis energías a recorrer - junto a ellos - barrios, pueblos, caminos y ciudades de todo el país.
Si hace diez años nos hubieran dicho a los uruguayos, incluyendo a los más fervientes frenteamplistas, que el país iba a tener los indicadores económicos, sociales y culturales que tenemos en la actualidad, no lo hubiéramos creído. Sin embargo, los tenemos, y ello significa que entre todos le estamos cambiando la vida - para bien - a la mayoría de los uruguayos. El país ha materializado grandes inversiones estratégicas, ha tenido un crecimiento importante y sostenido, los ingresos familiares se han incrementado significativamente, la calidad de vida ha mejorado y - como parte de este proceso - los accesos a la atención a la salud y la educación son hoy más equitativos.
No obstante, no nos conformamos. Tenemos mucho más por hacer y por mejorar. Pero podemos dar la cara con serenidad y entusiasmo porque logramos realizar grandes transformaciones y terminamos con aquella terrible pregunta acerca de la viabilidad del Uruguay. Ya nadie lo duda. La propia consigna del candidato del Partido Nacional es la prueba más concluyente al respecto, aunque no quieran reconocerlo. "Por la positiva" es posible porque el país avanza, porque hemos alcanzado logros fundamentales para el Uruguay y la mayoría de los uruguayos. No cayeron del cielo, así como las crisis y la decadencia que sufrió el país no vino de afuera. Todo depende de nosotros mismos, para bien y para mal. ¿Ustedes se imaginan una campaña electoral con esa consigna luego de alguno de los gobiernos blancos y colorados del pasado? No hubiera sido posible, porque la situación del país y su impacto sobre las condiciones de vida de la gran mayoría de los orientales eran profundamente negativos.
Podemos y debemos salir a la calle, dar la batalla desde las casas, los autos, el mano a mano con la gente. Hay una gran ofensiva de las fuerzas conservadoras, utilizando toda su artillería. ¿Y qué? ¿No lo hicieron siempre? ¿No lo seguirán haciendo para evitar hablar del pasado reciente y de sus responsabilidades? No hablan de economía. Era de esperar, ese fue siempre su principal frente de ataque y ahora es su flanco más débil.
Nosotros tenemos un programa común, discutido y elaborado entre todos. Tenemos un equipo amplio de personas capaces que pueden mejorar mucho la gestión del gobierno. Tenemos también experiencia y - lo más importante - hemos creado las mejores condiciones para seguir avanzando, cada vez con mayor profundidad, en los ámbitos de la producción, las inversiones, el empleo, los salarios y las jubilaciones, la seguridad, la educación, la salud y la cultura. Y, por supuesto, en el campo de los valores, en el que todavía exhibimos deficiencias importantes.
Salgamos al encuentro de nuestros parientes, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo, nuestros vecinos, y reflexionemos con ellos acerca de la gran decisión para la que estamos convocados el próximo 26 de octubre. Aprovechemos la potencialidad enorme de la comunicación electrónica a través de las redes sociales. Fortalezcamos la fraternidad frenteamplista para que la disputa por el poder no nos devore el alma y el corazón. Vamos a recordar a nuestros fundadores, y en primer lugar a nuestro entrañable Liber Seregni.
¿Tenemos diferencias y matices? Seríamos hipócritas si lo negáramos. Los tenemos y representamos la riqueza de fuerzas progresistas que discuten, opinan, pero gobiernan juntos y obtienen resultados. Todos seguimos defendiendo nuestras ideas y ese es un valor democrático que está por encima del poder. Pero entre todos, podemos y debemos. No por nosotros, sino por la gente, por todos los uruguayos que contribuyeron a cambiar el país y hoy son la garantía de un futuro con más y mejores transformaciones que permitan un gran salto hacia niveles cada vez más altos de desarrollo económico y social, haciendo del Uruguay una auténtica experiencia de vanguardia.
Con un gran abrazo
Danilo Astori
Danilo Astori