UY Press - Agencia uruguaya de noticias

28.06.2025

Estaba de viaje y saqué un pasaje en la computadora de una amiga. De inmediato aparecieron advertencias de todo tipo y color para confirmar si, en efecto, había sido yo. Me llevó más tiempo demostrar que yo soy yo que sacar el pasaje.

Cuando pensé que la tortura había terminado me apareció una encuesta de la empresa para saber qué grado de satisfacción tenía respecto, justamente, a las medidas de seguridad.

Tenía que contestar del 1 al 5, cuando 5 es muy satisfecho y 1 uno muy insatisfecho.

Les contesté "los odio, no me compliquen la vida, estoy viajando y voy a abrir mi correo en una ciudad distinta cada día."

A lo que el sistema respondió: "No se reconoce la palabra. Formule su pregunta de otra manera".

Se me ocurrieron muchas "maneras" de reformular el tema, como se le ocurrirán a cualquier lector, pero no quise llenar las redes con más basura tóxica.

Cuando quise imprimir mi pasaje fue imposible, por más que repitiera las contraseñas que me enviaban al celular, no hubo caso. Creo que entendieron muy bien mi mensaje del día anterior y esa fue su venganza.

Las nuevas tecnologías siempre me sorprenden, pero esta vez me dejó muy preocupada.

¿Cómo es eso de mostrar mi grado de satisfacción del 1 a 5?

¿Cómo sería preguntarle a mi marido, del 1 a 5, qué grado de satisfacción tiene?

Me propongo calificar el cumpleaños de una amiga: tomando en cuenta el placer de saludarla: 5, la tristeza de no poder abrazarla porque está lejos :1, el gusto de festejar que haya nacido: 5 y la angustia que da cumplir un año más ¡menos 10!

Mucho más complicado fue calificar la vuelta a casa. Pisar suelo uruguayo 5, batallar con el tráfico 1, y por el señor que me tupió a bocinazos por cambiar de carril sin previo aviso: menos 4.

Pero, por ejemplo, me encantó bajar por Avenida Brasil hasta la Rambla y ver, en la esquina de Benito Blanco, el viejo edifico El Mástil, en el que pasé mi infancia. No hay número de satisfacción para la nostalgia de jugar al poli ladron en la vereda. Es una tristeza agradable que hace cosquillas en el corazón.

A algunos árboles del barrio le han crecido tanto las raíces que parecen querer bajar el cordón y ocupar la calle. ¿Cómo se clasifica este atrevimiento de la naturaleza?

Había flores en los jardines y los balcones. ¿Qué puntaje tiene la llegada de la primavera?

Casi todas las casas estaban vacías, en muy pocas se veía una ventana abierta, tampoco había bicicletas apoyada en la reja o un portón entornado, algo que indicara una presencia humana. No había perros sueltos, ni niños sentados en los muritos, ni señoras conversando con la vecina o llegando a casa arrastrando el carrito de la compra. No le puse puntaje al vacío. El cero parecía el más apropiado pero esa opción no está del uno al cinco.

No es grave que las computadoras nos imiten lo trágico es que cada vez más los humanos nos expresaremos como las computadoras, en sistema binario, 0 / 1.

Pronto le daremos "like" a nuestros hijos cuando se porten bien.

Le pediremos la contraseña a los amigos antes de atender el teléfono y el amor tendrá una clave alfanumérica de ocho dígitos para entrar a nuestro corazón.

"Ponga la clave", nos exigirá el cerebro antes de abrir los ojos y ver el sol.

Cinco dígitos para abrir la heladera, números no correlativos para encender el horno.

Contraseña para dejar que me beses, clave actualizada cada diez días para abrazarme y pregunta de seguridad antes de que puedas entrar en mi interior y saber cuánto te amo.

¿Del 1 al 5 cuánto calificaría su vida? -preguntará una voz en la hora del final.

Alejandrina Morelli es argentina, periodista, escritora, emprendedora, gestora cultural, trabajó como corresponsal de diarios uruguayos en Buenos Aires. Dirigió dos ediciones del Festival Internacional de Cine de Punta del Este, donde vive desde 1996. Fue Coordinadora de la edición 2013 del Festival de Cine de Derechos Humanos. Fue nombrada ad honorem Responsable de Cultura de la Dirección de Género de la Intendencia Municipal de Maldonado.