Desde las entrañas. Esteban Valenti

09.06.2025

La sociedad actual ha determinado que la mayoría de los reclamos sociales surjan desde los bolsillos. La popularidad de un gobierno está determinada en buena medida por la satisfacción básica de los ciudadanos por sus condiciones de vida, sus expectativas económicas y sus seguridades.

En el mundo actual, en las grandes capitales, en muchos países y en sectores sociales y culturales cada día más amplios, el gran reclamo que crece diariamente es detener, obligar a Israel a cesar el genocidio que está cometiendo en Gaza.

Desde que se conoció al final de la Segunda Guerra Mundial, el asesinato masivo de seis millones de judíos en los campos de concentración en Europa, todos en Europa, el horror no había alcanzado nada parecido. Ha sido un proceso lento, que llevó meses de bombardeos indiscriminados, asesinato de más de 70 mil personas, decenas de miles de niños y mujeres, la destrucción de todas las infraestructuras de la región y el empleo de una fuerza militar aplastante, además del bloqueo del acceso de medicinas, de agua, de combustibles, de alimentos, de energía eléctrica. Lograron transformar una zona poblada por 2.200.000 personas en el más grande campo de concentración que se conozca en la historia.Las justificaciones para este ataque, que dura ya desde octubre del 2023, en respuesta a la incursión de Hamás con la muerte de más de un millar de israelíes y la toma de rehenes por parte del grupo terrorista palestino. Ahora ha quedado totalmente claro que tanto la creación de Hamás en 1987    impulsada y financiada por el Estado de Israel para dividir el movimiento representativo del pueblo palestino y liderado por Yasser Arafat como lo declaró en el Parlamento de Tel Aviv por el actual primer ministro Netanyahu.

El ataque se ha extendido al sur del Líbano y a Cisjordania, sede del gobierno palestino. El ataque terrorista de Hamas era perfectamente conocido con muchos meses de anticipación por parte de los servicios de inteligencia y del gobierno de Israel, como lo han demostrado varios medios de prensa internacionales.

Intentar relatar mínimamente la barbarie que a diario se comete en Gaza es imposible, las tropas, la aviación, los tanques israelíes se superan diariamente.

El mecanismo de responsabilizar de todo al actual gobierno de extrema derecha y fundamentalista religioso de esta barbarie ya no sirve, es un miserable desvió, la responsabilidad es no solo de Israel, a pesar de las protestas y voces contrarias, de una parte importante de la colectividad judía en el mundo que de muy diversas maneras justifica y apoya el genocidio. Lo hemos visto con profunda lastima en nuestro país, porque no solo los afecta a ellos, sino que es un embrutecimiento de una parte de la sociedad uruguaya. Y eso nos amarga y nos alarma.

El asesinato de millones de judíos en la Segunda Guerra Mundial, ya no sirve ni servirá nunca para justificar otro genocidio y no se trata de comparar cifras, sino una mentalidad, una cultura dominante en un país que ejecuta a través de sus FDI (Fuerzas de Defensa de Israel), que de defensa ya no les queda absolutamente nada. Son una potencia mundial, con armas nucleares, uno de los mayores presupuestos militares del mundo que además es ayudado sistemáticamente por los Estados Unidos y no solo.

En las reacciones que han comenzado a crecer en todo el mundo, además de grandes manifestaciones y pronunciamientos populares, se suman gobiernos de Europa, de América Latina, de Oceanía y de Asia que comenzaron a adoptar medidas concretas contra Israel. No alcanza, la voracidad, la ceguera asesina del gobierno y los mandos israelíes no tiene límites.

No es solo una batalla para salvar miles de vidas en Palestina, es una obligación moral de la humanidad para frenar la barbarie sin límites, sin sensibilidades que utiliza un Estado, apoyado por la mayor potencia militar del mundo y es apoyada por una parte importante de las colectividades judías del mundo.

Estamos enfrentando la mayor barbarie desde el nazi fascismo, no solo por sus acciones, sino por sus ideas, su inmoralidad, su deshumanización total.

No hay ninguna justificación posible que permita mantenerse simplemente insensibles o neutrales. Estamos luchando por los palestinos martirizados, pero también por todos nosotros en todo el mundo. El exterminio como práctica y como ideología es un peligro global, es la barbarie ejecutada ante los ojos de la humanidad, de los organismos internacionales, ante nuestras familias.

Si permitimos que esto continúe seremos cómplices. El nivel de las sanciones, de las condenas de las autoridades nacionales, de los sectores políticos, de las organizaciones de la sociedad civil y en general de las poblaciones debe estar a la altura de lo que está en juego.

Una tragedia mundial está todos los días bajo nuestros ojos, y nos quedan pocas opciones: ser cómplices de cualquier manera posible o responder con posiciones y manifestaciones a la altura de la gravedad de lo que está en juego.

Voy a terminar con una afirmación polémica, los más fanáticos de Hamás y otros movimientos integristas y terroristas, están triunfando, han impuesto por manos de Israel la barbarie como método dominante de las relaciones internacionales. No es el uso de la fuerza o de la defensa, es la barbarie, la deshumanización total y el genocidio.

Lo que hagamos o dejemos de hacer ante el genocidio en Gaza dejará señales, heridas muy profundas en nuestro tiempo y por largo tiempo.

Esteban Valenti
2025-06-09T07:03:00

Esteban Valenti.

Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es) y de Other News (www.other-news.info/noticias).