UY Press - Agencia uruguaya de noticias

08.03.2025

Detrás de cada derecho conquistado siempre hay mujeres y hombres que pujan por organizarse para consolidar esa conquista. Y si bien es cierto que la historia marca un claro predominio masculino en el relato y protagonismo de sus líderes, no es menos cierto que el rol de la mujer tuvo peculiar importancia siempre, y – en muchas ocasiones – fue injustamente valorada. Hoy no es un día de celebración sino de recuerdo para quienes ofrecieron su vida por acceder en un marco de igualdad al pleno ejercicio de sus derechos; un día para recordar que la lucha continúa…

Hombres y mujeres han escrito la historia de la humanidad en un plano desigual del relato, que empieza a hacer justicia con la activa y fundamental participación que le cupo a la mujer desde siempre. Porque atrás de cada lucha hay mujeres y hombres queriendo organizarse para hacer realidad el pleno ejercicio de esos derechos que los impulsan a marchar.

Derechos que -siempre- son de clase, de buscar la abolición de todo sometimiento a que el hombre ha ejercido para con sus semejantes sin contemplación. Pero, así como llegó a abolirse la esclavitud, todavía persiste el sometimiento y es esa lucha la que mantienen vigente los movimientos sociales que buscan eliminarlo defendiendo su pleno derecho a ser tratados como iguales.

Hoy es un día en que ese combate tiene a la mujer en la primera línea de combate, y enfrentada a los nuevos desafíos que impone una modernidad que no se detiene.

El sometimiento se ha hecho presente, a lo largo de la historia, en diferentes planos y circunstancias; desde lo económico, político, cultural o religioso, ha encontrado la forma de seguir vigente, camuflado de mil formas que terminan avasallando los derechos de miles de mujeres.

Hoy lo vivimos, también, desde lo tecnológico, un aspecto que impone nuevos desafíos por los que luchar para encontrar la equidad tan deseada, esa que nos devuelva la igualdad en el trato y en el ejercicio de nuestros derechos.

Es imperioso que tomemos conciencia de que nada está conquistado y que mientras exista desigualdad habrá una mujer levantando la bandera.

La lucha continúa...