El desarrollo de la cadena de suministro- Federico Rodríguez Aguiar
20.11.2025
En un escenario global cada vez más interconectado, la eficiencia de las cadenas de suministro se ha transformado en un factor decisivo para la competitividad de empresas, sectores productivos y economías completas.
Sin embargo, más allá de la infraestructura, la tecnología o la digitalización, existe un elemento que suele pasar desapercibido y que termina siendo el más determinante: el capital humano. El desarrollo de la cadena de suministro depende, en gran medida, de la capacidad de formar especialistas preparados para gestionar procesos complejos, anticipar riesgos y tomar decisiones basadas en datos.
La cadena de suministro contemporánea funciona como un sistema vivo. Reacciona a shocks externos, se adapta a cambios regulatorios, incorpora innovaciones tecnológicas y redefine continuamente sus modelos de operación.Esto exige profesionales que no solo conozcan técnicas logísticas, sino que también comprendan la dinámica de mercados globales, sepan interpretar información en tiempo real y mantengan una visión estratégica sobre cómo cada eslabón impacta al conjunto. La escasez de talento especializado es hoy uno de los desafíos más mencionados por empresas logísticas, operadores de comercio exterior y organismos públicos.
En este contexto, la capacitación deja de ser un complemento para convertirse en un eje estructural del desarrollo. No basta con entrenamientos puntuales: la demanda actual exige programas sistemáticos de formación continua, diseñados para actualizar competencias, incorporar nuevas herramientas digitales y fortalecer habilidades blandas vinculadas a la comunicación, la negociación y la gestión de crisis. La integración de tecnologías como la inteligencia artificial, el análisis predictivo o la automatización exige perfiles híbridos capaces de moverse con soltura entre la operación y la estrategia.
Un aporte valioso para avanzar en este camino es promover ecosistemas de formación colaborativa. Esto implica articular a empresas, centros educativos, agencias gubernamentales y organizaciones sectoriales para crear programas que respondan a necesidades reales, con currículas flexibles y oportunidades de aprendizaje práctico. Modelos como academias internas, certificaciones conjuntas y laboratorios logísticos permiten reducir la brecha entre la teoría y la práctica, y acelerar la disponibilidad de talento calificado.
Otra línea de acción estratégica consiste en fomentar la especialización por etapas de la cadena. No todos los profesionales deben saber de todo: algunos pueden concentrarse en planificación de demanda, otros en transporte multimodal, gestión de inventarios o análisis de riesgos. Esto potencia la eficiencia interna de los equipos y crea perfiles profesionales más competitivos a nivel regional.
Finalmente, el fortalecimiento de la cadena de suministro no es un objetivo aislado: tiene impactos directos en la resiliencia económica, la atracción de inversiones, la reducción de costos operativos y la capacidad de los países para integrarse de manera efectiva al comercio internacional.
Invertir en especialistas no es solo mejorar la cadena de suministro: es construir la base humana que sostiene la competitividad y el dessarrollo.
Federico Rodríguez Aguiar. Analista en Marketing, egresado de la Universidad ORT-Uruguay, con sólida formación en estrategias comerciales y desarrollo económico. Su trayectoria académica está complementada por diversas certificaciones y cursos internacionales en áreas clave como la gestión pública, cooperación internacional, y liderazgo.
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