El destino del fútbol uruguayo. Marcelo Marchese
Pareciera que asistimos a la puja de grupos económicos por las ganancias que reporta el fútbol uruguayo, pero lo que aquí se juega trasciende lo financiero.
El conflicto estalla ahora, pero la jugada viene de lejos y en el 2017, la AUF encomendó a Mediapro un informe acerca del valor del fútbol uruguayo. Mediapro informa que nuestro fútbol genera 50 millones y que los derechos que tiene Tenfield son "amplísimos": "¿Cómo se pueden recuperar estos derechos? Lo hemos visto en España e Italia en base a un cambio de la legislación, donde los derechos pasaron a la Liga, una unión entre los clubes. En Uruguay se necesitaría una ley que diga que a partir de tal fecha los derechos pasan a ser de los clubes".
Continúa Mediapro: "¿Cómo se hace el cambio? Por dos vías: 1- Cambiar las leyes, que el gobierno diga que (sic) por la importancia que tiene el fútbol en la sociedad, para promover la competencia en el mercado de la televisión y como tercer argumento por la contribución del fútbol a la economía nacional. Esto se hizo en España, Inglaterra, Portugal y Estados Unidos. 2- Renegociar el contrato con el intermediario"
¿QUÉ ES MEDIAPRO?
Mediapro "es un grupo líder en el sector audiovisual europeo" con presencia en veintiocho países de cuatro continentes y sede en España. Las medidas pandémicas la fundieron, por lo que fue absorbida por una transnacional con sede en China, llamada Southwind Media, que acaparó el 85% de sus acciones y barrió de un plumazo su directiva, desplazando a su fundador.
Entre los países donde opera este pulpo, se encuentra el nuestro, ya que Mediapro gestiona el VAR y recientemente absorbió una empresa de postproducción audiovisual local, llamada Colour, y una de producción, llamada Cimarrón, por lo que tiene grandes planes en nuestro paisito, y de hecho, lograron ser asesores de la AUF, brindando asesoramiento que favorecería a Mediapro.
¿Qué vínculo tiene la transnacional Mediapro con el ascendente Grupo Magnolio?
Quien se encuentra a la cabeza del Grupo Magnolio es el hijo de Ignacio De Posadas, cuyo estudio jurídico, asesora y representa a transnacionales que operan en nuestro País ¿Ha establecido algún tipo de vínculo el Grupo Magnolio con alguna de esas transnacionales? ¿El Grupo Magnolio habrá establecido vínculos con Mediapro? Lo único que se puede asegurar, es que Magnolio está en expansión y ha incorporado medios y periodistas, y su discurso va en la misma línea del discurso de asesoramiento de Mediapro.
¿CUÁL ES EL OBJETIVO?
El objetivo de Tenfield es mantener su negocio, aunque terminaría pagando más. El objetivo de Mediapro es gestionar el fútbol uruguayo a través de la AUF, pues, como dijo en su informe del 2017, "el ente comercializador sería la AUF"
Para lograr eso, el sistema político debería intervenir, y acaso, construir un puente entre ANTEL y la AUF, siempre bajo la mirada de Mediapro, que, recordemos, ya gestiona nuestro VAR.
Si Mediapro no lograra este objetivo, al menos, golpearía a Tenfield y habría generado una fuerte corriente de opinión a su favor.
¿POR QUÉ CUERNOS MEDIAPRO ESTÁ INTERESADA EN EL FÚTBOL URUGUAYO?
En artículo anterior definimos la fase actual del capitalismo como "capitalismo político". Esta transnacional, aquella, y la de más allá, en rigor, no deciden sus políticas, sino que deben adaptarse a las políticas de su amo, que no es otro que el capital financiero.
¿Las transnacionales ganan dinero? Absolutamente sí, y la obtención del lucro opera como el aceite y la gasolina de la maquinaria, de igual manera que el sueldo opera como el aceite y la gasolina del mercenario. Sin dinero, no mueven un pelo, pero deben atenerse a un plan, y el plan es el real motivo por el cuál se ha diseñado la maquinaria.
El objetivo de Mediapro es disciplinar a través de la transmisión del fútbol, lo que implica por un lado, inficionar ideología, y por el otro, forjar la sensibilidad en el espectador.
¿CÓMO SE PUEDE DISCIPLINAR AL HOMBRE A TRAVÉS DEL FÚTBOL?
El fútbol mueve multitudes por ser el deporte que mejor representa la guerra. La imposición del funesto VAR nada tuvo que ver con una mayor justicia, ya que el VAR encubre la trampa con transparencia: con cierta cámara, el ángulo adecuado y una repetición oligofrénica, alcanza, aunque tiene otros recursos, como llamarlo cuando conviene y trazar líneas en función de macaquitos. Algo crucial que busca el VAR es erosionar la pasión con el coitus interruptus del gol ¿Lo gritamos? ¿No lo gritamos?
Para disciplinar, se penaliza al jugador que grita el gol sacándose la camiseta; al que muerde, se lo expulsa del mundial pero no al que quiebra a un rival; y se castiga a los clubes con hinchadas que tiran cohetes o cantan cosas inadecuadas.
Si el director de cámaras reitera hasta decir basta una patada, pero no muestra un dribbling excelso, se quiere mostrar cuan agresivo es el mono humano. Si muestran a cada instante al director técnico, que antes no, se quiere mostrar que los humanos siempre son dirigidos por alguien. Si filman la cancha con un movimiento de cámaras detrás de redes, es porque cada estética impulsa una idea y te recuerdan que estamos atrapados en su red.
Pero Marcelo ¿si la AUF, Antel y Mediapro, que en realidad es Southwind Media, producen el fútbol, no entraría más dinero a los clubes?
Que entre más dinero a los clubes está bien. Ahora ¿qué más entrará a los clubes además de dinero, y cómo nos aseguraríamos que ese dinero se use de manera que beneficie a nuestro fútbol?
Debemos imaginar que un grupo y otro mueven sus recursos para ganar votos, y, más aún, voluntades que trascienden el fútbol para cambiar su régimen jurídico. Aquí también, como en todo lo demás, opera el secreto y el pueblo uruguayo se enterará de las cosas cuando estén cocinadas.
Si las cosas no cambian en este diciembre, cambiarán en otro diciembre, y los clubes que responden a sus hinchas, irán desapareciendo consumidos por sociedades anónimas. Es el progreso. Las redes sociales serán inundadas por misteriosas páginas donde los otrora rivales, hablen invariablemente maravillas de los rivales, y el deporte rey, con sus mitologías, uniformes, canciones, himnos y guerreros, será prostituido en una exhibición de buenos modales. El hombre perderá esa maravillosa sublimación de la guerra que fue el fútbol. Seremos más educados, más disciplinados, más tristes, pues habremos perdido un canal donde, de manera constructiva, enviamos pulsiones que si no tienen salida, vuelven convertidas en autodestrucción.
¿Pero esto tiene que ser necesariamente así? Si nos dejamos engañar por el juego de la mosqueta que se realiza frente a nuestros ojos, sí. Como se ve, estas cosas que planteo, no están en el candelero, pero siempre es un principio saber qué cosas están en juego y qué esconde de verdad la pelotita del tahúr.
Marcelo Marchese
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias