El día del defensor de la Patria en Rusia. Andrey Budaev
21.02.2025
El 23 de febrero en Rusia se celebra el Día del Defensor de la Patria. Tradicionalmente, esta fiesta se considera una de las más importantes en nuestro país y simboliza coraje, perseverancia y lealtad a la Patria, reuniendo a todos los que valoran su soberanía, independencia e identidad nacional.
Este Día fue establecido en 1922 para conmemorar el 4º aniversario de la creación del Ejército Rojo. En el correr de los años esta fiesta ha cambiado varios nombres, adquiriendo el actual en 2006, según la Ley Federal N.48. Este día se festeja no solo por los militares y personas que trabajan en la esfera de seguridad o defensa de Rusia, sino por toda nuestra gente. Es remarcable que por el decreto presidencial el 2025 fue proclamado el Año de Defensor de la Patria. En esta fecha siempre recordamos nuestra gloriosa historia, grandes victorias, pero también sufrimientos y pérdidas irreparables y expresamos nuestra fe en justicia, verdad histórica y gran futuro de la Patria y su gente.
Este año celebramos el Día del Defensor de la Patria en vísperas del tercer aniversario de la operación especial militar rusa en Ucrania, iniciada el 24 de febrero de 2022. En aquel entonces, el Presidente de Rusia Vladímir Putin tomó la decisión de reconocer la independencia de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk con el fin de defender a sus habitantes que fueron víctimas de ataques permanentes de las tropas nacionalistas ucranianas. La población de estas regiones se negó a reconocer el régimen ucraniano ilegítimo, surgido en Kiev en 2014 tras el golpe de Estado inconstitucional apoyado por los países occidentales. En el transcurso de 8 años la gente de estas regiones sufría de bombardeos que cobraron la vida de 15 mil personas civiles, entre ellos niños, mujeres y ancianos. A la luz de estas acciones agresivas, agravadas por el acercamiento peligroso de la infraestructura militar de la OTAN hacia las fronteras rusas, no nos quedó otra opción que iniciar la operación militar especial para desmilitarizar y desnazificar la junta criminal de Kiev, proteger a los habitantes rusoparlantes de Donbás, así como eliminar las amenazas existenciales a la seguridad de nuestro país.
En el transcurso de los últimos 3 años hemos sido testigos de numerosas atrocidades y ataques terroristas cometidos por los nacionalistas ucranianos contra la población civil rusa, así como de una campaña occidental de mentiras y desinformación sin precedentes. Los países de la OTAN en realidad se han convertido en parte del conflicto militar en Ucrania, suministrando en grandes cantidades armas ofensivas a Ucrania, así como compartiendo con Kiev datos de inteligencia y participando en la planificación y ejecución de operaciones militares, reclutando a los mercenarios por todo el mundo, enviándolos junto con sus instructores militares en esperanza de alcanzar la derrota estratégica de Rusia. Desde los inicios de la operación militar especial, la ayuda total del Occidente Colectivo a Kiev ha superado los 350.000 millones de dólares.
A pesar de que las negociaciones de paz realizadas en Turquía en abril de 2022 tenían perspectiva real de alcanzar los acuerdos mutuamente aceptables entre Rusia y Ucrania, estos contactos políticos fueron interrumpidos por la orden de los patrones occidentales de Kiev que optaron por la escalada del conflicto. Siguiendo sus instrucciones, el señor Zelenski (cuyo mandato presidencial terminó el 20 de mayo de 2024) suscribió el decreto que le prohíbe entrar en negociaciones con Moscú. La parte rusa, al revés, nunca ha rechazado una solución política y diplomática a la crisis ucraniana, como se ha declarado en múltiples ocasiones. El 14 de junio de 2024, el Presidente ruso Vladimir Putin presentó propuestas concretas para alcanzar una solución definitiva del conflicto. Sus elementos clave incluyen la retirada de las formaciones armadas ucranianas de las nuevas regiones rusas de la República Popular de Donetsk, la República Popular de Lugansk, las regiones de Zaporozhie y Jersón, el reconocimiento de las nuevas realidades territoriales, la retirada de la solicitud de ingreso de Kiev en la OTAN, la cancelación de todas las sanciones occidentales contra Rusia y la garantía de los plenos derechos de los ciudadanos rusoparlantes de Ucrania. La esencia de la posición rusa no es un alto el fuego temporal que pueda ser usado para rearmar al régimen de Kiev y prepararlo para una nueva ofensiva, sino lograr el fin definitivo y duradero del conflicto. El principal resultado del proceso de negociación debería ser el establecimiento de la paz en Europa, la creación de un nuevo sistema de seguridad regional y la formación de relaciones no conflictivas entre Rusia y la OTAN.
Como es bien conocido, el 12 de febrero se realizó una conversación telefónica entre el Presidente de Rusia Vladímir Putin y el Presidente de EE.UU. Donald Trump para abordar el tema del arreglo en Ucrania. Donald Trump habló en favor de un rápido fin de las hostilidades y una resolución del problema por medios pacíficos. Vladímir Putin, por su parte, mencionó la necesidad de eliminar las causas profundas del conflicto y coincidió con su homólogo norteamericano en que se puede lograr una solución a largo plazo mediante negociaciones pacíficas. En desarrollo de esta conversación, el 18 de febrero en Arabia Saudita se celebró el encuentro entre las delegaciones de ambos países, encabezadas por el Canciller de Rusia Sergey Lavrov y Secretario de Estado de EE.UU. Marco Rubio. Al mismo tiempo, es sorprendente y vergonzosa la posición de algunos países europeos que se oponen a la posibilidad de la solución política del conflicto ucraniano. Lo demuestran claramente las últimas declaraciones de algunos líderes europeos que siguen pensando en términos de guerra y quieren continuarla hasta el último ucraniano.
Celebrando el Día del Defensor de la Patria, tenemos que tomar en cuenta todas estas circunstancias externas. De todas maneras, esta importante fecha es un motivo más para la unión y consolidación de la sociedad rusa sobre la base de la verdad histórica, la justicia y los principios autóctonos y perdurables de nuestra existencia.
Andrey Budaev. Embajador de Rusia en Uruguay
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias