El fin del sionismo y el nuevo orden mundial. Marcelo Marchese
02.10.2025
Quienes crearon el sionismo decidieron que ya cumplió su rol histórico, un rol histórico cuyo último y crucial acto es el suicidio del sionismo que, haciendo honor a su historia, viene de la mano de un sadismo crucial en el mensaje a dar.
El suicidio obligado del sionismo debería hacer reconsiderar posiciones a quienes creen el cuento de la multipolaridad, pues aunque la cúpula política del sionismo quisiera evitar el desastre, no puede escapar al poder de quienes lo crearon y manejan.
¿POR QUÉ OBLIGAN AL SIONISMO A SUICIDARSE?
Como anunció Kissinger en su libro "Orden mundial", la Paz de Westfalia que estableció las soberanías nacionales, debe dar paso a un nuevo poder global. Este nuevo poder global es la dictadura global en ciernes, una dictadura que reunirá un poder inédito en la historia.
Para llevar a cabo esta dictadura se precisan una serie de condiciones, como degradar más aún a la humanidad, incrementar la vida digital y erosionar todo poder alternativo a la dictadura global, sean religiones, sean Estados. Para esto último deben destruir el concepto "soberanía nacional", y la forma más eficiente de hacerlo es que una organización global intervenga un Estado soberano que esté llevando a cabo una aberración, y como el sionismo viene llevando a cabo una aberración que se transmite en vivo y en directo, fue elegido para cumplir ese fin. Cada niño mutilado por el sionismo echa una palada de tierra el féretro de una ONU declarativa que, digámoslo de paso, cuando no fue declarativa, creó al Estado de Israel. Aquellos vientos trajeron estas tempestades.
Existe otra condición más importante que la anterior, y es la exhibición de lo que pueden hacer las pasiones humanas si no son controladas por un ente racional. Por eso premiaron ese bodrio insufrible llamado "Sin novedad en el frente", ya que la idea es crear no sólo un nuevo gobierno global, sino una nueva humanidad menos pasional, menos agresiva. Pregúntese el lector cuánta gente está exigiendo castrar a los violadores, y se dará cuenta de la situación en que estamos.
Pero hay otra razón directamente asociada a la anterior, y es hacernos pensar que vivimos un mundo absurdo, un mundo que no podemos entender y menos aún transformar por nosotros mismos, un mundo donde aquellos que tienen poder, bombardean poblaciones civiles encerradas en el campo de concentración más brutal de la historia, los amputan, impiden el ingreso de analgésicos y los matan de hambre.
La idea es convencernos de que no tenemos poder para cambiar la realidad y que no nos queda otra que ansiar la llegada de otro poder, el poder de la dictadura digital que además, editará al hombre y lo convertirá en un ser menos agresivo, menos animal, y en suma, que de esto se trata y así venimos en una decadencia de siglos, menos amoroso, menos sexual.
Que el sionismo, como todo nacionalismo, está llamado a desaparecer, lo prueba el hecho de que el propio sionismo decidió liquidar el victimismo que le sirvió de escudo para numerosas masacres que antes no movían un pelo de occidente, ya que el sionismo acallaba toda crítica bajo el estigma del antisemitismo.
Como ese escudo fue disuelto por el disparate al que la humanidad asiste boquiabierta, vemos que la propia FIFA critica al sionismo y acaso le prohíba a Israel participar del mundial, personajes a sueldo de la industria del cine y de la música, como Taylor Swift y Selena Gómez, apoyan a los palestinos, la chiquilina ecologista que habla en la ONU, se sube a la flotilla de la libertad, y el poder, en suma, salvo personas que creen que de esa manera se mantienen bajo el ala del poder, se vuelca a presionar para que alguien, algo, acabe con esta matanza.
¿CÓMO ACABARÁN CON ESTA MATANZA?
La matanza, que se prolongará, se inscribe en un mundo en crisis agravado por los dos años de encierro que produjeron consecuencias macabras, entre las cuales, coadyuvar a la generación de guerras. El mecanismo es simple: si la gente no pudo dar rienda suelta a sus instintos gregarios de manera constructiva, ya que se lo impidieron por dos años, volverá a por ellos de la manera que sea, por lo que no sólo aumentaron las guerras, sino los conflictos de todo tipo y en especial, los homicidios.
Israel ha provocado a todos sus vecinos, pero sus vecinos evitan por ahora caer en una trampa mortal. Se abren aquí varias perspectivas: el sionismo seguirá presionando a una guerra regional absolutamente desastrosa para todo Medio Oriente, incluyendo a Israel; puede que China, liderando una alianza, intervenga en Israel, lo que también provocará una guerra regional; o puede que se decida acabar con el experimento de la ONU para crear un organismo internacional que tenga el derecho de intervenir en los territorios sin la anuencia de los Estados, cosa que intentó hacer la OMS hace poco, pero de momento, fracasó. Ese mismo plan no fracasó, sin embargo, con la pandemia, pues la intensa campaña terrorista obligó a los gobiernos a tomar las suicidas políticas pandémicas.
LA OPOSICIÓN AL SIONISMO
El sionismo tiene un sistema aceitado para infiltrar a los antisionistas. Ya en la Nakba, los traidores que llevaban a los pueblos palestinos para identificar a los más radicales y fusilarlos ahí mismo, iban encapuchados para que no pudieran reconocerlos.
En los últimos tiempos, esta política de infiltración llegó a la creación del BDS, el Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel, donde unos vivos bárbaros, y mucha gente bien intencionada, creen que le hacen daño a Israel presentando a los palestinos como unos animales enemigos de la creación de riquezas y del arte.
La defensa de los palestinos es una cosa urgente, pero si en su defensa favorecemos la creación de una dictadura global, perjudicaremos a los palestinos y a nosotros mismos, por lo que la defensa de los palestinos y toda lucha que queramos llevar a cabo los hombres de buena voluntad, debe tener presente la dictadura global en ciernes, pues ese es el asunto que decide.
Una de las condiciones ideológicas necesarias a la dictadura, es la cultura de la cancelación, una cultura de la cancelación en la que incurrieron personas de la Facultad de Humanidades que se dicen antisionistas y actuaron, cancelando, de la misma manera que actúan los sionistas. A estas personas les aplica la consigna de Nietzsche: "¡Quién luche con monstruos cuide de no convertirse en monstruo!"
Esperar que la propia sociedad israelí frene a su gobierno es utópico, pues esa sociedad está consumida por el racismo, y en cuanto a los palestinos, no tienen cómo frenar al Estado terrorista de Israel. Pareciera que la única solución fuera apelar a una intervención, lo que sienta un precedente en contra de la soberanía nacional y acaso dé nacimiento a una peligrosa organización global.
He ahí el gran problema. Mientras tanto, los gobiernos aliados de Israel tienen sus propios líos. Milei en Argentina está fabricando una bomba de tiempo, y Trump labora para la balcanización de los Estados Unidos, una balcanización que terminará de situar a China como el Estado imperial de la Nueva Era.
Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis se han desatado. Nos queda por ver más conquistas, más guerras, más desastres. Hay razones históricas inconscientes que llevan a esta situación, y hay poderes concretos conscientes que profundizan esta situación. Del caos emergerá un nuevo orden, ya que en toda mitología el caos precede al orden, por lo que la noche será más oscura antes de que emerja un día que será más oscuro que cualquier noche.
Alguien podrá argüir que este análisis sólo agrega desesperanza. Puede que sí y puede que no. En todo caso, siempre conviene mirar los hechos de frente.
Marcelo Marchese
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias