El incremento del autismo. Marcelo Marchese

02.12.2025

La vida moderna es la progresiva atomización del individuo con respecto a la naturaleza, con respecto a la humanidad y con respecto a sí mismo.

En un principio y por miles de años nos reuníamos alrededor del fuego para contar historias, pero en el siglo XX vino el televisor y en el XXI, el celular y ahora, la IA, y de esta manera se incrementa el aislamiento del hombre. Este aislamiento también es interno, un aislamiento de sí mismo, una alienación, y ahí tenemos el aumento de los suicidios, de la drogadicción y del alcoholismo que evidencian una vida ayuna de propósito, si es que no lo evidenciara suficientemente la pobreza del arte actual.

Imaginemos la Edad Media, donde por tres siglos, albañiles, plomeros, pintores, escultores, carpinteros, arquitectos, cocineras y en verdad, pueblos enteros se unían para erigir una casa a la Diosa, ya que ahí tenemos a Notre Dame de París y de hecho, la mayoría de las catedrale

Pocos años atrás una pareja tenía ocho hijos. Hoy, dudan en si tener uno y por las dudas, castran al gato ¿Hubo en el pasado tantos casos de infertilidad? Absolutamente no. El hombre moderno produce menos testosterona que el hombre del medievo y menos todavía que el hombre prehistórico, lo que implica que tenemos un vínculo más débil con el deseo.

Habida cuenta que enviamos a los niños a las guarderías y cuando sean viejos, a los geriátricos, que las madres destinan poco tiempo a sus hijos, y que el hombre no se escucha a sí mismo, todas estas cosas generan el aislamiento que significa el autismo, pues algo en el vínculo de la madre con el niño, y en el vínculo de la madre con el padre, afecta al niño.

De cada cinco niños autistas, cuatro son varones. Quienes, con una mentalidad mecanicista y materialista, insisten en la exclusiva responsabilidad de las vacunas en el incremento del autismo, no quieren atender a este dato sobre la prevalencia masculina.

¿Cómo se explicaría esta prevalencia? Una primerísima posibilidad es que la madre tenga un problema con su yo masculino, y en especial, con ese pene que está naciendo dentro suyo. Si teme su yo masculino, la relación con el padre no será fluida, y ese embarazo problemático en una relación problemática, puede derivar en una mayor soledad de la criatura en el día crucial del parto si, por temor al dolor, o por imposición médica, el niño viene a la vida mediante la cesárea y no de manera natural.

En este mundo moderno, el nacimiento es un acto médico en una institución donde se respira dolor, enfermedad y muerte. Todo lo vinculado con el parto hospitalario es inhumano y favorece el aislamiento del niño. Así como aumentan los autismos, aumentan las cesáreas.

Tenemos a un niño que se ha gestado en un vientre culposo, parido en una institución macabra por los medios más sádicos imaginables y ese niño, luego, no será acariciado, no se le dirán hermosas palabras cuando se le dé la teta, o no se le dará la teta, pues ese placer inmenso del niño al mamar, confunde a la madre culposa que tiene algo no resuelto con el hombre, con su propio padre.

En el caso de una niña autista, las causas del rechazo materno serán otras, y acaso sean con su propio ser femenino, pero en lo esencial, ocurre lo mismo: un desapego de la madre con su criatura.

Ahora bien ¿estoy diciendo que la vacuna no tenga nada que ver en esto? No digo eso. Digo que las vacunas pueden ser una de las razones del incremento del autismo, pero en absoluto son la causa principal y en todo caso, la vacunación es resultado de este incremento de la atomización, de este incremento de las medidas lesivas al hombre.

En los países desarrollados hay mayor índices de autismo y vacunación. "Caso cerrado", dirá el disidente materialista y mecanicista. El problema con ese razonamiento es no considerar otras variables, pues en los países más desarrollados los hombres están más disciplinados, y cuanto más disciplinado está el hombre, más atomizado está el hombre y más problemas tiene con el sexo, que es el nexo con los otros.

Esta relación monocausal entre la vacuna y el autismo es mera ideología basada en una ideología más amplia que afirma que el plan de la "élite" es reducir la población mundial.

Ante un mundo complejo, nada más fácil que una respuesta simple, pero una respuesta simple es una manera de eludir el problema, de reproducir el problema. De ahí que los autoproclamados con todo orgullo como "disidentes", los mismos que tratan de ovejas a toda la humanidad menos a ellos mismos (dime de lo que presumes y te diré de lo que careces) caen en aquello que más pánico les provoca: la "disidencia controlada", ya que, sea digitada o no, esta falacia es una operación de falsa bandera, pues lo que muestra el aumento de autismos es la soledad del hombre, el desamparo del hombre, el desarraigo del hombre.

Thoreau decía que el progreso es un llevar las cartas más rápido para no decir nada. Esto lo advertía a mediados del XIX. Imaginemos esta ruina del espíritu en el siglo XXI.

Nuestro problema es la ruina del espíritu, la ausencia de propósito, la pérdida del sentido de la vida.

Por un lado, es un tendencia histórica, donde las fuerzas destructivas del hombre avanzan sobre las fuerzas constructivas del hombre, así que operan aquí las fuerzas inconscientes autodestructivas del hombre, pero por otro lado, hay fuerzas conscientes, agentes históricos, como quienes financian al feminismo y el ambientalismo y decretan encierros forzosos y experimentos siniestros.

La gente suele creer que el hombre es dominado por el miedo, y tiene razón, pero hay un mecanismo más eficiente llamado culpa, que funciona gracias a su carácter invisible, funciona gracias a que el esclavo se convierte en su propio esclavista. Del miedo se puede zafar enfrentándolo, pero ¿cómo enfrentar a un enemigo invisible?

El feminismo culpa al hombre como un violador en potencia y rebaja a la mujer a la categoría de una piltrafa, mientras desprecia el poder femenino, el poder más grande de la humanidad, que es el de dar la vida a la humanidad. El ambientalismo y sus variantes, el ecologismo, el veganismo y el animalismo, culpan al hombre como una peste pronta a destruir el planeta, cuando el hombre ha enriquecido más que cualquier otro animal a la tierra que lo vio nacer.

Vivimos la nueva normalidad del distanciamiento social, que se la llamó así porque no se quiere llamar a las cosas por su nombre, ya que lo que vivimos es un distanciamiento sexual. Es el amor, la fuerza vital del hombre, lo que se encuentra bajo ataque en una deriva histórica que ahora tiene agentes que la aceleran. El incremento de los autismos es una de sus consecuencias.

Marcelo Marchese
2025-12-02T10:34:00

Marcelo Marchese

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