Elecciones argentinas modo joker. Marcelo Marchese
28.10.2025
Dos días antes de las elecciones, en el Museo Nacional de Arte Decorativo, frente al jefe global de J P Morgan, Jamie Dimon, y frente a otras figuras del capital financiero, Milei hizo una alocución híbrida, mitad leída, mitad espontánea, donde describió a los representantes del capital financiero las maravillas del capital financiero.
Milei recordó a su selecto auditorio que su gobierno ya tenía anunciadas inversiones de 100.000 millones de dólares por parte de su selecto auditorio, la mitad de las cuales ya se estaban ejecutando: un data center para la IA y la extracción de gas en Vaca Muerta.
Dos días antes de su alocución híbrida, hubo un lujoso cóctel en el Teatro Colón para agasajar a Jamie Dimon, en el que participaron el ex primer ministro británico Tony Blair, a quien Trump propuso para integrar el comité supranacional que vigilará al gobierno de tecnócratas palestinos en Gaza, la ex secretaria de estado de los EEUU, Condolezza Rice, el expresidente Macri, el fundador de Mercado Libre, el dueño del Manchester City, quien al mismo tiempo domina varias minas en nuestro continente, y varios zares de la tecnología, la energía, la minería, la construcción y los granos.
Pocos días antes de este lujoso cóctel, Milei viajaba a los EEUU para negociar las condiciones de un nuevo préstamo, y poco después, Trump anunciaba que si Milei no ganaba las elecciones, cerraría la canilla de la ayuda a la Argentina, lo que significaba que la Argentina se desprendería del continente y caería en un abismo infestado de tiburones y cocodrilos.
Las condiciones del nuevo préstamo están inmediatamente relacionadas con el lujoso cóctel en el Teatro Colón y el discurso híbrido del Joker en el Museo de Arte Decorativo: propiciar la inversión extranjera en la Argentina, lo que implica que, con el cuento de que se crearán miles de puestos de trabajo, el capital financiero se apropiará de inmensos recursos económicos, al tiempo que irá subvirtiendo el orden jurídico, sea vía contratos, sea vía reformas que impulsará el Joker.
Habida cuenta que el País entero temía que el maldito dólar se disparara, y habida cuenta que el dinero para contener el dólar estaba condicionado al triunfo de Milei, Milei tuvo un buen desempeño electoral modo Joker, ya que existe una brutal burla a la soberanía argentina desde que el presidente de otro País condiciona abiertamente la elección, y desde que se lleva a cabo un salvataje a cambio de entregar inmensos recursos económicos.
La humanidad ha asistido a innumerables elecciones manipuladas, pero al menos la manipulación era a escondidas, ya que había algo que cuidar mediante la hipocresía. En las elecciones modo Joker, la manipulación se lleva a cabo con toda impudicia frente al público, ya que nada hay que cuidar mediante la hipocresía.
Como era de esperar, las acciones de las empresas cuyos representantes participaron del lujoso cóctel en el Teatro Colón y luego asistieron al discurso híbrido del Joker, se dispararon en Wall Street tras el triunfo maniatado del Joker, lo que implica que el negocio está cerrado: Argentina dejará de ser de los argentinos.
No es sólo que las transnacionales, los arietes político económicos del capital financiero, vendrán por la energía, la tierra y el agua con los proyectos de inversión que devastarán al País, sino que el plan también implica que la deuda asociada a estas inversiones, se sumará a la tarea de devastación siguiendo esta consigna: "a río revuelto ganancia de pescadores", o a esta otra: "crisis es oportunidad", así que cuando todo estalle por los aires y el dólar se vaya al Diablo, los grandes tiburones de las finanzas vendrán por todo aquello que aún no habían tragado.
La República, instrumento de la democracia, habrá mostrado su ineficacia y tal vez caiga sobre Argentina la misma peste que caerá sobre Gaza: un gobierno de tecnócratas supervisado por un ente global con sujetos como Trump y Tony Blair a la cabeza, aunque estarían a la cabeza pour la galerie, ya que estos muñecos responden a ventrílocuos de la categoría de Jamie Dimon, quienes, a su vez, responden a otros ventrílocuos menos expuestos.
DIAGNÓSTICO DEL JOVEN LIBERTARIO
Argentina es un laboratorio publicitario. Cuando el laboratorio explote, su modelo será aplicado en otras regiones que, a su propio ritmo, vienen gestando a sus propios Milei. El problema, por lo tanto, no son los Milei, sino la masa social que se proyecta en los Milei.
La masa social que se proyecta en el Joker Milei está particularmente integrada por jóvenes enojados, de bajos recursos, de poca educación y mayoritariamente varones. Son muchachos formateados por esas páginas que lavan el cerebro del macho estoico, donde los alecciona un grecorromano musculoso, con voz grave, con voz grave de IA, que básicamente plantea que, para dominar a una mujer, esa víbora, hay que arrancarle la piel a latigazos.
El joven libertario es antifeminista pero no humanista. Su antifeminismo es la contracara del feminismo, ya que sólo invierte los términos. El libertario estoico es una de las funciones del feminismo: generar tipos enojados con las desigualdades que trajo aparejadas el feminismo.
El joven libertario estoico desconoce en todo sentido el significado virtuoso del estoicismo, pero es un fanático del estoicismo de Wall Street. Pretende leer las Meditaciones de Marco Aurelio sazonadas con Padre rico, padre pobre y otras basuras de la autoayuda para hacerse rico. En su magín, cree que por leer esa bazofia regurgitada, ya es rico, pero nunca será rico y seguirá con la pobreza que lo persigue desde siempre, mas repitiendo el mantra de que el pobre es pobre pues no ahorra.
El joven libertario estoico ignora la historia de la economía. Jamás leyó un libro de economía o historia, así que desconoce que el Estado cumplió un rol fundamental en el despegue de las grandes economías capitalistas. No sabe qué cuernos fueron Las actas de Navegación de Cromwell o La Guerra de Secesión en los Estados Unidos.
Su odio al Estado, que como todo sentimiento, es irracional, esconde su odio al padre, a quien no pudo superar. La antítesis del amor no es el odio, sino la indiferencia. En el odio al padre, el joven libertario estoico que desprecia lo femenino, expresa su prohibido amor al padre. El joven libertario difícilmente tendrá hijos.
Es una humanidad en crisis la que genera al joven libertario, un ser rabioso a causa de una vida sin expectativas, ya que no tendrá trabajo y percibe un futuro negro. Cuanto más avance la crisis, más culpará el joven libertario al Estado y a la casta que lo gobierna. Aún no descubre que Milei es la quintaesencia de la casta, y cuando lo descubra, se encargará de colgarlo de un farol.
El joven libertario perturbado erige en presidente a un ser perturbado, aunque el presidente que erige ha sido previamente diseñado, pues se diseñan los presidentes así como se diseñan los héroes de Hollywood. El joven libertario cree que Milei es el Joker y el Joker, un héroe. El joven libertario está rabioso, como el Joker, y se sabe trastornado, como el Joker.
El joven trastornado, estoico, libertario, ama el disfraz y la máscara, ya que adora al Joker en el que se refleja. Ama el disfraz y la máscara de una elección digitada por el chantaje del Guasón del Norte. El joven libertario, estoico, trastornado, juega al cosplay y se inventa nombres de fantasía en las redes sociales. Hijo de la virtualidad, sigue a este influencer ignorante y a aquel otro, e hijo de la virtualidad, odia la realidad que ha sido dura con él. Tiene un problema con su Yo. Desprecia a su Yo. Frustrado con la vida, quiere prenderla fuego y no advierte que ese fuego también lo devorará a él.
Insultado por la vida y educado en el insulto, adora el insulto, la manera más eficiente de ocultar la ausencia de ideas. No conoce de matices. No conoce de colores. Si alguien enfrenta sus dogmas irracionales, de seguro es un Kuka o parte de la casta.
Nacido al mismo tiempo que los video juegos, es él mismo un video juego. Se llena la boca con la palabra libertad, cuando es el mayor esclavo que ha pisado la tierra, ya que adora a quienes lo han esclavizado. El joven libertario que adora el disfraz y la máscara no tiene consciencia de sí mismo.
Así como abajo una vida sin esperanzas crea al joven libertario, arriba se refriegan las manos quienes gradualmente se apoderan de todo. A medida que arriba gradualmente se apoderen de todo, menos esperanzas tendrán abajo los jóvenes libertarios.
La lógica de las cosas no puede ser más perfecta.
Marcelo Marchese
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias