En Salto esperamos Pentecostés. Ramón Fonticiella

22.05.2025

A los creyentes pentecostales explico que esta nota no pretende ofender sus creencias, sino aplicar las mías a una realidad política.

 

"Pentecostés fue el día en que el Espíritu Santo se derramó por primera vez sobre los discípulos de Jesús, según el relato bíblico en el libro de los Hechos. Antes de eso, Pentecostés era una fiesta judía instituida por Dios para celebrar la cosecha. Esa fiesta se celebraba 50 días después del domingo de Pascua. Pentecostés significa "quincuagésimo"." (Extraído de Biblia online). Hoy día hay quienes consideran a esa efemérides, como el nacimiento público del cristianismo. Cuando se produce el Milagro de Pentecostés, los apóstoles de Jesús y no más de cien seguidores, estaban refugiados en un lugar llamado Cenáculo, temerosos que, como Él, fueran también  ajusticiados. Pescadores, labradores, hombres rudos en general, apenas hablaban su lengua y posiblemente eran analfabetos. Según el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo descendió sobre ellos en forma de llamitas (lenguas de fuego), y los transformó en valientes, eruditos y capaces de hablar idiomas desconocidos. El milagro de Pentecostés se produjo y los discípulos de Cristo salieron por el mundo a enseñar lo que Él les proclamó.

Yo estoy esperando un "nuevo Pentecostés", pero mucho más sencillo y doméstico: que se produzca el milagro de que los frenteamplistas tengamos el valor de sincerarnos con nosotros y el país, respecto de una de nuestras flaquezas. Así podremos transmitir a la gente porqué hemos entregado principios que nos costaron el gobierno de Salto.

Dije y reafirmo que en este departamento, se ha renunciado a elementos fundamentales de las bases del Frente Amplio, La fuerza nació para cambiar el objetivo y la forma de hacer política en el Uruguay. Lamentablemente hubo y hay referentes que han trocado la utopía de la equidad por el ejercicio del poder. Todo ha valido para mantener o lograr posiciones de privilegio, no necesariamente económicas. Manipular las aspiraciones de las personas, para transformarlas en peones de victorias electorales, ha sido un retroceso al siglo XX, y el Frente nació precisamente para erradicar esas prácticas. Traficar empleos o satisfacción de necesidades básicas por votos, parece copiado de los ya inexistentes "clubes políticos blancos y colorados" de los años '50. Faltó la taba, pero sobraron chorizos, canastas y promesas de terrenos o de changas como micro tributistas. Se hizo común la designación de innecesarios empleados políticos, incluso para cubrir tareas directivas en sustitución de la persona legalmente electa para hacerlo. Todo valió "para ganar".

¿Ganar qué y quiénes?

Esta pregunta me la hago desde hace más de cinco años ¿qué es ganar, a quiénes, para qué, para quiénes?

Si "ganar" significa encumbrar a una persona en un puesto que ella quiere, no es una idea básica frenteamplista. No debe usarse el lema para objetivos personales. Se equivocaron de partido. Si de ganar el gobierno se trata, hay que preguntarse para qué. No es cuestión de juntar votos y más votos, para no cambiar el formato social de la vida de las comunidades, sino de sustituir amiguismo por justicia y bien común por acomodo. No compartí ni compartiré que "todo vale para ganar"; si la estrategia es impúdica, no tendrá pudor el ejercicio del poder, como no lo tuvo en Salto.

Espero el "milagro de Pentecostés" en todo el país, para que se entienda el fenómeno de Salto. Acá no ganó quien colocó decenas de amigos en Salto Grande; perdió quien puso a cientos en la Intendencia.

 No apoyo a ninguno de los dos; por eso reclamo un "milagro socrático". Las lenguas de fuego que tonificarán el razonamiento de los frenteamplistas todos, no descenderán del cielo; cual parto de ideas deberán brotar de los intelectos de las personas que se autodefinan frenteamplistas. La razón es el único instrumento humano que debe guiarnos: si el poder es para transformar para bien la vida de la población, no debe usarse para someter a nadie ni física ni mentalmente; no hay superhombres ni super mujeres; todos somos seres similares; si avasallar es malo en la derecha, lo debe ser en la izquierda. 

¡PENSEMOS, LUEGO OBREMOS!

Este Pentecostés no llegará del cielo: lo construiremos los frenteamplistas en esta tierra con nuestra razón...

Ramón Fonticiella es Maestro, periodista, circunstancialmente y por decisión popular: edil, diputado, senador e intendente de Salto. Siempre militante

Columnistas
2025-05-22T03:21:00

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias