Los acuerdos son para cumplirse
Gerardo Rey
21.09.2015
En reciente nota publicada por el diario El País, el Ministro Murro planteaba el siguiente razonamiento: "No puede ser que la gente se lleve la plata al bolsillo y a cambio me haga paro por cualquier cosa. Los acuerdos son para cumplirse" . Sinceramente me parece de un gran sentido común la afirmación del Ministro.
No obstante varios legisladores de la oposición y de la propia bancada de gobierno han cuestionado al articulo 619 del proyecto de ley de presupuesto. El mismo establece unas partidas especiales destinadas a incrementar los salarios de los docentes y al final del mismo contiene la siguiente frase "En caso de no alcanzarse el acuerdo referido en el inciso precedente, dichas partidas podrán ser reasignadas exclusivamente con destino al rubro Inversiones de la Administración Nacional de Educación Pública."
El mensaje del Poder Ejecutivo es muy claro. Veamos algunos de los aspectos más relevantes:
1. Le asigna a la educación una clara prioridad presupuestal. 4 de cada 10 pesos del incremento se destinan a la educación. Estamos ante el presupuesto de educación más grande de la historia.
2. Consistente con lo anterior, trata a los trabajadores de la educación con condiciones distintas a las del resto. Continuando con la línea de trabajo de incrementar los salarios de la educación por encima del promedio de los trabajadores uruguayos, prevé que los salarios docentes tendrán un porcentaje de aumento mayor que el resto de los trabajadores públicos.
3. Establece que a cambio de ese trato diferencial y mientras dure el acuerdo no se realicen paralizaciones por los temas que fueron acordados.
La norma propuesta no hace más que recoger lo que sucede en la inmensa mayoría de los convenios colectivos en nuestro país. Esta extendida práctica recoge aspectos medulares de la negociación colectiva: los trabajadores obtienen una serie de beneficios establecidos en un acuerdo y los empleadores se aseguran que no tendrán conflictos si se cumplen los compromisos asumidos.
En el caso de la educación, no se ha alcanzado aun un acuerdo. Es notorio que el gobierno ha hecho un esfuerzo importante y también es cierto que los salarios de las maestras y docentes de nuestro país deben continuar mejorando y ojalá se pueda hacer a un ritmo igual o mayor del que se vinieron haciendo en los últimos 10 años donde el poder de compra de los salarios docentes creció en 64%.
El parlamento puede eventualmente buscar mejoras reasignando gastos, es decir, otorgando partidas menores a las previstas en otros rubros para incrementar las destinadas a educación. Pero convengamos que el margen es escaso y por varios motivos: El principal ya fue señalado y es que el 40% del incremento de gasto ya es para la educación. Gobernar supone definir prioridades y el mensaje del Poder Ejecutivo fijó esas prioridades contenidas en su propuesta de presupuesto que, dicho sea de paso, cuenta con la aprobación unánime del Consejo de Ministros.
Las propuestas del gobierno pueden ser buenas, malas o regulares. Ahora bien, si tras esos esfuerzos no se alcanzara un acuerdo: ¿es razonable otorgar un aumento adicional o por el contrario se deben otorgar a los docentes los mismos aumentos que para el resto de los funcionarios públicos? ¿El gobierno no debe procurar que de alcanzarse un acuerdo, la contrapartida sea la misma que se exige habitualmente al resto de los sectores? ¿La enseñanza no merece tener un mejor clima para encarar las profundas transformaciones que necesita?
De aprobarse la norma propuesta los profesores podrán realizar, por ejemplo, todas las movilizaciones que convoque el PIT CNT, podrán seguir negociando mejoras en las condiciones de trabajo, podrán seguir luchando por sus justas reivindicaciones pero mientras dure el período del acuerdo no habrá detención de tareas asociadas a los asuntos acordados.¿No es sensata la iniciativa del gobierno de Tabaré de que si el acuerdo no prospera se destinen esos dineros a mejorar, por ejemplo, las instalaciones edilicias o a construir nuevos centros educativos?
Al decir de Astori: "Audacia responsable no es contemplar todos los reclamos presupuestales, dando un salto al vacío, sino definir prioridades claras que permitan los mayores niveles de eficiencia en la administración de los recursos disponibles, cumpliendo con el programa de gobierno por el que votó la ciudadanía." Y en eso está el gobierno del FA.
Gerardo Rey
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias