Inseguridad, el futuro de nuestras vidas. Esteban Valenti

29.09.2025

La inseguridad es el factor que más ha cambiado la vida cotidiana de los uruguayos, a todos, pero afecta notoriamente mucho más a la gente de bajos recursos. Nos afecta en nuestras casas, nuestros autos, el transporte colectivo, en las calles y lo que es peor en nuestra propia tranquilidad de vida. En nuestras familias.

Este proceso comenzó hace 30 años y con él se instaló la sensación de que es imposible derrotar la inseguridad, es como una maldición divina.

Nos despertamos un día en Uruguay y un rayo nos ha iluminado, no tenemos ningún tipo de restricciones de ningún tipo para invertir en seguridad ciudadana, desde las causas a los resultados finales.

Tenemos claro cuál ha sido la involución en los últimos 30 años, en particular los últimos 10 años, donde lo más grave ha sido el aumento de los asesinatos y del narcotráfico y las bandas criminales. A lo cual hay que agregar que tenemos el más alto porcentaje de la población detenida en proporción a nuestra población, solo superados por Colombia (1) y más de 40% de los presos está en una situación que calificamos de "trato cruel, inhumano y degradante", según el ex Comisionado Parlamentario de Cárceles Juan Miguel Petit.

Ese trato, no es una derrota solo a los derechos humanos y la sensibilidad de nuestra sociedad, es un triunfo del delito, que se asegura una cantera permanente para reclutar y para reciclar.

En cuanto a la policía, en mayo del 2025 contamos con 25.456 funcionarios (2), tanto para las tareas operativas, como administrativas. Según declaraciones del Ministro del Interior Carlos Negro, en tareas operativas hay actualmente 4.000 policías por turno en todo el territorio nacional, es decir 12.000 policías en total, pero la población no cambia por turnos, es siempre de 3.500.000 habitantes...

Las causas sociales, económicas y culturales del crecimiento de la delincuencia, se ha transformado, en las nuevas generaciones, jóvenes y menores, al delito como uno de los puentes para cruzar la brecha social y alguno de los delincuentes más conocidos se transformaron en  un modelo a seguir. En las cárceles, la mayoría absoluta, tanto entre hombres y mujeres, son jóvenes pobres. A lo que hay que agregar menores pobres en el INISA

Estas causas, que no pueden servir para justificar el fracaso, el estancamiento y menos el crecimiento de la delincuencia, han demostrado qué sin atacar estos elementos de base, no derrotaremos la inseguridad, pero que incluso alcanzando niveles mucho mejores de pobreza infantil-juvenil y en general mejores indicadores sociales, SIN UN PLAN INTEGRAL DE PREVENCION, DE INTELEGENCIA, DE REPRESIÓN Y UN SISTEMA DE PENAS ADECUADO, NO TRIUNFAREMOS. En la izquierda, ya conocimos esta derrota.

Es obvio que el ataque a estas causas sociales, corresponde a todo el gobierno, en particular al Ministerio de Economía y Finanzas, al MIDES, Ministerio de Educación y Cultura (ANEP), la Universidad de la República, Salud Pública, Ministerio del Interior actuando de manera coordinada y trabajando con el conjunto de la sociedad civil.

Hay responsabilidades del Ministerio del Interior que son intransferibles.

 

A esto nos referimos cuando hablamos de la posibilidad de disponer de recursos ilimitados.

A.     La prevención, inteligencia y represión y por ahora también las cárceles dependen del Ministerio del Interior, de la cantidad y la calidad de sus funcionarios y sus edificaciones.

Por lo tanto, bien distribuidos, fundamentalmente en las zonas "rojas", se necesita un incremento significativo del número de policías operativos. O se mejora fundamentalmente el tratamiento a los problemas sicológicos, de salud mental,  se baja los niveles de ausencia, a se contratan muchos más efectivos. La relación, población, delincuentes activos y potenciales con el número de policías a todos los niveles, es una proporción fundamental para reducir el delito.

En especial en las labores de Inteligencia y de mapeo del delito, del crimen organizado y de las bandas, con contacto directo con todos los actores de la sociedad civil que de diversas maneras tienen contacto con el mundo juvenil (adolescentes y jóvenes) donde recluta el delito.

Con un trabajo especializado, altamente especializado en la Inteligencia de la cúspide de las bandas narco. ¿Cuánto hace que cerramos cientos de bocas de venta de droga y no procesamos a un capo de la droga? El último grande lo detuvieron en Dubai y le dimos un pasaporte "expreso" y sigue libre...

LA PREPARACIÓN Y ESPECIALIZACIÓN DE LOS FUNCIONARIOS, ES OTRO ELEMENTO CLAVE QUE HAY QUE POTENCIAR, A TODOS LOS NIVELES.

La capacidad de conducción, de atención, de empatía entre el mundo político con los policías que todos los días están en la calle, para mejorar el espíritu de cuerpo de la policía es fundamental.

Ser policía NO ES UNA TAREA BUROCRÁTICA MAS.

Se necesita cultura republicana y democrática, pero también alta preparación y disposición de combate. Y preparación física permanente y obligatoria.

B.     Equipamiento. El sistema de cámaras de seguridad, con la densidad, la distribución, los softwares necesarios y las salas de control, se ha demostrado un elemento fundamental. Hay que aumentarlas y modernizarlas sin falta. No hay nada mejor para la vigilancia territorial. Lo único superior es la presencia policial en el terreno, a pie o en vehículos. 

En cuanto a armas, equipos de protección, vehículos y comunicaciones hemos avanzado bastante, hay que estar atentos a los avances en esta materia y gastar con atención la plata.

Seguir reforzando el trabajo de la Policía Científica Hay mucho por avanzar.

C.      La inteligencia, estratégica y táctica. En conjunto con la inteligencia nacional, con el control bancario sobre el lavado de activos y con policías especializados en este tema, pues este es un eslabón siempre débil de la cadena delictiva.

No hemos invertido lo suficiente en inteligencia, en elementos técnicos y en preparación de profesionales. Los delincuentes invierten, hoy en día, mucho dinero en este frente para combatir a la ley.

D.     Recuperación. Si se mantiene la actual tasa de encarcelamiento y de reiteración del delito al ser liberados, no hay manera de correrla de atrás. Siempre ganará el delito.

Esto implica una valiente revisión de los sistemas de penas, aumentando y mejorando el sistema de control de presos en sus casas, con tobilleras y sistemas de control más eficientes y potentes en todo el país y naturalmente una reforma radical de las cárceles, con nuevos edificios, nuevas prácticas, nuevo sistema integral. Cuesta plata, se gana en seguridad y en mejorar al conjunto de la sociedad.

Nadie inventó nada nuevo en esta materia, las armas principales son: educación a todos los niveles en las cárceles, en especial en materias y contenidos aptos para insertarse en el mundo del trabajo, incluyendo computación y uso de Inteligencia Artificial. (En esta materia deberíamos trabajar con los guardias carcelarios y los presos)

La atención a la salud, mental, dental, oftalmológica y general, para lo cual importa mucho la alimentación.

El trabajo: sin laburo no hay recuperación posible. Es implacable, cambia radicalmente la proporción de presos recuperados.

El deporte y la cultura, planificados y llevados a cargo con el nivel de una sociedad avanzada y consiente.

Todo cuesta plata y tenemos restricciones, pero si solo nos quejamos estamos fritos, hay que planificar cada centésimo, cada contratación, cada distribución geográfica.

Si el gobierno y la oposición transforman este tema en una permanente disputa de fracasos a la espera de nuevos fracasos. Será un gran fracaso nacional, de toda la sociedad uruguaya, con pérdida de libertades, de derechos y de territorios. Elijamos y juzguemos de manera implacable. 


(1) A mediados de 2025, Uruguay registró un máximo histórico de 477 personas privadas de libertad cada 100.000 habitantes.

Si tomamos una estimación de la población de Uruguay de alrededor de 3,5 millones de habitantes y aplicamos la tasa de 477 presos por cada 100.000 habitantes, podemos calcular el número aproximado de presos:

(477 / 100.000) * 3.500.000 = 16.695

Por lo tanto, la estimación de presos a mediados de 2025 sería de aproximadamente 16.695 personas. (Gemini)

 

  • (2) Cifra total de personal policial:(Google)

Un informe de uypress de mayo de 2025, basado en datos del Ministerio del Interior de ese año, indica 24.546 funcionarios en el escalafón L, que incluye personal policial ejecutivo y administrativo. 

  • Funciones:

Los agentes y funcionarios policiales desarrollan tareas operativas y administrativas en todo el país. 

  • Dependencia:

La Policía Nacional de Uruguay es una fuerza de seguridad que depende del Ministerio del Interior. 

  • Contexto operativo:

Algunas fuentes mencionan un total de aproximadamente 30.000 funcionarios, detallando el funcionamiento del Sistema de Gestión de Seguridad Pública (SGSP) del cual dependen más de 30.000 usuarios habilitados, incluyendo personal policial. 

En resumen, la cifra exacta varía según el año y la metodología utilizada, pero el número se mantiene en el rango de los 25.000 a 30.000 funcionarios. 

Esteban Valenti
2025-09-29T07:00:00

Esteban Valenti.

Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.suplementobitacora.net) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es) y de Other News (www.other-news.info/noticias).