Intendencia de Montevideo. Ser de izquierda no tiene recreo. Esteban Valenti
21.07.2025
El pasado jueves 10 de julio cambiaron las autoridades de varias intendencias, entre ellas la de Montevideo. Es la séptima vez que el Frente Amplio asume la más importante de las intendencias del país, no solo por el tamaño en relación a las otras 18 intendencias, sino porque se trata de la capital del Uruguay.
El intendente de Montevideo, es el segundo cargo en importancia, en poder, en capacidad de influir en la vida de la gente del Uruguay.
Mario Bergara, un experimentado gobernante, que ocupó cargos muy destacados en diversos gobiernos nacionales del FA, será nuestro nuevo intendente. La mayoría de los montevideanos estamos contentos, porque no hubiéramos querido que el desastre del anterior gobierno nacional multicolor se repitiera en Montevideo. Por eso votamos FA y tenemos muchas expectativas. Sabiendo que enfrenta una situación económica-financiera que es mucho peor que "serias restricciones".
Yo voy a ser claro, me quedan pocas municiones y voy a dispararlas lo más precisamente posible: no voy a votar a ningún candidato o partido que represente la continuidad de los últimos años de gobierno departamental (2020-2025). Voy a votar en blanco, pero si no hay un cambio en serio, en los servicios principales y sobre todo en la "maldita basura y mugre" en las calles, con un proyecto urbanístico y de servicios mejorados que vuelva a colocar a Montevideo entre las ciudades destacadas de la región. No voy a seguir votando en Montevideo al FA, tampoco a la derecha, nunca lo haría.
Lo digo cinco años antes de que cambie el próximo gobierno nacional, con tiempo suficiente. Y creo que hay muchos habitantes de Montevideo, del pueblo frenteamplista que piensan bastante parecido a mí. No queremos ser un rebaño que de cualquier manera exime los graves errores en la gestión y en la orientación del gobierno departamental aunque sea nuestro.
Si algo faltaba para cerrar este balance negativo, el déficit de 82 millones en el 2024, ocho veces superior al déficit del 2023, y al que le faltan los datos sobre cuál será el déficit del primer semestre del 2025, completa el panorama. Llegamos al final de esta intendencia suspirando...
No acepto que el anterior intendente, el socialista Mauricio Zunino me dé explicaciones supuestamente técnicas, cuando son mucho más simples, la causa del déficit fue el aumento exorbitante de gastos y la paralización o el retroceso en la recaudación.
Los gastos podrían haber aumentado porque finalmente se resolvió la limpieza de la ciudad, o hubo una avalancha de obras, o se terminaron obras importantes. Esa decir por un esfuerzo por mejorar la función renga de todos los años anteriores. Nada de eso.
Se gastó mucho más en la cultura, que es una forma de nombrar gastos de la campaña electoral de la anterior intendenta Carolina Cosse, ahora electa vicepresidente de la República.
No comparto en absoluto la posición de algunos dirigentes de la izquierda que terminadas las campañas electorales, readaptan sus discursos, hacia la oposición, se suavizan y ni que hablar hacia la interna. Se mimetizan, como si sus convicciones mutaran al son de sus planes futuros.
Voy a ser claro otra vez, aunque no sirva de nada, nunca, absolutamente nunca voy a votar un candidato o candidata a la Presidencia de la República de Uruguay, que tenga en sus antecedentes el desastre en la gestión de Montevideo. Así haga un largo recreo de muchos discursos en su nuevo cargo.
Para los distraídos, yo a los blancos y colorados no los voto de ninguna manera, tienen en su mochila pésimos gobiernos y algo muy importante, una convicción de clase, de gobernar para los más ricos y en el caso de los blancos una conducta de amoralidad manifiesta y demostrada en los dos gobiernos post dictadura. Los colorados no se recuperarán nunca buscando en el batllismo, sino en la distribución de cargos. Por lo tanto, votaré en blanco, pero no voy asumir la responsabilidad de dilapidar mi fundamental instrumento democrático, mi voto, en las ambiciones sin límites y con muy malos antecedentes de nadie, aunque lleve la marca del FA.
Ser del FA ya demostró que no garantiza ser de izquierda. Tuvimos dramáticas experiencias, en los errores e incluso en los horrores, a nivel de gobierno nacional, gobiernos departamentales y en estos momentos en los dramáticos acontecimientos que vive el SUNCA, con robos, estafas, robos a las familias de los obreros muertos en su trabajo. Todo esto relacionado directamente con el actual Partido Comunista. Se me parte el alma, pensando en los miles de verdaderos comunistas que lucharon, sufrieron, murieron en el verdadero PCU. Y de los que quedan en el actual PVU, pero no son su dirección.
Ser de izquierda no tiene recreos, no admite justificaciones para ser inmoral, para apropiarse de dineros públicos o de los trabajadores en sus fondos sociales y en su sindicato. De allí no se vuelve nunca más.
En el caso de la Intendencia de Montevideo, no tengo ningún elemento para pensar en estafas, coimas, etc. Por eso no lo digo, no lo grito a voz en cuello. Si tengo elementos de sobra para ver el fracaso de una gestión que terminó con los menores niveles de aprobación de la ciudadanía y los más altos registros de desaprobación de todo el periodo de los cinco gobiernos del Frente Amplio anteriores.
Lo voy a reiterar: no voy a votar ni a un intendente del FA que vuelva a fracasar como lo hizo el gobierno departamental anterior, incluyendo el despilfarro de dinero, ni a ninguna candidata a la presidencia que sea parte fundamental de ese mal gobierno departamental 2020-2025. Voto en blanco y lo digo con tiempo.
No tengo nada personal contra nadie de los involucrados, es más, si fuera mi mejor amigo, no tengo el derecho a hacer sufrir al país o a Montevideo el pésimo gobierno que ofrecerían. Y por eso tengo la mayor esperanza de que esta intendencia mejore substancialmente su gestión. Puede hacerlo. Necesitará mucha inteligencia y muchoooo trabajo.
Lo digo con vehemencia, porque es un tema de tal importancia que requiere la máxima convicción y por lo tanto vehemencia. También porque algunos videntes comenzaron ya a promover formulas presidenciales para el 2029.
Alguno podrá reprocharme ¿por qué no admito la recuperación, un cambio en los próximos cuatro años y medio? Porque tengo la experiencia de muchos años de ocupar cargos con el mismo sello y con la misma avidez desmedida, aprovechando el sexo y la carencia de cuadros que tiene el FA por la renovación generacional.
Voy a militar apasionadamente estos años que me quedan, para ayudar al debate político e ideológico, para conectarnos con otras experiencias y con nuestras mejores experiencias nacionales, voy a tratar de aportar ideas, pero sobre todo voy a combatir despiadadamente contra las conductas impropias de la izquierda.
Por irme del PCU, silenciosamente, cuando consideré que nuestro querido, entrañable proyecto histórico había fracasado y requería un espacio para pensar, para seguir luchando, para reforzar al Frente Amplio. Lo hice con uno de los mayores dolores de toda mi vida. El mayor de mi vida política sin duda alguna. Y dirigentes comunistas de esa época con todo el derecho del mundo se quedaron en el Partido, cambiando su línea histórica, revisando todo, sin aportar nada de nada y me atacaron ferozmente, no con ideas y posiciones, sino con insultos y sobre todo mentiras ridículas, como los ya famosos diamantes. 35 años se encargaron de desmentirlos estrepitosamente. No había otra manera, no se expiden certificados de "No tenencia de diamantes".
Cuando estuve dos años enteros del último gobierno del FA (2015-2020) reiterando públicamente, pero también con mensajes y documentos enviados a quien correspondía que por ese camino íbamos al desastre, la gran mayoría se hicieron los desentendidos y se solidarizaron públicamente con los que violaban las bases morales y políticas del FA. Tuvo que renunciar al segundo cargo institucional del país, el vicepresidente y perdimos las elecciones, le dejamos a los rapiñeros blancos el gobierno. No todos los blancos son rapiñeros.
No hubo nadie que explícitamente aceptara un debate serio, incluso después que explotara todo. No lo reclamo, yo sigo aquí militando, abajo, donde estoy más cómodo, sin cargos ni sillones de ningún tipo, ni siquiera honorarios, tratando de aportar a la batalla por la izquierda, en Uruguay y en este mundo martirizado.
Este es un grito desesperado, personal, pero que quiere convocar a muchos a hacer conocer sus opiniones, a favor o en contra, pero a no dejar que el simple correr del tiempo y el olvido laude las situaciones. Esa sería otra derrota muy dura para la izquierda. No quiero ser referente de nadie, pero no voy a perder un instante para dar mis opiniones, le duelan a quien le duelan.
La mugre no es de derecha, es mugre.
Esteban Valenti.
Trabajador del vidrio, cooperativista, militante político, periodista, escritor, director de Bitácora (www.bitacora.com.uy) y Uypress (www.uypress.net), columnista en el portal de información Meer (www.meer.com/es) y de Other News (www.other-news.info/noticias).